Tras algo menos de un año de cría en cautividad, esta mañana han sido liberadas diez de las tortugas nacidas a finales del pasado verano en La Manga del Mar Menor, según informa en una nota de prensa la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
Los animales han crecido "en condiciones óptimas y controladas de temperatura y alimentación", y se han liberado "tras alcanzar un peso y desarrollo suficiente para ser devueltas al mar en adecuadas condiciones de supervivencia", ha explicado el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, presente en el acto.
Luengo ha detallado que durante las últimas semanas fueron trasladados estos ejemplares al Oceanográfico de Valencia, donde se han sexado (dos hembras y ocho machos) y han permanecido en unas piscinas de aclimatación. Ha señalado que "nuestra costa sigue consolidándose como 'Territorio Tortuga', con el hallazgo en lo que llevamos de verano de siete rastros de estos animales intentando desovar, uno en La Manga y seis en Calblanque, aunque por ahora sin éxito".
El consejero de Medio Ambiente ha destacado la campaña puesta en marcha por la Consejería "para lograr el éxito de las anidaciones, buscando la colaboración y el respeto de la ciudadanía y contando con la de los ayuntamientos gestores de las playas urbanas, ya que la detección temprana de los rastros o los nidos es fundamental. A la vez, es muy de agradecer la implicación de las asociaciones de voluntarios que colaboran activamente en esta tarea, que redunda en beneficio de nuestra biodiversidad".
En este sentido, hay que indicar que si se encuentra una tortuga en la playa debe mantenerse siempre una distancia de seguridad de al menos 20 metros, no hay que situarse en su campo de visión ni deslumbrarla con linternas, cámaras o teléfonos móviles, y hay que avisar al 112 lo antes posible para informar de su ubicación.
Igualmente, si se localizan huellas de tortugas en la playa, es importante no pisarlas o alterarlas y llamar al 112, ya que puede haber un nido con huevos en su interior que necesiten protección hasta su eclosión.
La puesta de 2020, con 102 huevos
El pasado verano tuvo lugar la segunda puesta de tortuga boba documentada en nuestra Región, en la playa de la Cala del Esparto, en La Manga, que fue uno de los once nidos detectados esa temporada en las costas españolas.
El nido contaba con 102 huevos, de los que se descartaron dos desde el principio y se trasladaron diez al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Comunidad Autónoma en El Valle para su incubación, manteniendo otros 90 en la playa, en un nuevo nido situado a 500 metros de la puesta original, en una zona más apta para su desarrollo, colocando un dique de contención para protegerlo del oleaje en caso de temporal. Además, se cercó la zona y se balizó un perímetro alrededor como medida de protección, y se contó con vigilancia permanente.
Después de 50 días, eclosionaron tres huevos de la incubadora. Los otros siete huevos no presentaron ningún tipo de desarrollo embrionario. Pocos días después, se produjo una primera emergencia masiva de 40 individuos. Se mantuvo la vigilancia durante tres días más, emergiendo otras cuatro crías, hasta un total de 47.
Posteriormente, se procedió a la exhumación y estudio del nido por parte de técnicos de la Dirección General del Medio Natural y del Centro de Recuperación El Valle, con el resultado de 44 cáscaras de huevo correspondientes a las crías nacidas, un huevo con la cría casi a término, pero muerta, y 45 huevos más sin fecundar o desarrollar. Todo el proceso, desde el inicio, pudo ser seguido en directo gracias a la instalación de unas cámaras en el nido.
Todas las crías nacidas, tanto en playa como en el Centro de Recuperación, pasaron al programa de Headstaring, y fueron trasladas, tras su revisión y su pesaje, a los tanques de la Estación de Acuicultura Marina que el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental tiene en San Pedro de Pinatar y al Arca del Mar de la Fundación Oceanográfico de Valencia, para iniciar su cría en cautividad hasta alcanzar un peso que les permitiera aumentar su supervivencia frente a depredadores una vez devueltas a la naturaleza.
2021-07-15