Un grupo de científicos ha descubierto extensos y antiguos arrecifes de coral de aguas profundas prístinos dentro de la Reserva Marina de Galápagos (RMG), en Ecuador, constituyendo de hecho de los primeros de su tipo documentados dentro del Área Marina Protegida (AMP) desde su creación en 1998, según informan fuentes de la Fundación Charles Darwin, que trabaja en estrecha colaboración con la Dirección del Parque Nacional Galápagos.
El primer arrecife observado está situado entre 400 y 600 metros de profundidad en la cima de un monte submarino no cartografiado en la parte central del archipiélago y alberga una mezcla de vida marina profunda espectacular.
La impresionante estructura del arrecife, que se extiende varios kilómetros sobre la cima de un volcán sumergido, fue registrada por primera vez por la doctora Michelle Taylor (Universidad de Essex, RU) y el doctor Stuart Banks (Fundación Charles Darwin, Ecuador) mientras buceaban en el sumergible de investigación de aguas profundas Alvin, operado por la Institución Oceanográfica Woods Hole (WHOI, EE.UU.).
Antes de este descubrimiento, se pensaba que el Arrecife Wellington, frente a la costa de la isla Darwin, en el extremo norte del archipiélago, era uno de los escasos arrecifes de coral estructurales poco profundos de las islas Galápagos que había sobrevivido al fenómeno de El Niño de 1982-1983. El nuevo descubrimiento realizado con el Alvin demuestra que es probable que las comunidades coralinas de aguas profundas protegidas hayan persistido durante siglos en las profundidades de la RMG, sustentando comunidades marinas ricas, diversas y potencialmente únicas.
El doctor Stuart Banks, investigador marino principal de la Fundación Charles Darwin y observador nacional en esta expedición, apunta que "lo fascinante de estos arrecifes es que son muy antiguos y esencialmente prístinos, a diferencia de los que se encuentran en muchas otras partes de los océanos del mundo. Esto nos da puntos de referencia para comprender su importancia para el patrimonio de la biodiversidad natural marina, la conectividad con las AMP regionales, así como su papel en la provisión de bienes y servicios como el ciclo del carbono y la pesca. También nos ayuda a reconstruir los entornos oceánicos del pasado para comprender el cambio climático moderno". Además, agrega, "las aguas abiertas cubren más del 95% de la Reserva Marina de Galápagos (RMG) conocida, de la que menos del 5% se ha explorado mediante expediciones de investigación modernas. Es muy probable que haya más estructuras arrecifales a distintas profundidades esperando a ser exploradas. Seguiremos adelante con la Dirección del Parque Nacional Galápagos y sus socios para ayudar a garantizar que estos hábitats recién descubiertos se incorporen al proceso de planificación de la RMG y la Reserva Marina de la Hermandad y se reconozcan como parte de su considerable valor como patrimonio mundial".
Por su parte, la doctora Michelle Taylor, codirectora de la expedición y Presidenta de la Deep-Sea Society de la Universidad de Essex, señala la importancia de este descubrimiento para los hábitats de aguas profundas: "Los arrecifes descubiertos son novedosos por varias razones: en los arrecifes poco profundos, donde encontrar un 10-20% de cobertura coralina se consideraría un arrecife relativamente poco saludable, en las profundidades marinas esto es la norma. Los esqueletos de coral muerto que constituyen el 80-90% restante siguen albergando una enorme diversidad de vida, que depende menos de las secciones vivas de coral. Sin embargo, los arrecifes que hemos encontrado en los últimos días tienen un 50-60% de coral vivo en muchas zonas, lo cual es muy raro. Son prístinos y rebosan vida: pulpos rosas, peces murciélago, langostas y una gran variedad de peces de aguas profundas, tiburones y rayas. Estos arrecifes recién descubiertos son potencialmente de importancia mundial, un indicador para otros arrecifes del mundo, lugares que podemos vigilar a lo largo del tiempo para ver cómo evoluciona un hábitat prístino dada nuestra actual crisis climática".
El doctor Daniel J. Fornari, codirector de la expedición, geólogo marino e investigador emérito de la Institución Oceanográfica Woods Hole, que ha cartografiado y tomado muestras del medio marino de las Galápagos durante más de 20 años, señala finalmente que "la exploración, el mapeo y muestreo de la Plataforma de las Galápagos con Alvin y Atlantis brinda una oportunidad de aplicar las tecnologías de mapeo del fondo marino y de inmersión profunda de última generación, así como las innovadoras técnicas de obtención de imágenes de los fondos marinos. Estas técnicas revelan la belleza y complejidad de los procesos volcánicos y biológicos que hacen de las Galápagos un lugar tan singular".
“Son noticias alentadoras. Esto reafirma nuestra convicción de establecer nuevas áreas marinas protegidas en el Ecuador y seguir impulsando la creación de una regional en el Pacífico Este Tropical. La riqueza aún inexplorada de las profundidades del océano es un motivo más para esforzarnos en alcanzar los compromisos de la Alianza Global para el Océano - 30x30, cuyo objetivo es que al menos el 30% de los océanos del mundo se declaren Áreas Marinas Protegidas (AMPs), hasta el año 2030, permitiendo actividades económicas sostenibles alineadas con la conservación”, agrega José Antonio Dávalos, Ministro del Ambiente, Agua y Transición Ecológica.
Hallazgos científicos como éste ayudan a informar medidas de gestión y conservación efectivas. También llegan en un momento en que los países del Pacífico Este Tropical (Panamá, Costa Rica, Colombia y Ecuador) están colaborando activamente a través de la iniciativa del Corredor Marino Regional (CMAR) para proteger y gestionar de forma responsable el océano del que dependemos las personas, detalla la nota. Áreas marinas protegidas recientemente declaradas, como la Reserva Marina de la Hermandad (RMH), conectan ahora los montes submarinos de aguas ecuatorianas con entornos marinos de alta mar como el Parque Nacional Isla del Coco de Costa Rica. Los procesos oceanográficos y marinos naturales trascienden las fronteras nacionales, lo que subraya la necesidad de medidas especiales que protejan las zonas de alimentación, las rutas migratorias de la vida marina y sostengan una pesca responsable.
Taylor y Banks forman parte de un grupo internacional de científicos a bordo del buque de investigación R/V Atlantis, propiedad de la Armada de los Estados Unidos y operado por WHOI, que está llevando a cabo la expedición GalápagosDeep2023. La expedición está dirigida por científicos de la WHOI, la Universidad de Bristol, la Universidad Estatal de Boise y la Universidad de Essex, en colaboración con la Dirección del Parque Nacional Galápagos, la Fundación Charles Darwin y el Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada Ecuatoriana (INOCAR). El viaje está financiado por la National Science Foundation (NSF) de Estados Unidos y el Natural Environmental Research Council (NERC) del Reino Unido.
2023-04-18