Una nueva investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas apunta a que los depredadores seleccionan sus presas no tanto por la facilidad para cazarlas, como se pensaba hasta ahora, como por el aporte nutricional que les suministra, según informa en una nota de prensa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN), entidad que ha participado en el trabajo junto con la Estación Experimental del Zaidín (EEZ).
Tradicionalmente, al analizar la dieta de los animales se ha considerado que, frente a los animales herbívoros u omnívoros, los carnívoros no seleccionaban su alimentación en función de su composición, ya que se asumía que en cualquier presa animal están presentes todos los nutrientes que se requieren.
En este trabajo el equipo de investigadores ha medido hasta qué punto el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), un depredador carnívoro-insectívoro, es selectivo a la hora de elegir las presas para alimentar a sus polluelos. En concreto, han estudiado el comportamiento de más de 200 parejas durante la época de cría entre 2006 y 2014. Para este trabajo, han medido el tiempo y tipo de presas que las parejas obtuvieron para su descendencia durante las dos primeras semanas de vida. Gracias a la grabación continua de los nidos pudieron analizar tanto el tiempo que pasaba entre la captura de presas como el tipo de presa. Además, se analizaron sus componentes nutricionales.
“Los resultados obtenidos nos han mostrado que el tiempo que tardan en llevar una presa al nido depende de su tamaño y dificultad de captura, sin embargo, frente a lo que se pensaba, la elección de la presa está asociada a los componentes nutricionales”, contextualiza Juan Antonio Fargallo, investigador del MNCN. “El estudio demuestra que estas rapaces son selectivas ya que eligen a sus presas en función de la cantidad de proteína y su composición en aminoácidos y parece que, atendiendo al criterio del tiempo que les lleva capturarlas, sus presas favoritas son también las que más les cuesta obtener”, aclara Rosa M. Nieto, investigadora de la EEZ.
Ambos aspectos, dificultad para conseguir la presa y valor nutricional, han sido los grandes olvidados en la larga tradición de modelos teóricos sobre el comportamiento de forrajeo o hábitos alimenticios de los depredadores”, concluye Fargallo. Así, es la primera vez que han tenido en cuenta la dificultad para obtener una presa al explicar las estrategias para alimentarse, señala el texto.
La investigación se ha publicado en la prestigiosa revista Scientific Reports.
2020-06-17