Las gaviotas, ya se sabe, comen de todo. Hace años las relacionábamos solo con la costa y con los marineros, alertas ellas a 'repescar' la pesca de ellos. Y refranes hay que establecen la relación entre su presencia en tierra firme y el mal tiempo. Después, nos hemos acostumbrado a relacionarlas con los vertederos. Ya se sabe, comida más fácil. Quizá los operarios ofrezcan menos resistencia que los marineros, quizá no, pero lo cierto es que los bandos de aves hacen verdaderas rutas de vertedero a vertedero, esperando las horas en que se esparcen las capas de basura orgánica. Las gaviotas es lo que tienen.. que son muy listas.

Ahora ha descendido la oferta. Los vertederos se van cerrando, se recicla más y mejor y no siempre tienen la comida a su alcance, así que tienen que volver la vista a otros lugares, como al río, por ejemplo, porque comer, hay que comer.

Y esta gaviota patiamarilla (Larus michahellis) se encontró la comida en el río. A mucha gente le sigue impresionando cuando una ave come a otra. Parece algo así como canibalismo. Que no lo es, pero como que se acerca turbadoramente. Lo cierto es que las gaviotas sí se comen los huevos de sus congéneres sin ninguna aversión.

Tampoco le hizo ascos a este vencejo (Apus apus). La gaviota supervisaba el río desde su otero, situado en la cumbre un tirante de un puente urbanita. Algo vio, que se lanzó corriente abajo, en dirección al puente vecino. A la sombra de la estructura, sobre el agua, oscuro entre las ondas oscuras, flotaba un vencejo al que divisó en cuestión de milisegundos. Lo atrapó con el pico y se lo llevó al centro del cauce. En un momento dado, un pato de Berbería (Cairina moschata) que se había percatado del asunto se acercó disimuladamente a ella, practicando un vuelo rasante. A poco le da con el ala en la cabeza. Pero la gaviota protegió su presa y voló algo más arriba, alejándose de su 'competidor' (el pato de Berbería,  en fin, es omnívoro, pero le da a las plantas, gusanos, insectos, anfibios, reptiles, peces... ¿será que se ha animado ahora con pequeñas aves?, más bien no, habrá sido otro tipo de aviso). Una vez en lugar seguro, se volcó de lleno en preparar su alimento.

Y eso es lo que se ve en el vídeo, cómo zarandea al vencejo, lo descoyunta y, finalmente, lo engulle de un único y descomunal trago. Y nosotros, que estábamos de paseo y no lo esperábamos, así hemos grabado (disculpad, a mano alzada y sin preparativos) a la gaviota que engulló un vencejo:

 

 

  • Fotograma del vídeo en el que se aprecia a la gaviota zarandeando al vencejo.
    Fotograma del vídeo en el que se aprecia a la gaviota zarandeando al vencejo.