Las dos grandes águilas nidificantes en la Región de Murcia, el águila real (Aquila chrysaetos) y águila perdicera (Aquila fasciata), mantienen su presencia un año más en territorio murciano, indicando los últimos datos que la primera se halla en aumento mientras que la segunda permanece estable, al tiempo que entre ambas se desarrolla cierto grado de competencia, según se desprende de la memoria del Censo, Control Reproductivo y Marcaje de Grandes Águilas de 2021-22, recién publicada por la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (CARM).

Eloy y Pinilla son los nombres de dos ejemplares de águila real que han estudiado los profesionales de la CARM. Escriba, Rubia, Rigo o Bel son perdiceras. Todas ellas, y dos más -Mora y Ramón-, han sido anillados y marcadas con emisores GPS/GSM en el marco de este trabajo con el fin de lograr un mayor conocimiento de la interacción entre especies convivientes en el territorio, y más concretamente para profundizar en los "conflictos derivados de la relación de competencia entre águila perdicera y águila real y la interacción de depredación de águila real sobre tortuga mora", explica el texto.

La primera de estas interacciones, según el Plan de Recuperación del águila perdicera, "podría ser un problema destacado para la conservación de esta especie, ya que el águila real desplaza de los territorios de cría al águila perdicera y se requiere de estudios específicos para valorar la relevancia de este proceso". En este sentido, tras el análisis realizado, los resultados muestran que los dominios vitales de las águilas reales son sumamente mayores que los dominios de las perdiceras. Además, éstas no solapan casi sus áreas de campeo entre ellas, pero sí realizan incursiones a territorios vecinos de águila real, y viceversa. "El hecho de que las águilas reales tengan mayor área de campeo que las águilas perdiceras puede hacer pensar en una menor disponibilidad de espacio para las águilas perdiceras; sin embargo, esta circunstancia disminuye por la posibilidad que muestran estas dos especies de solapar las áreas de campeo reduciendo en cierto modo la competencia entre ellas", concluye el trabajo.

Los datos obtenidos indican que la población de águila real, incluida en la categoría 'De interés especial' en el Catálogo de Especies Amenazadas de Fauna Silvestre de la Región de Murcia, ha ido en aumento progresivo desde 2003 en la Comunidad. En 2021 y 2022 han alcanzando una cifra de 74 y 75 territorios ocupados, respectivamente, según detalla el estudio, que recalca que todas las localidades fueron ocupadas por parejas estables. "Sin embargo, cabe destacar el alto índice de parejas formadas que no inician la reproducción, siendo aproximadamente un 31,5 % de la población murciana de águila real: 24 parejas en 2021 y 22 parejas reproductoras en 2022", subrayan los autores. Por tanto, la población reproductora de esta especie continúa en aumento, presentando una alta proporción de parejas no reproductoras.

Por su parte, el censo de la población de águila perdicera en 2021 y 2022 fue de 27 y 29 territorios ocupados, respectivamente, mostrando un ligero aumento poblacional en este periodo con respecto a años anteriores. Asimismo, la aparición y formación de nuevas parejas que se establecen en nuevos territorios también es un hecho importante que se está observando en la actualidad en la Región de Murcia, destacan. Sin embargo, a pesar de este leve repunte y de la ocupación de dos nuevos territorios, "la tendencia poblacional debe seguir considerándose estable para el águila perdicera debido a que estas nuevas parejas están compuestas principalmente por individuos subadultos y la mayoría no sean reproducido todavía", aclaran.

Para esta especie, incluida en la categoría de 'En peligro de extinción' del Catálogo de Especies Amenazadas de Fauna Silvestre de la Región de Murcia, el trabajo apunta el factor de amenaza que supone la muerte por electrocución en tendidos de alta tensión, y mantiene que es notoria la competencia interespecífica con el águila real, debido al fuerte aumento poblacional actual que muestra esta última especie, "que ha supuesto la pérdida de algunos territorios en los últimos años en favor del águila real". Por otro lado, algunas parejas presentan molestias por el uso público cerca de las áreas de cría, por lo que, advierten, "es esencial respetar las indicaciones en senderos con accesos y recorridos regulados en época de reproducción".

Depredación de tortuga mora

El águila real también presenta una relación de competencia con la tortuga mora (Testudo graeca), a la que depreda.

En este caso, según estudios recientes llevados a cabo en los últimos años por la Universidad de Miguel Hernández (Elche) con la colaboración de la Dirección General de Medio Natural (DGMN), la depredación "podría ocasionar extinciones locales" del reptil o "influir en la diversidad y selección genética donde las águilas estén depredando", y como en el caso anterior, se requieren estudios adicionales para determinar el impacto del proceso.

Se da la circunstancia de que las sierras del suroeste de la Región presentan status de protección, entre otras, por estas especies. Así ocurre con la Zona de Especial Interés para las Aves (ZEPA) de 'Almenara-Moreras-Cabo Cope' por águila perdicera, y los Lugares de Interés Comunitario (LIC) de Sierra de Almenara, Cabo Cope, Calnegre y Sierra de las Moreras por tortuga mora. Además, son escenario de los dos procesos: determinadas parejas de águila real han desplazado a parejas de águila perdicera y además depredan regularmente sobre Testudo graeca.

La Universidad Miguel Hernández solicitó colaboración en un proyecto de investigación denominado 'Estudio de la relación de depredación entre dos especies amenazadas de extinción, el águila real (Aquila chrysaetos) y la tortuga mora (Testudo graeca) (proyecto Esquilo)' en el que se pretende profundizar en el conocimiento de la interacción predador/presa entre águila real y tortuga mora mediante seguimiento por emisores GPS/GSM de las águilas y estudio de la dieta en nido mediante fototrampeo.

Por parte de la DGMN, y en el marco del Plan de Recuperación del águila perdicera, resulta necesaria la captura y marcaje de individuos de águila perdicera para conocer los problemas de conservación y causas de mortalidad de la especie, y así poder gestionar y mitigar el problema. Además, el marcaje de estas águilas permite estudiar las interacciones existentes con el águila real, dentro de un escenario de crecimiento poblacional experimentado de esta última especie y el desplazamiento constatado de algunas de las parejas de águila perdicera en la ZEPA de 'Almenara-Moreras-Cabo Cope' a zonas de peor calidad territorial. La captura y marcaje de estas dos especies de grandes águilas, explica el texto, requiere un esfuerzo considerable de tiempo, "siendo una tarea que no resulta fácil de abarcar", que en este caso se realizó entre diciembre de 2020 y diciembre de 2022.

Si avistas anillas, avisa

Durante los años 2021 y 2022, al igual que en años anteriores, se ha llevado a cabo también el programa de anillamiento de pollos de águila real y águila perdicera en nido mediante anillas de lectura a distancia (PVC o aluminio). Si se realiza la observación de algunos de los individuos marcados, la CARM agradece la comunicación de la observación al correo electrónico: biodiversidad@carm.es  

Con ello, se pueden obtener datos de importancia para la gestión de estas especies, como la localización de nuevas áreas de nidificación, o puntos de mortalidad por individuos de la población de la Región de Murcia. Además los individuos que sobrevivan y lleguen a adultos pueden ocupar nuevos territorios o vacantes en territorios ya presentes, constatando la supervivencia de estos individuos y ayudando a su conservación.

Los individuos de águila real y águila perdicera fueron principalmente pollos anillados en nido. En esta edición se han marcado en el primer año 29 pollos de real y 16 de perdicera, mientras que en 2022 fueron 15 de real y 9 de perdicera. El anillamiento se realizó en el propio nido para reducir el tiempo de manejo y el estrés del ave durante el marcaje, al que se bajaba mediante técnicas de trabajos verticales. El tiempo medio de manejo por ave fue de 20 minutos, la permanencia en el territorio de las rapaces nunca superó las dos horas y media teniendo en cuenta todo el proceso de acercamiento al roquedo e instalación del rápel.

Todas las águilas (real y perdicera) portan anilla de lectura a distancia de PVC o aluminio de color en la pata izquierda. En el caso de las reales, presenta dos dígitos de sentido ascendente para las anillas (color blanco o negro). En el caso de las águilas prediceras tiene tres dígitos sentido ascendente para las anillas (color blanco).

Durante estos últimos cinco años de seguimiento se han marcado con anillas de lectura a distancia 50 pollos de águila perdicera y 115 pollos de águila.

Más de medio centenar de profesionales

Los trabajos de seguimiento de estas especies se realizan principalmente en la época reproductiva, periodo que comprende desde el mes de diciembre del año previo hasta el mes de agosto del siguiente. Y para ello se ha contado con la participación de 58 agentes medioambientales y un biólogo del Programa de Seguimiento Biológico de Vertebrados Amenazados de la Región de Murcia.

Se muestrearon así las 16 Comarcas Forestales de la Comunidad, realizando visitas a 36 localidades de cría con presencia histórica o actual para águila perdicera y en 85 localidades para el águila real.

Durante la temporada 2021 y 2022, se ha hallado también que un 55 % de las parejas de águila perdicera se encuentran en Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA). En este caso, son 5 espacios ZEPA los que englobarían esta parte de la población. Para el águila real, un 43% la proporción de parejas se distribuyen por 11 espacios ZEPA de la Red Natura 2000 de la Región de Murcia. Para ambas especies, la mayor presencia se encuentra en la citada ZEPA 'Almenara-Moreras-Cabo Cope', con 7 parejas de perdicera y 6 de real.

En cuanto a la presencia de crías, en el caso del águila perdicera se contabilizaron 29 pollos en  2021 y 21 en 2022. Las condiciones climatológicas durante la reproducción en el 2022 fueron bastante adversas, constatándose hasta 4 abandonos de puestas durante los continuos días de lluvia ocurridos durante el mes de febrero y marzo. Por su parte, la población de águila real también experimentó un descenso en el número de polluelos ese año frente al anterior, si bien, "a pesar de la baja productividad observada en 2022, dos parejas consiguieron sacar adelante 3 pollos, fenómeno que no se observa durante la temporada 2021". 

La Dirección General del Medio Natural cuenta desde 2003 con programa de seguimiento de las dos especies de grandes águilas nidificantes en la Región de Murcia para conocer la evolución de la población regional de estas magníficas rapaces así como detectar impactos negativos y poder definir actuaciones de gestión.

2023-01-13

  • Eloy, macho de águila real marcado en Cartagena en 2018 cuando era un pollo, ha sido registrado como reproductor durante 2021 y 2022 en la ZEPA de 'Almenara-Moreras-Cabo Cope'. Foto: CARM
    Eloy, macho de águila real marcado en Cartagena en 2018 cuando era un pollo, ha sido registrado como reproductor durante 2021 y 2022 en la ZEPA de 'Almenara-Moreras-Cabo Cope'. Foto: CARM.
  • Las águilas reales marcadas en este trabajo presenta dos dígitos de sentido ascendente para las anillas (color blanco o negro). Foto: CARM
    Las águilas reales marcadas en este trabajo presenta dos dígitos de sentido ascendente para las anillas (color blanco o negro). Foto: CARM.
  • Varios instantes del trabajo de seguimiento de las grandes águilas de la Región. Imagen: CARM
    Varios instantes del trabajo de seguimiento de las grandes águilas de la Región. Imagen: CARM.