La Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente ha comenzado esta semana la instalación de 25 fondeos ecológicos en Isla Grosa y El Farallón para que el amarre de embarcaciones de recreo y la práctica del buceo evitan daños en el fondo marino, según indica la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia en una nota de prensa. Estos elementos contribuirán a la preservación de la pradera de posidonia y la gran diversidad de especies marinas existentes en la zona.

Con el fin de hacer compatible el disfrute de esta zona con la conservación medioambiental, se está instalando este nuevo fondeadero con anclajes ecológicos fuera del perímetro de protección de la isla, así como diversos puntos de amarre ecológicos para la práctica controlada del buceo, tanto en Isla Grosa como en El Farallón.

La zona de boyas se situará en la cara oeste de Isla Grosa, fuera de los límites de la zona de amortiguación de 300 metros de radio de perímetro alrededor de la isla, y estará formado 25 unidades distribuidas a lo largo de dos líneas de 300 metros de largo. Además, se instalarán otras cinco boyas destinadas al amarre de embarcaciones dedicadas a la práctica del buceo.

La existencia de un sustrato rocoso a poca profundidad impidió la utilización del sistema de anclaje ecológico conocido como ‘Manta Ray’, ya que el espesor de arena existente era insuficiente para poder usarlo. Por esta razón, ha sido necesario cambiar este sistema y se está empleando otra tecnología denominada anclaje de taco químico, que consiste en perforar la roca y colocar una barra de acero galvanizado y una resina.

Esta actuación que ayuda a preservar el medio ambiente y facilitar su disfrute está cofinanciada con fondos Feder de la Unión Europea y asciende a 46.693 euros.

La directora general de Medio natural, Consuelo Rosauro, indicó que “esta actuación en el entorno marino de la Isla Grosa y El Farallón permitirá preservar la pradera de posidonia que se extiende densa, homogénea y con un estado de conservación óptimo y que beneficia la existencia de una gran diversidad de especies marinas y una excelente calidad de las aguas que atrae a un creciente número de personas”.

Isla Grosa es un espacio natural protegido declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC). Entre los objetivos de gestión en esta isla está garantizar la conservación y recuperación del hábitat de las principales especies de avifauna que alberga, como la gaviota de audouin, el paíño europeo y el cormorán moñudo.

Los trabajos de control y seguimiento de la población de aves indican que Isla Grosa se convirtió este verano en el mayor ‘dormidero’ del cormorán moñudo en el mar Mediterráneo, superando los 400 ejemplares.

2017-12-10