La Guardia Civil de la Región de Murcia ha desarrollado la operación ‘Ribera’, una investigación establecida para esclarecer un incendio forestal acaecido en los términos municipales de Moratalla y Hellín, y que ha culminado con la investigación de dos personas como presuntas autoras de delito de incendio forestal por negligencia, según informa el propio cuerpo en una nota de prensa.
A principios de mes se produjo un fuego en una zona de monte ubicada en los municipios de Moratalla (Murcia) y Hellín (Albacete). El incendio, catalogado desde el primer momento como forestal, llegó rápidamente a la ribera del río Segura, que limita las comunidades autónomas de Murcia y Castilla la Mancha. Debido a la quema de la vegetación existente, las llamas cruzaron el río y calcinaron en total más de 12.000 metros cuadrados de masa forestal. Finalmente y gracias a la rápida intervención de los medios de extinción el incendio fue sofocado.
Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) del instituto armado, en colaboración con agentes medioambientales de la Región de Murcia, iniciaron la operación para esclarecer los hechos. Los primeros pasos de la investigación permitieron averiguar el origen del incendio, arrojando como causa más probable una negligencia o imprudencia.
El análisis de los indicios obtenidos durante la investigación ha permitido constatar a los guardias civiles que el inicio del incendio, presuntamente, se debió a una quema de restos de poda de frutales que se descontroló a sus autores.
Los investigadores han hallado en el lugar hasta tres quemas de acumulaciones de restos de poda de siete metros de diámetro por dos de alto aproximadamente, determinando el punto de inicio en una de estas quemas, que encontró continuidad en combustible vegetal próximo y se extendió rápidamente a terreno forestal.
Las evidencias encontradas han llevado a los investigadores a determinar como causas probables del incendio la negligencia/imprudencia por uso directo de llama en zona de monte. La Guardia Civil ha identificado a los dos propietarios de una empresa agrícola que, presuntamente, realizaron las quemas de restos de poda, los cuales han sido investigados y se les ha instruido diligencias como presuntos autores de delito de incendio forestal.
Delito de incendio forestal
Los autores de este tipo de hechos pueden incurrir en un delito, recogido en el vigente Código Penal, que se castiga con penas de prisión de uno a cinco años y multa de dieciocho a dieciocho meses.
Tanto el Reglamento sobre Incendios Forestales del Decreto 3769/1972, del 23 de diciembre, como en la Orden de 24 de mayo de 2010, de la Consejería de Agricultura y Agua contemplan las medidas de seguridad que se deben adoptar a la hora de realizar un fuego en terreno forestal, entre las que destaca la de formar un cortafuegos en el borde de la zona que se va a quemar, que en ningún caso será inferior a dos metros si los terrenos colindantes están desarbolados, ni cinco metros si están cubiertos de árboles de cualquier edad.
Asimismo, se debe disponer de útiles de extinción y reservas de aguas en cantidad no inferior a 50 litros. Y no abandonar la vigilancia de la zona quemada hasta que el fuego este completamente apagado y hayan transcurrido 12 horas desde que se observen llamas o brasas.
Los investigados y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Caravaca de la Cruz (Murcia).
2019-03-19