Una nueva investigación internacional ha concluido que la configuración de los espacios urbanos favorece la presencia de especies de aves con diferentes características, "con lo que ello supone para la mejora de los ecosistemas y la salud de la ciudadanía", según informa en una nota de prensa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), que ha participado en el estudio.

El trabajo define dos tipos de paisajes verdes urbanos. De un lado, el 'desarrollo urbano integrador' se caracteriza por mantener pequeñas zonas verdes, normalmente en forma de jardines privados y vegetación en las calles, mezclada con edificaciones unifamiliares y baja densidad de población. Por el contrario, el 'desarrollo urbano separador' se caracteriza por mantener grandes zonas verdes, usualmente grandes parques y jardines, bien diferenciadas de las zonas edificadas que poseen una alta densidad de población con bloques de pisos.

Así, en los espacios urbanos separadores crían aves que ponen muchos huevos, que utilizan con mayor frecuencia nidos abiertos y con ciclos vitales rápidos, como tarabillas, mosquiteros y cogujadas. Frente a esto, en las zonas urbanas integradoras predominan aves con una crianza más exigente y ciclos de vida más largos, como carboneros, cernícalos o gaviotas.

“Ya en estudios previos habíamos detectado que un desarrollo urbano integrador o separador determinaba la presencia de comunidades de aves diferentes”, recuerda Juan Diego Ibáñez Álamo, investigador de la Universidad de Granada. “Esta investigación nos ha permitido identificar, además, qué características de las aves les permiten asentarse en uno u otro tipo de áreas urbanas”, detalla.

En concreto, “hemos cuantificado características como su grado de especialización alimentaria, el tipo de nidos que construyen, el esfuerzo que invierten en reproducirse o su longevidad para cada especie identificada en las ciudades europeas estudiadas. Así, hemos podido analizar si el diseño urbano favorece a especies con unos u otros tipos de rasgos”, explica el investigador del MNCN Mario Díaz.

Para realizar este análisis, el equipo en el que participan investigadores del MNCN-CSIC, la Universidad de Granada y centros de investigación de Finlandia, Polonia, Alemania, Holanda o la República Checa, ha analizado la distribución de 115 especies de aves en primavera y 72 que pasan el invierno en nueve ciudades europeas, y han recolectado datos de las comunidades de aves en los dos principales tipos de desarrollo urbano (integrador o separador) de diversas ciudades europeas como Madrid, Granada, Toledo o Praga.

Mezcla de tipos de desarrollo urbano

De este modo, este estudio aporta información para diseñar áreas urbanas que favorezcan la biodiversidad y el bienestar de la ciudadanía y propone líneas de actuación para favorecer la creación de urbes más habitables, tanto para las aves como para los ciudadanos. “Los datos que hemos obtenido marcan claramente la necesidad de favorecer la mezcla de ambos tipos de desarrollo urbano para permitir que haya una mayor diversidad de aves. Una mayor biodiversidad urbana no solo es beneficiosa para nuestro entorno más próximo sino para nuestra propia salud y bienestar”, concluye Díaz.

El artículo se ha publicado en la revista Science of the Total Environment con el título de 'Urban landscape organization is associated with species-specific traits in European birds' y está firmado por J.D. Ibáñez-Álamo, L. Izquierdo, E. Mourocq, Y. Benedetti, M.L. Kaisanlahti-Jokimäki, J. Jokimäki, F. Morelli, E. Rubio, T. Pérez-Contreras, P Sprau, J Suhonen y P Tryjanowski.

2023-11-29

  • Un carbonero recogiendo material para el nido. foto: MNCN-CSIC
    Un carbonero recogiendo material para el nido. foto: MNCN-CSIC.