Trece buitres negros (siete hembras y seis machos) recobraron ayer la libertad, coincidiendo con el Día de las Aves, y ya han pasado a formar parte de la incipiente colonia de esta especie que comienza a gestarse en la Sierra de la Demanda, según informa en una nota de prensa el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa), responsable de la liberación y que realiza esta suelta por tercer año consecutivo.
El nuevo grupo se ha liberado en la misma zona de reintroducción de la especie en la que la asociación conservacionista ya soltara otros 31 ejemplares en 2017 y 2018. De hecho, y gracias a los emisores GPS que portan las aves para facilitar su seguimiento, se sabe que al emprender los primeros vuelos, se han unido a sus congéneres.
Todas estas actuaciones se han desarrollado en la zona habilitada para la especie en el municipio de Huerta de Arriba (Burgos), y se enmarcan en el Proyecto Monachus, que lidera la entidad y con el que busca contribuir a la recuperación del buitre negro en toda Europa.
Los nombres de los trece nuevos ejemplares son: Cid, Carroñero, Costana, Canales, Centinela, Carolina, Coloma, Corelia, Claudia, Carabela, Corleone, Caleruega y Curiscao. La C inicial común a todos ellos permite identificarlos como liberados en el tercer año del proyecto (la gran mayoría de los liberados en 2017 y 2018 tienen nombres que empiezan por A y B, respectivamente). Algunos de estos nombres fueron elegidos por los propios niños de Huerta de Arriba durante el IV Día Internacional de los Buitres celebrado en esta localidad el pasado 31 de agosto, jornada en la que se procedió a colocar los emisores GPS a los buitres negros ayer liberados.
El marcaje con emisores GPS permite seguir al detalle sus movimientos por la zona de suelta durante las primeras horas de su vida en libertad y hará posible rastrear los movimientos que emprendan a partir de ahora. De momento, los ejemplares liberados ayer permanecen en un radio de dos kilómetros en torno al punto de liberación.
El buitre negro, catalogado en España como especie amenazada, no se reproduce en esta zona ni en el resto del Sistema Ibérico desde hace más de medio siglo. “Hemos trabajado con mucha dedicación para que buena parte de los buitres negros liberados no se vayan de la zona de reintroducción o, si se alejan de ella en sus movimientos dispersivos, regresen en algún momento para reproducirse”, explica la bióloga Lorena Juste, responsable del Proyecto Monachus de Grefa en la Sierra de la Demanda, quien agrega que "el hecho de que las aves ayer liberadas hayan estado varios meses en el jaulón de aclimatación para el buitre negro que hemos construido en Huerta de Arriba ha sido fundamental para que lleguen a vincularse de por vida al territorio en el que han sido reintoducidas".
Estos ejemplares han sido cedidos por diferentes comunidades autónomas. Proceden en su mayoría de centros de recuperación de fauna silvestre, siendo Castilla y León el principal donante (nueve ejemplares). También han cedido buitres negros Castilla-La Mancha (un ejemplar) y Asturias (un ejemplar). De los dos animales restantes, uno ha sido rehabilitado en el hospital de fauna salvaje que Grefa tiene en Majadahonda (Madrid) y otro ha nacido en 2019 en el centro de cría de la especie existente en esta misma sede.
A la suelta de estas aves ha asistido casi un centenar de personas llegadas de diferentes sitios de España, vecinos de Huerta de Arriba, así como colaboradores y simpatizantes del Proyecto Monachus. Los asistentes pudieron acceder a un punto de observación habilitado a un kilómetro en línea recta de la zona de liberación para observar a los buitres negros a una distancia prudencial sin ocasionarles molestias. Desde allí observaron cómo estas aves, tras la apertura de la puerta del jaulón de aclimatación ayer al amanecer, fueron saliendo a su libre albedrío para iniciar su vida en libertad.
El día anterior, en la plaza de Huerta de Arriba, el equipo del Proyecto Monachus de Grefa había llevado a cabo una presentación pública de esta actuación. En conjunto, más de 150 personas han participado en algún momento en los actos convocados el fin de semana en Huerta de Arriba.
El Proyecto Monachus para la reintroducción del buitre negro, que se desarrolla también en otras localidades, lleva asociado en esta zona la intención de recuperar también otra rapaz necrófaga amenazada: el quebrantahuesos. En el caso de esta especie, se van a arbitrar acciones encaminadas a facilitar su nidificación futura mediante la mejora del hábitat de alimentación y de cría.
En las acciones llevadas a cabo en la Reserva de Boumort (Lleida), en el Prepirineo catalán, por ejemplo, a través de una actuación similar, en la que también participa el Proyecto Monachus, se ha creado una colonia de más de 60 ejemplares y 20 parejas reproductoras, de las que han nacido casi medio centenar de pollos desde el inicio del proyecto hace más de diez años.
El Proyecto Monachus para la reintroducción del buitre negro en la Sierra de la Demanda es posible gracias a Grefa, con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica a través de la Fundación Biodiversidad, Red Eléctrica Española (REE), el grupo de acción local Agalsa y EDP Renovables, junto con la colaboración de la Junta de Castilla y León, la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, el Ayuntamiento de Huerta de Arriba (Burgos) y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona).
2019-10-07