Los machos de hubara canaria, una especie de avutarda que en España solo habita en estas islas, prefieren zonas con alta visibilidad y alejadas de núcleos urbanos para realizar el cortejo, según ha revelado un novedoso estudio desarrollado por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, y del que informa el CSIC en una nota de prensa.
Se trata de un trabajo en el que describen por primera vez las características de los lugares seleccionados por los machos de hubara canaria (Chlamydotis undulata) para este fin reproductivo.
Los análisis muestran que los machos se exhiben en lugares que aumentan su visibilidad tanto a corta como a larga distancia, de manera que desde los enclaves seleccionados pueden ver una mayor superficie del terreno, tanto del entorno inmediato como de zonas más alejadas.
Alberto Ucero, investigador del MNCN y autor principal del trabajo, señala que “curiosamente, aunque el número de hembras y machos alrededor de los lugares de exhibición no difiere entre estos y los aleatorios, desde estas zonas los machos pueden ver más hembras y machos en ambos rangos de distancia. A escala de microhábitat, la ausencia de vegetación y piedras es determinante, ya que permite a los machos realizar sus carreras de exhibición en un terreno libre de obstáculos que podrían producir lesiones". El científico añade que "la cantidad de recursos tróficos no influye en la selección del lugar de exhibición, aunque una cubierta vegetal de matorrales es importante a una escala de hábitat más amplia. Por último, los lugares de exhibición están alejados de fuentes de perturbación humana, como núcleos urbanos, edificios y caminos”.
Según los resultados obtenidos, los investigadores urgen a controlar la construcción de carreteras y la edificación en las zonas de cortejo, así como a mantener la vegetación preferida para favorecer la reproducción de esta especie en peligro de extinción.
Para realizar esta investigación, los autores han utilizado un modelo digital de elevación de muy alta resolución basado en LIDAR, dispositivo que mide la distancia a un objeto mediante un láser, y un censo completo de la población reproductora. Así analizaron los efectos de la visibilidad, la distribución de hembras y machos, el microhábitat y la distancia a infraestructuras humanas en la elección de zonas para el cortejo, comparando 98 lugares de exhibición con otros tantos lugares generados aleatoriamente.
Juan Carlos Alonso, también investigador del MNCN y director del proyecto, asegura que “para garantizar una protección adecuada de las áreas de exhibición de la hubara canaria, debería evitarse la construcción de nuevos caminos y plantearse la restricción del tráfico de vehículos en algunos de los ya existentes durante la estación de cría. Además, debería prohibirse la proliferación de edificaciones dispersas dentro del hábitat de la hubara y controlarse la expansión urbana. Así se minimizarían las molestias a los machos durante el celo. En cuanto a la vegetación, debería mantenerse la cubierta vegetal actual de aulagas en las principales zonas de cría de la especie y reservar algunas zonas para uso exclusivo de las hubaras, regulando en ellas el pastoreo de cabras”.
Agrupaciones de machos llamadas leks
“Durante la estación reproductiva, los machos de hubara canaria se organizan en leks, es decir, agrupaciones de machos en un área determinada en la que cada uno se dispone a cierta distancia defendiendo un territorio. En ese territorio, que mantienen durante años, los machos realizan el cortejo, que consiste en una serie de carreras en círculos disponiendo la cabeza hacia atrás para exhibir el exuberante plumaje blanco del pecho y el cuello”, explica Ucero.
"Esta especie de danza que tienen por cortejo la realizan entre diciembre y marzo", refiere la página web del Gobierno de Canarias, si ben SEO/BirdLife profundiza en que "el ciclo reproductor parece estar sometido a una gran variabilidad en lo que a las fechas se refiere, pudiendo existir puestas entre los meses de diciembre y junio, aunque normalmente tienen lugar en febrero o marzo".
La hubara o avutarda hubara se distribuye desde las islas Canarias hasta la península del Sinaí, y en España sólo viven en Lanzarote, La Graciosa y Fuerteventura, y se trata "de la mayor ave endémica de las Islas Canarias, de 64 cm de longitud, y sin embargo es la más pequeña de las tres subespecies de hubaras del mundo", según la web autonómica. Es, además, una de las aves de la Unión Europea en mayor peligro de extinción, cuya "población reproductora europea se estima entre 610 y 620 ejemplares maduros, con tendencia creciente", tal y como estima SEO.
La misma fuente indica también que la hubara canaria se incluye en el Libro Rojo de las aves de España 2021 en la categoría de 'En peligro', y se cataloga como 'En Peligro de Extinción' en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Además, a nivel europeo, la UICN lo declara como 'Vulnerable'.
Dentro de la Península, pertenecen a la misma familia (Otididae) especies como la avutarda común o el sisón común (de los que, dentro de la Región de Murcia, tenemos ejemplares en las estepas de Yecla).
El CISC subraya que trabajo aparece en portada de la prestigiosa revista Behavioral Ecology conel titulo de 'Display site selection in a ground dwelling bird: the importance of viewshed', y está firmado por Ucero A., Alonso J.C., Palacín C., Abril-Colón I., Álvarez-Martínez J.M.
2023-06-01