Desde su puesta en marcha hace más de dos años, el proyecto Aquila a-LIFE ha hecho posible que se corrijan 1.207 apoyos (postes o torretas) de tendidos eléctricos que eran peligrosos para el águila de Bonelli y otras especies amenazadas en España y en la italiana isla de Cerdeña, según informa en en una nota de prensa el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa), que coordina la iniciativa en ambos países.

La electrocución es la principal causa de mortalidad del águila de Bonelli (Aquila fasciata). Tanto es así que de más de 300 ejemplares de esta especie dotados con emisores GPS, que han sido seguidos desde 2017 por Aquila a-LIFE y en años anteriores por dos proyectos de similares características (Red Bonelli y LIFE Bonelli), casi el 25% murió por este impacto de los tendidos eléctricos.

Todas estas medidas anti-electrocución se han llevado a cabo en zonas donde se han reintroducido águilas de Bonelli o bien está previsto liberarlas y también en áreas donde estas aves se dispersan cuando son jóvenes o se asientan al llegar a la edad reproductora y emparejarse. Un total de 546 apoyos han sido corregidos en la Comunidad de Madrid y otras zonas del centro peninsular y los restantes se distribuyen por Navarra (400), Álava (126), Mallorca (121) y Cerdeña (14).

En 124 de los 1.207 apoyos peligrosos que han sido corregidos, el coste ha sido financiado parcial o totalmente por el propio proyecto. En los restantes se ha intervenido, por indicación de las entidades socias del proyecto, con fondos de tres compañías eléctricas: Iberdrola y, en menor medida, Naturgy y e-distribución (Grupo Enel).

Destaca que en este marco se ha cofinanciado la corrección de más de un centenar de apoyos de tendidos eléctricos particulares que pertenecen a 16 propietarios privados sin la solvencia económica de las grandes compañías eléctricas. En Navarra la empresa pública GAN-NIK ha propiciado el acuerdo entre el Gobierno navarro y un propietario privado para corregir doce apoyos de un tendido eléctrico del término municipal de Cáseda, cercano a la zona de reintroducción del águila de Bonelli en Navarra. La Diputación Foral de Álava ha señalizado cuatro tendidos eléctricos para evitar las colisiones de aves y, en Mallorca, un listado de más de un centenar de apoyos peligrosos para el águila de Bonelli elaborado por la Fundació Natura Parc ha sido decisivo para que Gobierno de las Islas Baleares y e-distribución, a través del Programa Avilínea, corrigiesen 121 apoyos.

De la misma manera, en Cerdeña, donde el águila de Bonelli se había extinguido y ahora se trabaja por devolverla a la isla, 14 apoyos han sido corregidos gracias a la colaboración entre Ispra(organismo público ambiental) y e-distribuzione (compañía eléctrica).

“Aunque desde proyectos como Aquila a-LIFE se están dando pasos importantes para reducir las electrocuciones de especies amenazadas como el águila de Bonelli, aún queda mucho que hacer para evitar la muerte masiva de aves en tendidos eléctricos, objetivo que requiere una mayor colaboración de las grandes compañías del sector eléctrico”, afirma Ernesto Álvarez, presidente de Grefa.

El águila de Bonelli, también llamada águila perdicera, es una de las aves rapaces que se encuentra en regresión en gran parte de sus poblaciones europeas. La mitad de sus efectivos en el Mediterráneo Occidental se encuentran en la Unión Europea, sobre todo en España y también en Italia (concretamente en Sicilia) y Francia. El águila de Bonelli es lo que se llama una especie-paraguas: al compartir sus problemas (sobre todo la electrocución) con otras aves rapaces, también se verán favorecidas por las acciones de Aquila a-LIFE especies como la propia águila imperial ibérica, el águila real, el águila culebrera o el milano real, entre otras.

El proyecto Aquila a-LIFE (LIFE16 NAT/ES/000235), financiado por la Unión Europea, quiere contribuir a aumentar la extensión de la presencia del águila de Bonelli en el Mediterráneo occidental e invertir su tendencia poblacional regresiva. Para ello se contempla la liberación de ejemplares en España e Italia (Cerdeña), así como abordar las principales amenazas actuales para la especie, con especial dedicación a prevenir y reducir las electrocuciones. Estará operativo hasta septiembre de 2022, y además de Grefa, en él también participan como socios la Diputación Foral de Álava, la Fundació Natura Parc (Mallorca), Gestión Ambiental de Navarra-Gobierno de Navarra, ISPRA (Italia) y LPO/BirdLife (Francia). "Si en los años noventa del pasado siglo la corrección masiva de tendidos eléctricos peligrosos para el águila imperial ibérica salvó de la extinción a esta especie amenazada, hoy en día Aquila a-LIFE ha buscado la colaboración de ONG, organismos públicos y compañías eléctricas para que el águila de Bonelli no sucumba a la misma amenaza”, explica Álvarez.

2020-05-28

  • Águila de Bonelli posada en el apoyo de un tendido eléctrico. Imagen: Aquila a-LIFE
    Águila de Bonelli posada en el apoyo de un tendido eléctrico. Imagen: Aquila a-LIFE.
  • Dos operarios aíslan un apoyo eléctrico para evitar muertes de aves. Imagen: Aquila a-LIFE
    Dos operarios aíslan un apoyo eléctrico para evitar muertes de aves. Imagen: Aquila a-LIFE.