El recorrido, junto a Lola Solas, para conocer la zona y participar en algunos proyectos de investigación, nos llevó la soleada mañana del sábado 22 de agosto al Parque Natural de la Bahía de Cádiz (España), un enclave de enorme importancia para las aves situado entre Doñana y el estrecho de Gibraltar, con una superficie superior a las 10.000 hectáreas y que presenta una gran variedad de ecosistemas -marisma, salinas, pinares, dunas y playas-.
Atravesando las zonas húmedas y estepas salinas de la marisma de Cetina, tras solicitar permiso para acceder, las protagonistas fueron las cerca de 400 agujas colinegras que se alimentaban y descansaban en el humedal después de recorrer grandes distancias en su migración. La especie, que se reproduce desde Islandia hasta Europa y áreas de Asia Central, en la Península es reproductora esporádica y puede verse durante la migración y la invernada. Otras especies de limícolas - correlimos común, correlimos zarapitín, cigüeñuela común, avoceta, combatiente, andarríos grande, andarríos chico o chorlitejo grande- junto con flamencos, ardeidas, gaviotas, cigüeñas blancas, aguiluchos laguneros y varias decenas de espátulas, ocupaban el humedal.
Por la tarde y hasta bien entrada la madrugada, gracias a la mediación de Chúss Fernández, participamos en la jornada de anillamiento de estérnidos (charranes y fumareles) en dormidero, que tenía lugar en el Parque Natural de la Bahía de Cádiz de la mano del Grupo de Anillamiento Estación Ornitológica Anastasio Senra (EOAS). Este proyecto lo iniciaron en 2006 José Cabral y Salvador Márquez, hasta 2011 aproximadamente. En 2018 lo recuperó Alberto Álvarez formando equipo con Javier Oliva y José Luis Garzón, del Grupo de Anillamiento Milvus-GOES. En los últimos años han incorporado el anillamiento de estas aves con anillas de PVC para su lectura a distancia, permitiendo así más registros de la actividad de las aves sin necesidad de capturarlas, y aumentando la información sobre sus desplazamientos migratorios y el tiempo de permanencia en el dormidero de la bahía de Cádiz.
Extremando las precauciones reduciendo el número de participantes en la jornada de anillamiento, con el obligado uso de mascarillas y teniendo a mano jabón y garrafas de agua con dispensador para la higiene de manos, la jornada se desarrolló con un elevado número de capturas. En total, 72: 43 charranes comunes -uno de ellos con remite Helgoland (Alemania)-, 21 fumareles comunes, 3 charrancitos comunes, 2 gaviotas cabecinegras, 1 charrán rosado, 1 charrán patinegro y 1 correlimos zarapitín.
En este dormidero de charranes de la bahía de Cádiz se ha anillado charrán común, charrán patinegro, fumarel común, charrancito común, charrán ártico, charrán bengalí, charrán rosado y diferentes especies de limícolas y gaviotas. Entre las aves recapturadas aquí se han registrado ejemplares anillados en lugares como Noruega, Suecia, Reino Unido, Holanda o Ucrania, siendo el registro más exótico de Cape Town (Sudáfrica). Un charrán común capturado en Cádiz en agosto de 2018 había sido anillado como pollo en el nido en julio de 1999 en Pialassa Della Baiona, Ravenna, por lo que contaba con 19 años en ese momento.
Entre los registros realizados gracias a las anillas de lectura a distancia destaca un charrán común con anilla de PVC con inscripción LX que fue observado en diciembre de 2019 en Swakopmund (Namibia) a 7.000 kilómetros de distancia en línea recta, siendo la distancia real recorrida mucho mayor al tratarse de aves que se desplazan por mares y océanos. Toda esta información aporta datos muy valiosos sobre la migración, supervivencia de las aves, etc.
Otro de los proyectos de anillamiento de stérnidos con PVC que se llevan a cabo a nivel nacional tiene lugar en la Marisma del Odiel. El anillamiento de larolimícolas (límicolas, gaviotas y charranes) en este enclave se empezó a realizar hace más de 20 años, y desde 2016 lo desarrolla la oficina de SEO/BirdLife en Doñana, enmarcado en el Proyecto Sterna, liderado por Carlos Molina. En 2019 comenzaron a marcar con anillas de PVC charranes comunes, charranes patinegros y fumareles comunes, y entre las lecturas a distancia que han llegado hasta la fecha destaca otro charrán común que tras de ser anillado en agosto de 2019 fue observado dos meses después también en Swakopmund (Namibia), lo que implica que el ave recorrió una media de 116 kilómetros diarios desde el día del anillamiento hasta el día de la observación (60 días después).
Igualmente, en las Salinas de San Pedro del Pinatar (Región de Murcia), el grupo de anillamiento e ANSE lleva 20 años anillando con anilla metálica pollos en nido de charrán común, charrán patinegro, charrancito común y pagaza piconegra, además de gaviotas. Este trabajo se ha venido haciendo desde el grupo de anillamiento y desde 2019 y hasta 2022 se realiza en el marco del Proyecto LIFE Salinas. Está previsto que en 2021 se comience a anillar con PVC stérnidos con la finalidad de obtener una mayor información, ya que el número de recapturas ha sido muy bajo considerando el elevado número de anillamientos que se han llevado a cabo durante las últimas dos décadas.
El 24 de agosto nos desplazamos hasta Chiclana para unirnos a la campaña de seguimiento de las espátulas que utilizan el corredor migratorio Playa de la Barrosa- Cabo Roche. Por segundo año consecutivo disfrutamos junto a los voluntarios del proyecto Limes Platalea, de la Sociedad Gaditana de Historia Natural, del conteo de espátulas en migración antes de dar el salto a África, donde pasarán el invierno en Mauritania y Senegal.
Con mascarillas y manteniendo las distancias, nos unimos a los voluntarios del proyecto. En más de seis horas de observación junto a la Torre del Puerco se pudieron ver cinco bandos, costeando desde el Norte al Sureste, de 5, 21, 9, 31 y 26 ejemplares. Además un grupo de 31 ibis eremitas sobrevoló las zonas residenciales junto a la playa de la Barrosa en varias ocasiones a lo largo de la mañana.
Sólo dos días después, el 26 de agosto, los voluntarios pudieron contar y disfrutar en la Barrosa de 400 espátulas en migración, con los bandos formando largas líneas o en forma de V que son uno de esos bellos espectáculos de la naturaleza.
El proyecto Limes Platalea confirmó en 2012 un paso por un importante corredor entre los continentes europeo y africano. Se estudia anualmente y este año ha dado comienzo a principios de agosto y finalizará a mediados de octubre. En el seguimiento pueden participar todas aquellas personas que estén interesadas contactando a través del email: limes.platalea@gmail.com o a través del teléfono 657 28 53 72.
Susana Noguera Hernández. Naturalista
2020-09-09