La contaminación microplástica en la tierra podría ser hasta 23 veces mayor que en el océano, según advierte la organización ecologista Amigos de la Tierra en su página web, una información que analiza y denuncia, además, en el informe Plastívoros, recién publicado junto con la organización Justicia Alimentaria.

Amigos de la Tierra recalca que la presencia de microplásticos en los océanos cuenta con importantes estudios científicos. Sin embargo, los datos actuales muestran que los microplásticos presentes en la tierra son mucho más numerosos que los acuáticos y que, de hecho, la inmensa mayoría del plástico que encontramos en los sistemas acuáticos tiene su origen en una contaminación terrestre anterior. En concreto, el informe apunta que aproximadamente el 80% de la contaminación por microplásticos en el océano proviene de la tierra.

En España se producen cada año casi cuatro millones de toneladas de plástico. La clave de su éxito está en los aditivos químicos que se añaden en el proceso de producción y que confieren características diferenciadas que hacen posible la infinidad de usos que conocemos. Sin embargo, entre estos más de 4.000 aditivos que se añaden al plástico se encuentran sustancias tóxicas, persistentes y bioacumulativas, con efectos perjudiciales para la salud y para el medioambiente.

La contaminación y la introducción masiva de microplásticos en nuestra tierra, con sus aditivos tóxicos de alta durabilidad (la durabilidad del plástico acostumbra a ser superior a una, dos e incluso más generaciones humanas), altera nuestros suelos provocando un grave impacto en nuestra alimentación, salud y ecosistemas.

Según el texto, el sector que más consumo de plásticos presenta actualmente es el agroalimentario, un 25% del total. Es decir, uno de cada cuatro kilogramos de plásticos usados en España está relacionado con los alimentos, y un 6% corresponde a la producción agrícola. "Este porcentaje supone toneladas de plásticos cuyo uso y, especialmente, desuso están teniendo efectos muy negativos para la sociedad y el medio ambiente".

En nuestro país estamos hablando de más de 220.000 toneladas anuales de plasticultura. Si transformamos esa cifra en algo más visual, por ejemplo, en bolsas de plástico, obtenemos que el sector agroganadero utilizaría 40.000 millones de bolsas de plástico que, extendidas en el suelo, corresponden a la superficie de la Comunidad Autónoma de Madrid.

La producción de frutas y verduras en el actual sistema alimentario (basado en una agricultura industrial y globalizada) "parece inimaginable sin plástico. Pensemos que todos los sistemas de riego, invernaderos y túneles están hechos de este elemento; las redes de plástico mantienen a las aves fuera de los árboles; y campos enteros están cubiertos con láminas para calentar el suelo y extender la temporada de cosecha" ennumera.

Toneladas de microplásticos en los lodos de depuradora

No obstante, todo parece indicar que la mayor puerta de entrada de microplásticos a los suelos agrarios -más allá de los residuos generados por la misma actividad agrícola- se encuentra en el uso de los lodos de depuradora como fertilizante. La práctica totalidad de los microplásticos arrastrados por la actividad doméstica, industrial o agraria acaban en los lodos de depuradora y, de ahí, la inmensa mayoría son vertidos a los campos agrarios. A nivel estatal, esto corresponde a más de 17.000 toneladas anuales de microplásticos vertidos en nuestros suelos agrarios. Lo que equivale a más de 3.000 millones de bolsas de plástico de supermercado.

“No es conveniente suponer que todas esas toneladas de plástico que se acaban inyectado en nuestros suelos son inocuas; al contrario, afectan significativamente a los ecosistemas y la salud de la población. Nuestro sistema alimentario se está viendo interferido por miles de toneladas de plásticos que directa o indirectamente llegan a nuestro cuerpo y afectan a nuestra salud” afirma Jordi Menéndez, responsable de acciones de Justicia Alimentaria.

Los micro y nanoplásticos entran en contacto con el ser humano a través de la piel, del aire que respiramos o de todo aquello que ingerimos. Los nanoplásticos son capaces de introducirse en las células y provocar cambios al bloquear o alterar procesos celulares. De hecho, estamos consumiendo alrededor de 2.000 pequeñas piezas de plástico cada semana, aproximadamente 21 gramos al mes, poco más de 250 gramos al año. Esto es el equivalente al peso de una tarjeta de crédito a la semana (5 g).

El problema de la sobreproducción de plástico es ahora reconocido en todas las esferas de la vida social y política. Sin embargo, el informe denuncia cómo las empresas productoras de plásticos y sus asociaciones empresariales intensifican sus esfuerzos para retrasar, debilitar o tumbar cualquier intento de avance legislativo encaminado a reducir la producción de plásticos y a establecer obligaciones para las empresas en materia de reducción o gestión de residuos. De hecho, señalar a la ciudadanía como responsable de la gestión de los residuos plásticos suele ser una de las principales estrategias.

“No sirven las falsas soluciones, hay que desplastificar nuestras sociedades y nuestra comida. Y para ello hacen falta políticas públicas a todos los niveles que impulsen este camino con decisión. Tenemos que reducir drásticamente la fabricación y el uso de los plásticos en todos los sectores productivos y, en concreto, en el sistema alimentario” dice Adriana Espinosa, responsable de Residuos y Recursos Naturales de Amigos de la Tierra.

Entre otras medidas, Amigos de la Tierra solicita la prohibición del uso de sustancias potencialmente nocivas en la fabricación de plásticos (aplicando, cuando proceda, el principio de precaución), así como de materiales y productos no reutilizables o reciclables al 100%, actualizar la normativa vigente sobre usos de lodos de depuradora para evitar la contaminación por microplásticos, o establecer objetivos vinculantes de reducción de plásticos en todos los sectores, en concreto en la agricultura, con medidas de apoyo para que el sector agrario realice esta transición.

2021-02-03

  • Una acción reivindicativa en la Plaza de Juan Goytisolo de Madrid. Imagen: Amigos de la Tierra
    Una acción reivindicativa en la Plaza de Juan Goytisolo de Madrid. Imagen: Amigos de la Tierra.
  • Interior del informe Plastívoros, de Amigos de la Tierra y Justicia Alimentaria
    Interior del informe Plastívoros, de Amigos de la Tierra y Justicia Alimentaria.