La Fundación Comercio para el Desarrollo (Copade) pone en marcha la iniciativa 'Bosques Vivos: ciudadanía y empresa comprometidas en la lucha contra la deforestación importada', con el propósito de concienciar tanto a las empresas como a la población española sobre la relevancia de conservar nuestros bosques y adoptar prácticas sostenibles en la producción y el consumo, según informa la entidad en una nota de prensa.

Con el objetivo de sensibilizar a más de 50.000 personas, esta iniciativa busca fortalecer el compromiso de la ciudadanía española y el tejido empresarial con el desarrollo sostenible y la Agenda 2030. Esto incluye no solo a quienes participan en la cadena de producción, como empresas, organizaciones y gobiernos, sino también a los eslabones finales de la cadena de consumo. Así, abarca diversas áreas con el objetivo de fomentar mejoras que beneficien a todos los implicados.

Además, se presta atención a otros actores clave, como las comunidades rurales, donde se busca disminuir la deforestación mediante la promoción de prácticas sostenibles y la preservación de los recursos naturales, siendo estas poblaciones vulnerables en los países donde se origina la "deforestación importada", donde se trabajará proporcionándoles información pertinente sobre este fenómeno y alternativas sostenibles.

El proceso de actuación implica colaborar con las comunidades afectadas por la deforestación, recopilando información mediante entrevistas y estudios, aprovechando la presencia de Ccopade en varios países de Latinoamérica y sus relaciones con organizaciones locales. Además, también se realizarán guías corporativas, eventos y jornadas de reflexión para involucrar a los actores en la producción de productos que causan la deforestación. Asimismo, se organizarán actividades para concienciar a las personas consumidoras sobre la importancia de elegir productos libres de deforestación, a través de eventos y foros.

España, deficitaria en madera

A pesar de que en España la superficie forestal ha aumentado considerablemente en las últimas décadas debido al abandono de usos tradicionales y al éxodo rural hacia las ciudades, el país sigue siendo deficitario en madera. Sin embargo, esta realidad, que comparte con otros países europeos, contrasta con la situación en países en vías de desarrollo, donde la agricultura (incluida la ganadería, la producción de soja, aceite de palma, etc.) es la principal causa de pérdida de bosques en los trópicos. Además, la ampliación de carreteras, los incendios y la tala comercial también contribuyen a la destrucción y degradación de estos bosques.

El estudio publicado por Environmental Research Letters ;señala que a nivel mundial se ha perdido más del 60% de la superficie forestal per cápita en 60 años, lo que equivale a 81,7 millones de hectáreas de bosque desde 1960 hasta 2019. Según National Geographic, aproximadamente un tercio de la pérdida de cobertura forestal ocurrida desde el año 2000 en el mundo se debe a la deforestación, principalmente provocada por nuevos usos del suelo. Estos datos son un claro indicativo de los drásticos cambios que la actividad humana está provocando en el planeta y evidencian una preocupante realidad, lamenta el texto, que añade que esta situación tiene repercusiones negativas en el ecosistema, amenaza la vida de las personas y genera graves consecuencias en la economía local, la biodiversidad y la calidad del aire.

Se prevé que estos acontecimientos se acentúen con el paso del tiempo a causa del aumento de la población mundial y la creciente demanda de productos agrícolas, además de los efectos del cambio climático que afectan a la producción de alimentos. En este sentido, detallan, "es necesario encontrar una solución sostenible que frene la deforestación y degradación forestal, haciendo hincapié en la deforestación importada. Los impactos de esta práctica tienen una relación directa con la alta demanda de productos cultivados fuera de las fronteras europeas como la madera, la carne de ganado, el aceite de palma u otros productos agrícolas".

En el contexto actual, "es crucial asumir nuestra responsabilidad en la promoción de un modelo de producción y consumo alternativo. Este compromiso cobra aún más relevancia dado que la Unión Europea ha aprobado recientemente una nueva directiva conocida como 'Productos Libres de Deforestación' (EUDR), la cual busca detener la actividad de empresas que comercializan en el mercado europeo productos básicos vinculados a la deforestación", ahonda la nota.

"Desde la Fundación Copade, entendemos la trascendencia de abordar no solo la deforestación desde una óptica ambiental, sino también desde una perspectiva social. En este contexto, más allá de alinear nuestras acciones con los objetivos de la Agenda 2030, nos enfocamos en comprender exhaustivamente los impactos que generan nuestras actividades en el entorno y las comunidades locales’’ señala el director general de Copade, Javier Fernández.

La iniciativa 'Bosques Vivos: ciudadanía y empresa comprometidas en la lucha contra la deforestación importada' cuenta con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).

2024-03-07

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