¿Tenemos suerte o no en elclickverde? Cuando una lectora nos manda una imagen como éstas, nosotros nos sentimos muy afortunados y pensamos que estamos en el buen camino.
Las aves son seres enigmáticos. Lo mismo se espantan al menor movimiento, que escogen la puerta de entrada de tu hogar para anidar.
Esto le acaba de suceder a nuestra lectora, Úrsula, que nos escribió preocupada. Una pareja de golondrinas estaba anidando precisamente en el porche de su casa, uno de los lugares más transitados de una amplia finca ubicada en el interior de la Región de Murcia. Úrsula las veía trajinar, entrando y saliendo siempre del mismo rincón, trayendo el pico cargado barro para ir acumulándolo laboriosamente "al laíco de la puerta de entrada". Y se mostraba tan sorprendida como alarmada: "Con el campo tan grande que hay y con tantos lugares... Tenemos hasta una caseta que era de los perros pero que ya no están, aquí hay cien rincones... y han tenido que elegir éste. ¡Va a ser un desastre!", se lamentaba.
Por eso, nos solicitaba alguna sugerencia. "¿Qué puedo hacer para que aniden en otro sitio?", planteaba.
En la conversación por whatsapp intercambiamos información sobre tipos de nidos adecuados para esta especie que se comercializan online, por si se podían instalar en otros puntos del terreno animando así a los animales a trasladarse, de forma natural, a un destino más tranquilo. Comentamos también la existencia de bandejas recogedoras de excrementos para evitar que la suciedad alcance el suelo y genere molestias a los propietarios, y hablamos de los beneficios de estos impetuosos insectívoros, de su belleza y de sus acrobáticos vuelos.
Porque a Úrsula le encantan los pájaros: "los tengo de todas las variedades que quieras, como no fumigo nada y les pongo recipientes con agua para que se bañen ¡esto parece una selva!", bromeaba. Al hilo, relató que por esos días podía ver decenas de jilgueros comiendo semillas, por ejemplo, y que anoche tuvo un "búho enorme" posado en el tejado.
Así que, en realidad, no era de extrañar la respuesta que, en forma de fotografía, llegaba unos días después. Por supuesto, nada de destruir el nido -que eso está prohibido-. Todo lo contrario. "La casica ya está casi a punto. No sabes lo que estoy disfrutando", decía, y en medio de varias imágenes del nido, de las golondrinas posadas o revoloteando frente a la pared, capturadas al vuelo con el móvil -aquí la calidad es lo de menos-, había una en particular en la que se aprecia, como aviso a los visitantes, un felicísimo cartel: "Utilizad la otra puerta. Golondrinas anidando".
¿Tenemos suerte o no? ¡Muchas gracias, Úrsula!
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Mónica Rubio. Periodista y Bióloga
2021-05-31