Víctor Martínez, que se acaba de graduar como arquitecto por la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), ha proyectado una escuela construida íntegramente con plástico de botellas reciclado e impreso en 3D que, después del asesoramiento de la ONG Oxfam, formará parte del campo de refugiados de Bría, en República Centroafricana, segúninforma la institución docente en una nota de prensa.

El arquitecto quiere poner todo lo que ha aprendido al servicio de quienes más lo necesitan. Su Trabajo Fin de Grado, dirigido por la profesora del área de Composición Arquitectónica María Mestre, se inició cuando, hace dos años, empezó a trabajar sobre la posibilidad de utilizar impresoras 3D convencionales de código abierto para construir estructuras. Hoy está embarcado en una aventura que le lleva a África; “desde hace tiempo sabíamos que podemos imprimir edificios en 3D, ahora es el momento de democratizarlo y ayudar a los demás", señala.

Las pruebas finales de prototipado, del que se realizaron 27 versiones, permitieron encontrar el sistema geométrico idóneo para imprimir en 3D las piezas básicas con las que construir estructuras resistentes de gran tamaño.

A través de la Universidad Politécnica, el Servicio de Empleo y Formación (SEF) permitió al estudiante utilizar los laboratorios de transformación de polímeros del Centro de Referencia Nacional de Química. «Con un laboratorio así pudimos caracterizar el comportamiento estructural de estas impresoras 3D y optimizar al máximo el uso del material para disminuir el consumo, impacto ambiental, peso y maximizar su comportamiento. El resultado es fascinante, ahora usamos un 20% de material para obtener resistencias casi de piezas sólidas», señala Víctor Martínez.

La construcción cuenta además con una total autonomía de electricidad a través de placas solares, autoabastecimiento de agua por captadores, depuradoras, filtros y decantadores para potabilizarla e incluso destinar los excedentes al resto del campo, así como un sistema de saneamiento a través de “Tiger Toilets”, cuyos residuos se utilizan para el abonado por infiltración de cultivos en el campo.

Natural de Abanilla, Martínez explica que el material utilizado para construir estas estructuras, lo suficientemente resistentes como para dar cobijo a niños sin refugio, es plástico de botellas, plástico PET. De esta manera se cierra el círculo y el mismo material que amenaza la biodiversidad a nivel mundial acaba sirviendo de refugio para ayuda humanitaria.

"La Arquitectura es una profesión de servicio. Los arquitectos damos soluciones a problemas y hay situaciones que requieren de toda nuestra creatividad para darle un giro y dignificar la vida de muchas personas", señala Martínez Pacheo, que en la actualidad está cursando el máster de especialización de Ciencia y Tecnología Avanzada de la Edificación de la UPCT.

2019-10-28

  • Fotograma extraído del vídeo incrustado en la nota de prensa de la web de la UPCT
    Fotograma extraído del vídeo incrustado en la nota de prensa de la web de la UPCT.