Un nuevo estudio demuestra, "sorprendentemente", que la fauna de esponjas de aguas profundas del golfo de Cádiz es más parecida a la descrita en el Mediterráneo occidental que a las de áreas atlánticas cercanas como Madeira, Canarias, Azores o Cabo Verde, y que este patrón es el resultado del transporte de fauna mediante la corriente mediterránea que circula en profundidad hacia el Atlántico, según explica en una nota de prensa el Instituto Español de Oceanografía (IEO), cuyos científicos han tomado parte en el trabajo.

La investigación del grupo de Ecobiología y Biotecnología de Esponjas del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) y del IEO analiza la influencia de la corriente mediterránea profunda que sale del estrecho de Gibraltar en la composición de la fauna de esponjas del golfo de Cádiz.

Este nuevo trabajo se centra en la composición de la fauna de esponjas en ocho volcanes de fango del golfo de Cádiz, situados entre 300 y 1.200 metros de profundidad y que están bañados por la corriente de fondo que sale del Mediterráneo. Empleando barcos oceanográficos y robots submarinos, en el marco de los proyectos europeos Intemares, Indemares y SponGES, se realizaron 38 muestreos en los que se identificaron 1.659 ejemplares de esponjas pertenecientes a 82 especies diferentes. Esta fauna local se comparó con las especies descritas en otras 16 áreas biogeográficas, incluyendo tanto zonas adyacentes del Atlántico como otras del Mediterráneo occidental y central.

El estudio evidencia también que esta capacidad de la corriente mediterránea profunda para “exportar” fauna mediterránea al Atlántico parece ser bastante efectiva con las esponjas. Las razones, según los autores, continúan siendo un misterio, pero en términos prácticos, “el estudio de los patrones biogeográficos de las esponjas podría ser un indicador de los cambios en las comunidades profundas en una etapa temprana”, explica José Luis Rueda, coautor del trabajo y científico del IEO. “Dicha detección precoz puede resultar de utilidad si se incorpora a los planes de gestión y conservación de la biodiversidad de zonas profundas, particularmente en el caso de la fauna singular que caracteriza el mar de Alborán y el golfo de Cádiz”, añade el científico.

Numerosos estudios han investigado la influencia del agua atlántica en la composición de la fauna en zonas costeras del Mediterráneo occidental, pero muy pocos han abordado el proceso contrario: la influencia de la salida de agua mediterránea sobre la composición de la fauna bentónica profunda del Atlántico.

El Mediterráneo es un mar semicerrado, con una limitada conexión natural con el Atlántico a través del estrecho de Gibraltar. El agua del Atlántico, menos densa, circula en superficie en dirección al Mediterráneo; mientras que el agua mediterránea, más densa, circula en profundidad hacia el Atlántico. Este intercambio de agua parece tener unas importantes implicaciones en la distribución de la fauna marina bentónica -aquella que vive en el fondo- a ambos lados del Estrecho.

El trabajo ha sido publicado en la revista Deep-Sea Research.

2020-08-26