Las aves insectívoras, como los vencejos, golondrinas y aviones, son los mejores insecticidas que podemos encontrar, nos aportan grandes beneficios y a cambio sólo piden espacio para anidar y algo de tranquilidad. ¡Y qué sería de la primavera sin sus cantos y vuelos acrobáticos!
Lamentablemente, estas aves se encuentran en regresión, como se ha podido comprobar a través de los programas de ciencia ciudadana impulsados por SEO/BirdLife y gracias a la colaboración de miles de voluntarios. Programas como el Seguimiento de Aves Comunes en Primavera (SACRE), que muestra un alarmante declive poblacional del 33% en los últimos diez años.
Las causas de la disminución de las poblaciones se deben a diferentes factores, como el despoblamiento rural, que ha ocasionado que sus lugares de cría favoritos sean abandonados o destruidos, el uso de insecticidas y otros agentes químicos en el campo, los cuales merman su potencial reproductor a la vez que eliminan su principal alimento: los insectos. A lo anterior también se suma la escasez de materiales (barro) para construir el nido en algunas zonas urbanas.
Todos podemos ayudar a que aviones y golondrinas aumenten sus poblaciones, manteniendo los nidos existentes ya que es ilegal retirarlos, conservando estructuras salientes como aleros o voladizos o colocando nidos.
Una sencilla manera de construir nidos para aviones y golondrinas es utilizando un coco, experiencia que ha llevado a cabo con éxito el Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra (COCN) en la Estación Ornitológica de Tarifa (EOT). Para ello, hay que cortar un coco por la mitad ayudándonos de una sierra para cortar madera. Es importante hacer un agujero en el fondo para que drene el agua en caso de que entre el agua de lluvia. Con un taco, un tornillo y una arandela la anclaremos a la pared. Es importante ubicar el 'nidococo' a unos 4 ó 5 centímetros del techo y debajo de un voladizo, en las fotos que se añaden abajo -cortesía de COCN- se muestra el plano de fabricación y colocación, así como varios 'nidococos' instalados en la EOT en los que han anidado aviones y golondrinas.
Tras haber colocado dos cajas nidos en casa y que una pareja de gorriones haya ocupado una de ellas esta primavera, animada por la experiencia con 'nidococos' de COCN en la EOT pensé colocar un nido para hirundínidos en casa. La falta de tiempo lo había retrasado hasta que, casualmente, durante un paseo en una zona de campo con Milka, mi perra, encontré un coco. Ante semejante señal me puse manos a la obra y el 'nidococo' ya está colocado en la fachada de casa.
Una vez hecho, y sabiendo que lo mejor es intentar imitar lo máximo posible la textura de los nidos reales (porque el coco es liso) quizá añada algo de barro... En cualquier caso, siempre hay que contar con que sean otras especies las que se sientan atraídas por estas construcciones -como el colirrojo de la foto-, e incluso no es seguro que los pájaros usen el 'nidococo'... ¡pero no hay que desanimarse!, lo importante es tratar de ayudar a las aves colocando cajas nido.
La principal molestia que estas aves producen al ser humano es la suciedad que dejan en su anidamiento, pero podemos utilizar un pequeño cartón fijado en el suelo y retirarlo tras el anidamiento de nuestra familia de aviones o golondrinas. También una simple balda de madera colocada debajo del nido retendrá los excrementos y restos que dejan de sus nidos solucionando el problema.
En el caso de los vencejos la restauración de edificios y las nuevas construcciones que carecen de grietas y sin oquedades entre las tejas donde poder anidar dificulta el establecimiento de los vencejos. La colocación de cajas nido especiales para ellos da muy buenos resultados.
Recordad que los pollos caídos requieren cuidados específicos para conseguir liberarlos con éxito. Es importante no alimentarlos nunca con pan, carne, o cualquier otro alimento que no sean insectos (tenebrios, grillos...): son aves insectívoras y se sabe que otros tipos de alimentación les afecta al desarrollo del plumaje. Si encontráis un pollo en el suelo llamar al 112 o llevarlo a Centros de Recuperación de Fauna Salvaje más cercano.
Por mi parte, sólo me queda esperar a que alguna pareja de aviones comunes o golondrinas se fije en el nido con forma de coco que he instalado en mi fachada y se decida a traer a su prole esta primavera en él. ¡Qué bonito sería despertar por las mañanas con el sonido de tan especiales vecinos!
Susana Noguera Hernández. Naturalista
2018-04-08