El Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) ha impulsado una serie de medidas para garantizar la protección de las tortugas marinas y promover las anidaciones en el litoral español, según informa la entidad en una nota de prensa. Entre las distintas especies que se acercan a nuestras costas, todas protegidas, la más común es la tortuga boba (Caretta caretta), altamente migratoria y catalogada como “vulnerable” en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
La distribución de las anidaciones de la tortuga boba se ha desplazado debido a los efectos del cambio climático, y ahora incluye también las costas del Mediterráneo occidental -italianas, francesas y españolas-.
Una gestión adecuada y rápida, que favorezca su asentamiento en la costa mediterránea, es fundamental para garantizar la conservación de esta especie. Por ello, se han puesto en marcha nuevas medidas de actuación con comunidades autónomas litorales y centros de recuperación y científicos en el marco del proyecto LIFE Intemares, coordinado por la Fundación Biodiversidad, dependiente de Miteco.
Así, durante esta temporada, se van a marcar para su seguimiento vía satélite a las hembras reproductoras que lleguen a nuestras costas, con el objetivo de estudiar su comportamiento y facilitar la detección de sus nidos. Las tortugas marinas suelen desovar en las playas donde nacieron, por lo que el éxito de su nacimiento determinará que vuelvan a nuestras costas a realizar la puesta y favorecer así la conservación de la especie.
Según los expertos, el número de nidos en el litoral mediterráneo español es mayor del que se conoce, por lo que es necesario impulsar medidas que contribuyan a su localización y garanticen su supervivencia.
Otra de las medidas impulsadas por el Miteco consiste en la realización de estudios para analizar las características ambientales de las playas españolas elegidas por las tortugas para el desove y determinar aquellas que serían más idóneas para, en su caso, trasladar hasta ahí los nidos ubicados en playas que no sean aptas.
La presión humana que existe en las playas españolas es uno de los principales riesgos para estos nidos, por lo que la colaboración ciudadana es fundamental. Ante la localización de algún nido o ejemplar de tortuga marina, se debe avisar de inmediato al 112.
De forma adicional, se implantará próximamente un protocolo de actuación a nivel nacional para reforzar la coordinación entre todos los agentes implicados en eventos esporádicos de anidación, entre los que se encuentran científicos y técnicos, centros de recuperación y administraciones.
En el marco del LIFE Intemares también se han desarrollado otras acciones en esta línea. Por un lado, se ha estudiado el comportamiento de 10 crías de tortuga boba tras ser liberadas en la playa de El Saler (Valencia), en colaboración con la Comunidad Valenciana, y se ha puesto en marcha la creación de un documento común para los centros de recuperación que gestionan los casos de varamientos, así como acciones formativas específicas dirigidas al personal de playas.
Especies migratorias
En España se han observado seis de las siete especies de tortugas marinas existentes en el mundo. Las tortugas boba, laúd, verde, carey, lora y olivácea se caracterizan por ser especies altamente migratorias y utilizan las aguas españolas como zonas de alimentación, desarrollo y como lugar de paso en sus largos viajes transoceánicos.
Sus poblaciones están amenazadas a nivel global debido a numerosos factores derivados de las actividades humanas, como la pérdida y degradación de hábitats esenciales, las interacciones con diversas pesquerías, la contaminación o las basuras marinas.
El proyecto LIFE Intemares, que coordina la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, tiene como objetivo lograr una gestión eficaz de los espacios marinos de la Red Natura 2000.
Participan como socios la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar del mismo ministerio, el Instituto Español de Oceanografía (IEO), la Confederación Española de Pesca, SEO/BirdLife y WWF-España. Cuenta con la contribución financiera del programa LIFE de la Unión Europea, entre otras fuentes de financiación.
2019-07-25