Las salinas de Marchamalo, situadas en el entorno del Mar Menor (Cartagena, Región de Murcia) muestran desde la semana pasada una pequeña montaña que acumula unas 1.000 toneladas de sal obtenidas, y que son el resultado de la primera cosecha de sal después de 30 años de abandono, según informa en una nota de prensa la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), que ha promovido esta recuperación en el marco en el marco del Proyecto Resalar.
Esta cosecha, añade la nota, es fruto del trabajo de restauración de la zona oriental de estas pequeñas salinas, que fueron abandonadas a mediados de los años 90 del pasado siglo.
La recuperación de la actividad salinera en las Salinas de Marchamalo dio sus primeros pasos en 2019, a partir de la compra por la Fundación ANSE de la concesión del área oriental de las salinas y de un terreno y nave en ruinas en la parte sur del espacio, a los que posteriormente se fueron añadiendo las antiguas naves de carpintería y otros terrenos anexos, que han sido completamente restauradas y junto a las que se ha acondicionado una era para depósito de sal.
Aunque todavía quedan por desarrollar muchos trabajos, detalla el texto, la restauración parcial ejecutada desde la primavera de 2023 ha permitido la extracción de una parte de la cosecha de sal de dos charcas cristalizadoras del antiguo complejo salinero, mientras que otra parte se ha utilizado en la adecuación de los pisos o suelos de algunas de ellas.
Durante estos días, y después de la recogida de la cosecha de sal, varias máquinas y tractor con láser han trabajado en la extracción de lodos, reperfilado y reforzamiento de los pisos de charcas cristalizadoras para facilitar la recogida de la cosecha del próximo año y mejorar la calidad de la sal para consumo humano.
ANSE ha tenido que solventar múltiples trámites y autorizaciones ante los tres niveles de la administración (Ayuntamiento de Cartagena, Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y Estado), y deberá esperar a que se resuelva la concesión definitiva de la Dirección General de Costas.
Aún es pronto para la comercialización de la sal, pues todavía deben de extraerse tierras y lodos acumulados en más de la mitad del complejo salinero, pero la cosecha de 2024 ha demostrado que ANSE sería capaz de recuperar la actividad salinera e infraestructuras como las naves históricas, devolviendo la esperanza a un entorno que parecía condenado al mismo futuro que tantas otras salinas desaparecidas en el entorno del Mar Menor: La Veneciola (La Manga), Lo Poyo y La Hita (Los Alcázares).
La asociación considera que la cosecha de sal obtenida, y la gran acogida entre vecinos y visitantes que durante este verano han podido visitar las salinas y conocer el proyecto, demuestran que el futuro del humedal de Marchamalo pasa inevitablemente por la recuperación y mantenimiento de la producción de sal en la totalidad de las salinas, lo que contribuiría a mejorar la diversidad, generar empleo y aportar actividades complementarias al turismo de sol y playa del Mar Menor.
El proyecto Resalar tiene el objetivo de regenerar espacios del litoral del Mar Menor y su biodiversidad para fortalecer la resiliencia del litoral frente al cambio climático y mejorar e incrementar los servicios ecosistémicos que proveen a la sociedad.
Este proyecto, que coordina la Fundación ANSE, y en el que participan la Asociación de Naturalistas del Sureste, WWF-España y el Instituto Español de Oceanografía, Centro Nacional de la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IEO-CSIC), cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), que aporta el 95% de la financiación del proyecto, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU, y se encuentra vinculado al Marco de Actuaciones Prioritarias para la recuperación del Mar Menor del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. El proyecto cuenta con la cofinanciación de la Fundación Estrella de Levante y con la colaboración de Salinera Española y de Biocyma.
2024-09 27