Ecologistas en Acción califica al Proyecto de Colector Norte del Mar Menor como un error y advierte de que proyectos como éste "no son la solución y suponen una importante pérdida de oportunidad, además de generar impactos adicionales", según detalla en una nota de prensa en la que pide al Ministerio "que se descarte de forma definitiva este proyecto y se sustituya por medidas de reducción en origen y por soluciones basadas en la naturaleza en la cuenca". Y todo ello, tras matizar que estamos "a tan sólo unos días de que se cumpla un año desde que se produjera una de las peores lluvias torrenciales de las últimas décadas en la región, con especial afección al entorno del Mar Menor".

El texto recuerda que "tal y como advierte la organización en sus alegaciones a dicho proyecto ante la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), existen importantes errores en el análisis previo, que afectan a la justificación del mismo. Hay una confusión interesada entre gestión de los nutrientes y gestión del agua. También se fracciona indebidamente el proyecto, y se obvian importantes impactos. Aunque lo más preocupante es que no se demuestra ninguna mejora ambiental para el Mar Menor con la ejecución del mismo".

Entre esos errores de diagnóstico previo, "el más grave se encuentra en la exagerada sobreestimación de entrada subterránea al Mar Menor en la que se basa todo el proyecto, y que multiplica por ocho la magnitud real". Ecologistas en Acción alega que la memoria sitúa dicha entrada en 66 hm3/año, cuando los estudios más recientes, llevados a cabo por Tragsatec y promovidos por el propio Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, sitúan la entrada anual en unos 8,5 hm3/año desde el Cuaternario, lo que demuestra que, como reconoce dicho estudio, “la prioridad pasa por reducir en origen la contaminación que afecta a los flujos superficiales, no por interceptar los flujos subterráneos”.

Por otro lado, "no se ha tenido en cuenta que el proceso eutrófico requiere de la presencia tanto de nitrógeno como de fósforo, pero el acuífero Cuaternario no contiene fósforo, que entra a la laguna principalmente por la vía de arrastres superficiales, que no son objeto de este proyecto".

El proyecto pretende captar agua del Cuaternario, bombearla al Mojón, desalobrarla de nuevo para riego y verter el rechazo al Mediterráneo a través de un emisario submarino, "pero no incluye actuaciones para eliminar el nitrógeno y el fósforo de tales flujos. Esto demuestra que el interés real del proyecto no es evitar la entrada de nutrientes a la laguna a través de medidas de prevención en origen y de actuaciones que permitan a la propia cuenca retener y eliminar tales nutrientes (Soluciones Basadas en la Naturaleza), sino el de hacer obras hidráulicas y darle agua al regadío".

Desde la entidad ecologista consideran que "la CHS pretende justificar que este proyecto es urgente por motivos ambientales, lo cual no se sostiene por dos importantes razones: los flujos reales del Cuaternario son muy inferiores a los contemplados en el proyecto (por lo que interceptar el Cuaternario no puede ser la prioridad), y la principal justificación ambiental del proyecto, que sería la desnitrificación de las aguas, no existe ni se contempla en este proyecto". Además, agregan, el proyecto no podría ponerse en marcha mientras las actuaciones de desnitrificación no existan. "Se pretende empezar la casa por el tejado. Por tanto, quedan descartadas tanto la necesidad como la urgencia de este proyecto", defiende la nota.

Igualmente, el hecho de que la evaluación no incluya dos actuaciones esenciales, como son el vertido tierra-mar y las instalaciones de desnitrificación, "supone incurrir en un fraccionamiento indebido del proyecto, algo totalmente contrario a la normativa de evaluación ambiental".

También valoran que, de ponerse en marcha el proyecto sin contar con las infraestructuras de desnitrificación, unas 2.400 toneladas anuales de nitratos serían vertidos al Mediterráneo en las proximidades del Mar Menor Norte; pero es que suponiendo que funcionara todo, se estarían vertiendo 600 toneladas, afectando de forma grave e irreversible el LIC marino y degradando sus hábitats, incluyendo las praderas de Posidonia oceanica, que ya están siendo afectadas por el enriquecimiento en nutrientes y procesos de eutrofización incipiente.

La organización advierte de que los graves errores y contradicciones detectados en la Memoria del proyecto, y que sirven de justificación para la obra, "hacen sospechar que el objeto real del proyecto no es aplicar medidas eficaces para mejorar el estado del Mar Menor, sino la ejecución de una serie de obras hidráulicas cuyo objetivo último no parece ser ambiental".

Para terminar, critican que no exista el más mínimo análisis coste-eficacia que demuestre que las actuaciones del proyecto van a mejorar el estado de la laguna del Mar Menor, comparando con otras alternativas. Sin embargo, si supondría una importante afección ambiental en el Mediterráneo, y otras afecciones no contempladas como la degradación de los humedales perilitorales del Mar Menor, al interceptar una parte sustancial de los flujos hídricos que los alimentan.

2020-09-04

  • Portada del Proyecto de Colector Norte del Mar Menor
    Portada del Proyecto de Colector Norte del Mar Menor.