La Huella de Carbono del Ayuntamiento de Murcia, recién calculada, sitúa a la capital entre las ciudades cuya actividad municipal causa menos emisiones de gases de efecto invernadero por habitante, según indica el Consistorio en una nota de prensa.
Los cálculos, realizados por la Concejalía de Urbanismo, Medio Ambiente y Huerta, a través de la Agencia de la Energía y el Cambio Climático (ALEM), estiman que la Huella de Carbono del Ayuntamiento de Murcia es de 0,0637 toneladas de CO2 equivalente (tCO2eq) por habitante. Además, indican que la actividad del Ayuntamiento de Murcia provocó en 2015 una emisión a la atmósfera de 28.038 tCO2eq al año.
La Huella de Carbono cuantifica el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la actividad diaria del Ayuntamiento durante un año, e incluye las derivadas del consumo de combustibles de su flota de vehículos, de la calefacción de edificios e instalaciones públicas o del consumo de energía eléctrica, entre otras fuentes de emisión. Determinar este índice permite cuantificar el impacto de una actividad en función de las emisiones de CO2 que ocasiona, esto es, "la marca que se deja sobre el medio ambiente con cada actividad que emite gases de efecto invernadero", indica la nota.
Al hilo de esta notificación, el concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Huerta, Antonio Navarro Corchón, ha anunciado que el objetivo fijado para 2020 es reducir el 8% las emisiones, equivalente a un 2% anual, lo que supone 2.243 tCO2eq.
Obtenido este índice, el Ayuntamiento ha realizado el trámite de inscripción en el Registro Nacional de Huella de Carbono gestionado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Navarro Corchón ha explicado que tanto la inscripción en el registro como el cálculo son de carácter voluntario, "pero Murcia ha querido adherirse en el marco de las actuaciones que el Ayuntamiento está realizando en la lucha contra el cambio climático", apunta el texto.
Según la nota, los resultados obtenidos para el Ayuntamiento de Murcia son inferiores al ratio del resto de ciudades inscritas en este censo, con la única excepción de Alicante. "En cualquier caso, ha añadido el concejal, este valor es meramente orientativo, puesto que las huellas de carbono no son comparables entre sí y deben entenderse como un índice sobre el cual aplicar un plan de reducción de emisiones".
Además, determinar este indicador no es una herramienta exclusiva para la Administración, puesto que se pueden implementar por las empresas, instituciones e incluso en las viviendas. Para ello, el Ayuntamiento va a ofrecer próximamente talleres de formación en Huella de Carbono para empresas similares a los que se realizaron el año pasado, anuncia la nota.
También la Huella Ecológica
La Concejalía de Urbanismo, Medio Ambiente y Huerta ha querido ir un paso más allá de los requisitos establecidos y ha calculado también su huella ecológica, lo que le convierte en el primer ayuntamiento de una gran ciudad que determina su huella ecológica respecto a 2015. En ella se indica la superficie de tierra productiva necesaria para satisfacer el consumo de electricidad y combustibles fósiles de los servicios que el Ayuntamiento presta a sus ciudadanos. En 2015 este dato fue de 79,5 km2/año, lo que supone una Huella Ecológica de 180 m2/habitante.
Antonio Navarro Corchón ha señalado que el objetivo final pretendido con el cálculo de ambas marcas es “conocer qué medidas y con qué intensidad debemos aplicarlas para reducir los factores que inciden en el deterioro de la calidad ambiental de la ciudad”.
2017-03-16