El Oceanogràfic de Valencia ha marcado un hito en la investigación y conservación de animales marinos al libera, por primera vez en España, 20 crías del tiburón pintarroja, cuyos huevos fueron obtenidos hace unos seis meses del descarte de pesca en el litoral valenciano, según indica el centro en una nota de prensa.
Gracias al proyecto de investigación de la Fundación Oceanogràfic, estos huevos han podido eclosionar y desarrollarse con éxito para poder regresar a las aguas naturales de su especie en el Mediterráneo, donde han sido liberados a primeros de este mes.
Los huevos fueron extraídos de las hembras muertas o desenredados de las redes de pesca y, luego, transportados a las instalaciones de Cuarentena del Oceanogràfic, donde se limpiaron y colocaron en los acuarios preparados para el proceso y en los que se ha mantenido un control exhaustivo de las condiciones del medio, revisando diariamente la eclosión y los animales en desarrollo, que dependiendo de la temperatura han tardado entre tres y seis meses. Los huevos con los que se ha trabajado pertenecen a dos especies de tiburones: pintarroja, Scyliorhinus canicula, y olayo, Galeus melastomus.
El responsable del proyecto, Pablo García, ha explicado que los animales han sido liberados en una zona similar a la empleada por las hembras para sus puestas, con el fin de que los tiburones crezcan en su medio natural. “Hasta la fecha -ha dicho- hemos realizado una experiencia piloto que nos ha permitido pulir el proceso de manipulación y cuidado de los animales. Hemos empezado trabajando con especies habituales que no se encuentran en peligro de extinción para ver si lo que pretendíamos era posible. En vista de que el resultado ha sido positivo, el siguiente paso será trabajar con especies que se encuentren en peligro de extinción, como es el caso de algunas rayas del Mediterráneo”.
Para realizar este trabajo ha sido necesaria la colaboración del área de Conservación de la Fundación Oceanogràfic con la Associació Lamna per a l´Estudi de Elasmobranquis de la Comunitat Valenciana, de la Dirección General de Pesca de la Generalitat Valenciana y la aportación de los pescadores del barco Cap Prim Segón de Xàbia y El Pausep de València, gracias a los cuales se ha dispuesto de huevos de las dos especies de tiburones.
García ha señalado también que “el fin último del proyecto es conseguir convertir un descarte de pesca en un recurso, en algo valioso que os permita llevar a cabo una profunda labor educativa e investigadora, mientras se logra la conservación de estos increíbles animales”.
Las poblaciones de elasmobranquios -tiburones y rayas-, indica el texto, sufren un gran declive a nivel mundial por la destrucción de su hábitat y la presión pesquera. De las 89 especies encontradas en el Mediterráneo, el 52% tiene algún tipo de problema de conservación.
En todo el mundo son pescadas y declaradas hasta 280.000 toneladas de tiburones y rayas al llegar a puerto. Los pescadores extraen diariamente elasmobranquios, pero gran parte de ellos no son comercializados ni consumidos, formando parte del llamado descarte de pesca. Se calcula que aproximadamente el 25% de las capturas acaban siendo descartes de pesca.
Por otra parte, la pesca accidental de hembras ovíparas embarazadas provoca que los huevos lleguen a puerto en su interior. El proyecto de recuperación de estos huevos pretende aprovechar un recurso descartado por la pesca, llevando a término sus embriones en un medio controlado. La intención es conseguir que aquellos huevos ya fertilizados y en un estado adecuado progresen y eclosionen exitosamente. De esta manera, el recurso originalmente descartado podrá ser empleado en labores de educación y concienciación de estas especies, algunas de ellas en peligro crítico, en el medio marino, concluye la nota.
2018-02-25