"Cada inmersión que hacíamos en el puerto era una sorpresa, y cuando los vimos... ¡caballitos de mar! Un animal emblemático, y además, las dos especies, el de hocico corto y el de hocico largo", relata entusiasmado el conocido fotógrafo de naturaleza, y principalmente de la vida acuática, Javier Murcia, quien, de la mano de la Autoridad Portuaria de Cartagena, acaba de publicar un exquisito libro titulado 'Un viaje submarino por el puerto de Cartagena' que incluye ésta y otras sorpresas que abrigan las aguas más cercanas a la ciudad trimilenaria.

El volumen, presentado esta mañana en la sede de la Autoridad Portuaria de Cartagena y diseñado con intención divulgativa, da un repaso a buena parte a la vida marina que deambula entre barcos, buques, muelles y dársenas. Una parte, porque no cabía todo (sin ir más lejos, en la última inmersión vio meros, congrios, morenas, cabrachos... "si parece la reserva marina de Cabo de Palos", se dice a sí mismo). Son más de 160 fotografías a todo color, a doble página o en caras enfrentadas, impresas en un formato manejable y acompañadas de un escueto texto explicativo.

Y aunque Murcia posee un impresionante archivo documental, todas son imágenes inéditas captadas en los últimos meses entre el Puerto de Cartagena y Escombreras, que es el rango de la zona portuaria. El 90% de las fotos están tomadas, de hecho, dentro del puerto. Murcia, gran conocedor de estas aguas, ha repartido el contenido en cinco historias, que abordan la zona de rompiente (lapas y tomates de mar), los crustáceos, los nudibranquios "que son caracoles pequeñitos de colores muy vistosos", los filtradores del puerto y los peces, "que conocemos todos de los charcos de marea, sobre todo los niños", se recrea el autor.

Así, por las páginas asoman medusas, que no suelen ser normales en el puerto porque sólo entran cuando las corrientes lo permiten; la cola de una ballena, "una zona muy bonita" llena de mejillones en el muelle de la Curra, y muy diversas especies de interés comercial ("por eso hay tanta gente pescando", hace Murcia un inciso) como doradas, sargos "grandísimos", lubinas e incluso rapes, pulpo, algotes (parecido al besugo) calamares, sepiolas (los chopitos), sepia, salmonete…Hay encuadres generales y otros que se acercan mucho al detalle, como queriendo dar identidad a los ejemplares retratados. Y, siempre, sumergidos en ese instante especial que lleva la marca de un autor premiado en diferentes concursos.

Entre todos los hallazgos, el fotógrafo destaca "la cantidad de especies bioindicadoras, lo que quiere decir que las aguas del puerto son muy limpias, de una calidad muy buena", y aquí incluye gorgonias típicas de aguas profundas y fondos de reservas marinas, una nacra protegida que no podría sobrevivir en aguas contaminadas, ascidias filtradoras que mueren enseguida en aguas sucias, y el tomate de mar.

Y también especies de interés científico, como una rara holoturia que proviene del Atlántico y es la primera cita en esta zona de España, o la curiosa estrella de mar de la portada, que es propia de aguas muy profundas y aquí se ha encontrado a 17 metros de profundidad, o tiburones como la pintarroja (tiburón gato), cuya presencia ilustra con la imagen de un huevo con el tiburón dentro, captada en el Faro Verde. Y especies protegidas, como el caballito de mar, del que hay "una población bastante curiosa", dice.

Comparten páginas también las aves marinas, como un cormorán moñudo buceando para cazar pececitos pequeños, sobre todo chirretes. Y especies enédemicas (únicas de una zona). "Los endemismos en el puerto de Cartagena son bastante numerosos, sobre todo en peces", apunta, para nombrar gobio sarato, censado en pocos sitios del Mediterráneo "y aquí hay una población bastante abundante", o lábridos, "que son coloridos y los machos fabrican nidos", momento captado en una de las fotografías del libro. Los nudibranquios "que le dan un toque de color al libro" y de los que "hay una variedad larguísima dentro del Puerto". Eso sí, para dar con ellos hay que saber de qué se trata, porque "son pequeñitos hay que meterse con botellas e indagar en el fondo".

El libro concluye con varias páginas dedicadas a Cartagena y que van desde la Arqueología a la ciudad actual, la biología marina y la conservación. En este sentido, con su desparpajo habitual, el fotógrafo ha recordado que "el agua es cojonuda, está muy limpia, pero los pescadores sobre todo, es lo que nos hemos dado cuenta, tiran muchísima mierda, desde anzuelos y plomo a botellas, latas… la gente que debía proteger el mar… es una pasada, hay zonas que están minadas de basura", lamenta.

Joaquín Segado, presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, ha conducido esta mañana la presentación del libro. Aficionado al buceo como es, lo que más le ha sorprendido han sido los caballitos de mar, la presencia de calamares y en concreto la imagen en la que parece estar cuidando de su huevo, y el colorido de algunas especies en las que nunca se había fijado.

Sobre la publicación, señala que "uno de los objetivos estratégicos es convertirnos en el puerto más sostenible del Mediterráneo". Eso, explica, se consigue con muchas líneas de trabajo. Una de ellas consiste en una línea de bonificación a los barcos que tienen buenas prácticas ambientales, "y muchos de los que trabajan aquí se han “puesto las pilas” en el tema de emisiones para poder obtener esos beneficios en las tarifas portuarias, que puede llegar hasta el 52%", detalla. Otra línea de trabajo es la inversión en conocimiento para la puesta en valor y para la conservación de la biodiversidad que hay en el puerto y en el entorno portuario. Al respecto, asegura que en los últimos años han invertido más de un millón y medio de euros en acciones de conservación de biodiversidad. Y a todo ello añade "este tipo de iniciativas que tienen un fin más divulgativo, como este libro, que nos ayudan a concienciar a la sociedad de los valores que hay dentro de las aguas del puerto", que siendo el primer puerto de España en graneles "tenemos una aguas súper limpias, como se ha puesto de manifiesto en el libro". En este apartado "hacemos un esfuerzo muy importante para la limpieza de la lámina de agua a diario, con un barco que se dedica exclusivamente a limpiar y que supone una inversión de 300.000 euros al año, y todo esto suma para que intentemos conseguir que el Puerto de Cartagena sea un referente en sostenibilidad", defiende.

Para Segado, "el libro es una acción más de divulgación, de concienciación y de implicación de la sociedad con su puerto. Producido íntegramente en nuestro puerto, estamos muy orgullosos del resultado". Un volumen que se ha ideado como un regalo institucional de la entidad que, con unos 1.000 ejemplares editados, llegará a todos sus trabajadores y a los medios de comunicación

A Murcia, por su parte, poder publicar este libro le ha parecido un regalo porque "me encanta el buceo y la fauna marina". Recuerda sus años de joven buzo cuando se introducía en ésta y otras aguas y, en la monotonía de la tarea, contemplaba asombrado la vida que se desenvolvía a su alrededor. Ahora ha tenido ocasión de recogerlas en un nuevo volumen que contiene lo más emblemático que ha descubierto en el soprendente viaje submarino por el puerto de Cartagena.

monica_rubio_foto_blog_bn.jpg

 

Mónica Rubio. Periodista y Bióloga
2018-12-27