La muerte por ahogamiento del único macho de lince ibérico de Albacete hace unos días está sirviendo para visualizar la amenaza que suponen los puntos artificiales de agua sin protección para la fauna silvestre, según expone en una nota de prensa la Asociación para la Defensa de la Naturaleza al Sur de Valencia (Adensva).

Adensva ha conocido el reciente fallecimiento de Lucero, el único macho de lince ibérico cuyo territorio vital se hallaba en la provincia. Había sido liberado allí de forma experimental hace tan sólo tres meses por el Gobierno de Castilla-La Mancha, al objeto de establecer el primer núcleo incipiente reproductor de la especie en la provincia de Albacete. El cadáver del ejemplar, que se encontraba radiomarcado, fue hallado flotando en una balsa de riego de lona plástica.

La asociación conservacionista viene alertando desde hace unos años de la grave amenaza para la conservación de la biodiversidad que suponen las balsas y los canales. Se trata de balsas de riego, depósitos antiincendios y canales para el transporte de agua, accesibles en muchos casos para la fauna, pero carentes en su mayoría de rampas que faciliten su salida. Esta carencia es debida a la falta de una normativa que obligue a los titulares de estas instalaciones a la presencia de dispositivos de seguridad para la fauna. Por ello, cada año mueren en España miles de animales ahogados en este tipo de infraestructuras.

A raíz de las denuncias de Adensva, la Fiscalía de Medio Ambiente dirigió en 2021 un oficio a las comunidades autónomas al objeto de que sus agentes forestales y medioambientales inspeccionasen dichas infraestructuras en sus territorios. Desde Adensva señalan la urgente necesidad de aprobación de una norma a nivel general que obligue a los titulares de este tipo de instalaciones hídricas a que adopten medidas eficaces para evitar ahogamientos de fauna.

Historia singular del lince Lucero, el ejemplar nº 100

La historia del lince Lucero es muy singular. Nació en el centro de cría en cautividad de La Olivilla (Jaén) y fue liberado en 2015 en los Montes de Toledo, siendo el ejemplar reintroducido número 100 del programa de cría en cautividad. Durante cuatro años en libertad fue el progenitor de ocho camadas de un total de 21 linces.

Pero en 2019 se le diagnosticó una lesión neurológica a raíz de un atropello, que agravó una lesión previa de una pata delantera causada por un lazo, lo cual obligó a amputarle dicha extremidad y que pasara largo tiempo en un centro de recuperación.

Aprendió a cazar de nuevo por sí sólo, pero sus secuelas le hacían ser demasiado vulnerable como para ser liberado de nuevo en una zona con presencia de otros ejemplares macho territoriales de lince ibérico. Por ello, su segunda oportunidad llegaría en noviembre de 2021, cuando se decidió liberarlo en el territorio de una hembra llamada Quastellana que se había establecido de manera natural en el sur de la provincia de Albacete, una zona muy alejada de otras áreas con presencia asentada de la especie.

"Pero la segunda oportunidad del lince Lucero se ha visto cruelmente truncada por la grave amenaza que suponen para la fauna los puntos artificiales de agua sin elementos antiahogamiento", recalca el texto.

2021-02-24

  • 1. Suelta del lince Lucero en Albacete en noviembre de 2021. Fuente: JCCM / Adensva
    1. Suelta del lince Lucero en Albacete en noviembre de 2021. Fuente: JCCM / Adensva.
  • Las balsas de agua sin dispositivos de salida son trampas mortales para la fauna. Foto: Adensva
    Las balsas de agua sin dispositivos de salida son trampas mortales para la fauna. Foto: Adensva.