Los tigres salvajes volverán a pisar las tierras de Kazajistán, en Asia Central gracias a acuerdo que hace unos días han firmado la República de Kazajistán y WWF, según informa la entidad conservacionista. Este plan conjunto tiene por objetivo la reintroducción de estos grandes felinos en un país donde se extinguieron hace 70 años por la persecución humana. Y, concretamente, devolver a los tigres a sus territorios históricos en la región de Ili-Balkhash.

Si la iniciativa anunciada por Kazajistán y WWF tiene éxito, éste será el primer país del mundo que devuelve a los tigres salvajes a una región de donde habían desaparecido por completo. Hasta ahora, sólo se ha logrado la reintroducción de tigres dentro de las fronteras nacionales y en áreas ya habitadas por la especie.

Los tigres llegaron a habitar prácticamente toda Asia, desde el sudeste asiático hasta la moderna Turquía. Pero a lo largo del siglo XX la especie perdió más del 90% de su área de distribución, incluida toda Asia Central. Los tigres desaparecieron por completo de la región en los años 70, víctimas del furtivismo, la caza masiva de sus presas, y la destrucción de los humedales y bosques de ribera donde vivían.

El programa de reintroducción del tigre supondrá además otros beneficios para la zona, como la restauración de inmensos bosques de ribera y humedales, para dar espacio a la especie. En tan sólo unos meses, el 1 de enero de 2018, el Gobierno de Kazajstán establecerá una nueva reserva natural en el suroeste de Ili-Balkhash, con el fin de restaurar este hábitat adyacente al Lago Balkhash.

Además, esta restauración incluirá la protección de la fauna silvestre existente y la reintroducción de nuevas especies que sirvan de alimento al tigre. El kulan (burro salvaje) y el ciervo bactriano, ya extinguidos en Kazajstán debido a la caza furtiva y la pérdida de hábitat, serán algunas de las presas reintroducidas para habitar de nuevo esta área.

Por último, este plan ayudará a proteger el Lago Balkhash, uno de los lagos más grandes de Asia y una importante fuente de agua en la cuenca del río Ili. El objetivo es evitar que repita el destino del Mar de Aral, el cuarto lago del mundo hasta que la actividad humana secó el 90% de su superficie.

Este acuerdo, además, es una muy buena noticia para impulsar el llamado "Tx2": la meta que se pusieron los países donde viven tigres en libertad, y en la que trabaja WWF, para duplicar el número de tigres salvajes en 2022. El número de tigres a nivel global ha pasado de 3.200 individuos en 2010 a 3.890 en la actualidad, una tendencia positiva a la que ahora se suma la iniciativa de Kazajistán.