Un equipo de profesionales del Oceanogràfic de Valencia ha viajado hasta las Islas Shetland del Sur, en Argentina, para participar en un estudio científico sobre la vida marina en la Antártida y la respuesta de varias especies frente a los cambios ambientales, según informa la entidad en una nota de prensa.

Se trata de una cooperación en el programa de investigación de Mamíferos Marinos del Instituto Antártico Argentino; y se enmarca en particular en el proyecto Picta 2010-01, denominado 'Biología trófica y respuesta al cambio climático de los pinnípedos de la Península Antártica y el Arco de Scotia'. Este proyecto tiene como objetivo profundizar en el conocimiento de la alimentación y el estado de salud de cinco especies de pinnípedos antárticos: el elefante marino del sur (Mirounga leonina), la foca cangrejera (Lobodon carcinophaga), la foca de Weddell (Leptonychotes weddellii), el lobo marino antártico de dos pelos (Arctocephalus gazella) y la foca leopardo (Hydrurga leptonyx).

El trabajo de campo se concentra en Zonas Antárticas Especialmente Protegidas (en este caso ZAEP N °132 “Península Potter”) de la isla 25 de Mayo, en el archipiélago de las islas Shetland del Sur.

Bajo el liderazgo del investigador principal Javier Negrete y respaldado por el Instituto Antártico Argentino, la Dirección Nacional del Antártico y el Comité Polar Español, durante el mes de febrero y hasta finales de marzo, Carlos Barros y Nacho Fayos, veterinario y cuidador de mamíferos marinos del Oceanogràfic de Valencia respectivamente, están colaborando estrechamente con integrantes del programa de investigación de Mamíferos Marinos durante la campaña antártica de verano.

Para ello, realizan tareas de observación del comportamiento social de estos animales, analizando aspectos clave como la dieta, la condición física y las tendencias poblacionales a gran escala de estas especies. Asimismo, se recolectan muestras y materiales óseos y se llevan a cabo censos poblacionales de mamíferos marinos.

Su labor se centra en identificar las enfermedades presentes y las ausentes, como la posible transmisión de la gripe aviar desde las aves silvestres a mamíferos marinos, con el objetivo de comprender cómo podrían influir en la dinámica poblacional.

Además, los técnicos del acuario fijan algunos dispositivos satelitales en elefantes marinos para estudiar su comportamiento, el uso de su hábitat o los patrones de conducta. Unas rutas que pueden proporcionar importantes datos a la comunidad científica y que ayuden a comprender la dinámica poblacional de estas especies y su posible respuesta al cambio climático.

Del mismo modo, también colaboran en la investigación a través de la realización de censos poblacionales y registro de medidas corporales de los mamíferos marinos presentes en diferentes ubicaciones de estudio.

Gracias a la recolección de muestras de tejidos, también se puede obtener información valiosa sobre la salud y el bienestar de estas poblaciones y su adaptación a los cambios ambientales.

Paralelamente, a través de las biopsias, las heces y los restos de los animales encontrados sin vida en las playas y que se recolectan, se puede analizar la posible concentración de elementos esenciales, metales pesados o la presencia de microplásticos, buscando, además, posibles nuevas amenazas que estén afectando a su bienestar.

En definitiva, agrga la nota, "un exhaustivo trabajo de campo que es crucial en la protección y conservación de la vida marina en la región antártica" y pueden desarrollar "gracias al trabajo y la experiencia que los profesionales del Oceanogràfic atesoran con los animales en un centro tan controlado como el acuario de Valencia, que hacen posible realizar las labores veterinarias y de investigación con los animales que habitan en un entorno natural".

Uno de los entornos más remotos y frágiles del Planeta

Esta cooperación en el programa de investigación de Mamíferos Marinos "es posible solo gracias al apoyo logístico e institucional de la Dirección Nacional del Antártico y el Instituto Antártico Argentino, pilares de la ciencia antártica argentina", explica el texto, que subraya que "el proyecto es una iniciativa fundamental para comprender y preservar la biodiversidad en uno de los entornos más remotos y frágiles de nuestro Planeta".

Esta investigación cuenta, además, con la participación de varios organismos que forman parte del sistema de ciencia y tecnología del estado argentino, como las universidades nacionales y el Conicet, reafirmando así la importancia del estado nacional en la construcción de conocimiento. El proyecto involucra también a diversos organismos internacionales.

El escrito añade que "el compromiso del Oceanogràfic de Valencia y su Fundación con la investigación científica y la preservación del medio ambiente se refleja una vez más en un proyecto de la Antártida, como ya sucedió el pasado año a través del Proyecto Perpantar para estudiar la respuesta de los pingüinos al cambio climático en el continente. Con ello, el acuario valenciano reafirma así su posición como centro de investigación y conservación y colaborador en estudios científicos que ayuden a la protección de especies y hábitats de todo el Planeta".

2024-03-27

  • Carlos Barros, veterinario del Oceanogràfic, fotografiando a pinnípedos en la Antártida. Foto: Oceanogràfic
    Carlos Barros, veterinario del Oceanogràfic, fotografiando a pinnípedos en la Antártida. Foto: Oceanogràfic .
  • Foca de Weddell, uno de los mamíferos objeto de estudio. Foto: Oceanogràfic
    Foca de Weddell, uno de los mamíferos objeto de estudio. Foto: Oceanogràfic .
  • Un lobo marino. Foto: Oceanogràfic
    Un lobo marino. Foto: Oceanogràfic.