Diez pingüinos magallánicos (Spheniscus magellanicus) regresaron al mar durante la mañana del pasado 19 de abril en las playas de San Clemente, en Argentina, tras haber sido rehabilitados en la Fundación Mundo Marino, según informa la entidad en una nota de prensa.

En el momento de su rescate, todos presentaron cuadros de desnutrición, deshidratación, anemia, hipotermia y alto grado de parasitosis.

Esta especie, que según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se encuentra 'Casi amenazada', migra entre fines de marzo y principios de abril desde la fría Patagonia argentina hasta latitudes más cálidas pudiendo llegar hasta Río de Janeiro, en Brasil. Previamente, su ciclo de reproducción se lleva a cabo entre septiembre y marzo. Luego, mudan completamente su plumaje antes de iniciar el viaje migratorio: “Estos animales poseen comportamiento gregario, por eso debemos esperar a que haya un número mínimo de recuperados para poder reinsertarlos en grupo. Pasan gran parte del tiempo en el agua, por lo que si aparecen solos en la playa es un mal síntoma. Lamentablemente, en su periplo migratorio al no encontrar el alimento suficiente, salen famélicos a nuestras costas con cuadros de hipotermia y desnutrición”, explica Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y jefe del Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino.

Es importante tener en cuenta que estos animales absorben el agua a través del alimento que ingieren, por lo que frente a la escasez del mismo, sobreviene un cuadro de deshidratación y de debilitamiento de su sistema inmunológico. Esto los vuelve más vulnerables a cualquier tipo de patología y los hace salir famélicos a las costas con cuadros de hipotermia o hipertermia, dado que no pueden regular correctamente su temperatura. Al ingresar al centro de rescate, la primera medida para asistir a estos animales debe ser la hidratación: “Les suministramos agua con vitaminas, proteínas y azúcares. Una vez que recuperan el nivel adecuado de hidratación, se les da una fórmula con agua y pescado licuado. El siguiente paso, si lo toleran, es ofrecerles pescado en trozos y, finalmente, pescado entero”, explica Ignacio Peña, médico veterinario de la Fundación Mundo Marino.

“Nosotros consideramos a todos los animales que registramos como centinelas del estado de la naturaleza. Ellos nos indican qué es lo que ocurre mar adentro y no estamos viendo”, sostiene Peña.

Estos animales fueron encontrados en las localidades de Pinamar, Villa Gesell, Mar de Ajó y San Clemente del Tuyú. Las aves marinas de los dos primeras municipios fueron rescatadas, en primera instancia, por la Fundación Ecológica Pinamar y la Fundación Verdemar que trabajan de manera cooperativa con la Fundación Mundo Marino en el rescate de fauna silvestre, detalla la nota.

2020-04-24

  • Imagen: Mundo Marino
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