Ecologistas en Acción ha presentado su informe Banderas Negras 2022, con el que saca a la luz los casos más significativos de contaminación y mala gestión ambiental de las costas del territorio español, y que en el caso concreto de la Región de Murcia siguen recayendo un año más en el Mar Menor y la Bahía de Portmán y Sierra Minera en las categorías de 'Mala Gestión' y Bandera negra por 'Contaminación', respectivamente, según ifnroma la entidad en una nota de prensa.

El caso del Mar Menor, "la mala gestión del territorio, la falta de regulación de los sectores económicos, en especial de la agroindustria y la ganadería intensiva, están llevando al ecosistema al límite de su capacidad de resistencia", señala el texto. De hecho, recuerda, ya en 2021 el Instituto Español de Oceanografía (IEO) reconocía en un informe que el ecosistema de la laguna había “perdido su capacidad de autorregulación”, por lo que cualquier impacto como la entrada excesiva de nutrientes genera graves consecuencias en el mismo. Sin embargo, en el mismo informe se transmitía que todavía cabe la posibilidad de recuperar buena parte del Mar Menor, siempre que se adopten las soluciones realmente necesarias y eficaces con urgencia. "De momento, aunque se han producido algunos movimientos esperanzadores, la realidad es que queda casi todo por hacer en cuanto a reducir la contaminación en origen y en medidas que eviten que ésta avance hacia el Mar Menor, y este año la amenaza de nueva sopa verde y mortandad de animales por anoxias es reconocida por todas las administraciones y los expertos científicos".

La nota agrega que tampoco hay que olvidar "algo que es cada vez más evidente y que se está empezando a reconocer públicamente: a las consecuencias ambientales en el Mar Menor se le suman las consecuencias económicas y sociales, que ya empiezan a cuantificarse en pérdidas millonarias, tanto en el sector inmobiliario, como en el turístico y pesquero".

Por su parte, el caso de Portmán y Sierra Minera suponen "el reflejo de un fracaso institucional y social absoluto", asegura el texto. "Tras décadas de permitir una contaminación del medio ambiente por una actividad minera destructiva, la Sierra Minera es hoy una “tierra quemada”, donde una empresa privada obtuvo beneficio por la explotación de los recursos naturales, obtenidos con la destrucción del paisaje y generando toneladas de residuos tóxicos que se acumulan en balsas sin el adecuado aislamiento, inertización y sellado, y que colmataron una bahía casi al completo, dejando a las poblaciones locales un futuro muy negro: sin paisaje y con una enorme deuda en forma de residuos tóxicos".

Tras la finalización de la actividad minera en los años 90, detalla la nota, "la Administración permitió que la empresa se fuera prácticamente sin asumir ningún coste, y los actuales propietarios tampoco han sido obligados a evitar la expansión de la contaminación de los acúmulos de residuos. Desde entonces, han pasado más de dos décadas en las que se ha demandado constantemente una solución, un futuro para las poblaciones afectadas, que a pesar de algunos avances, hoy sigue sin producirse".

Ecologistas en Acción añade que el Gobierno regional sigue sin aprobar y ejecutar su Plan de Recuperación Ambiental de Suelos Afectados por la Minería (PRASAM), y que la ejecución del proyecto de recuperación parcial de la Bahía de Portmán, "nacido con el mayor consenso social e institucional en 2011, sigue paralizada por el enésimo problema de licitación y su reinicio está a la espera de un nuevo proyecto que corrija algunos problemas técnicos".

La realidad es que, "a pesar de algunos avances absolutamente insuficientes, seguimos teniendo toneladas de residuos tóxicos, cuyo contenido de metales pesados afecta no solo al medio ambiente (Mar Menor, ramblas y suelos de la Sierra Minera y zonas anexas, Bahía de Portmán y costa mediterránea) sino que afecta a la salud de las poblaciones locales, que tienen niveles inaceptables de metales pesados debido a esta exposición, y contemplan con desesperación cómo las administraciones públicas minimizan el problema y se eterniza la espera en la aplicación de las soluciones prometidas, que parecen no llegar nunca", lamentan.

Por todo ello, defienden, estas dos banderas negras vuelven a repetir, un año más, en la Región de Murcia, como los casos más graves de mala gestión y contaminación del entorno litoral, pero desde la organización destacan que en el resto de la costa regional existen muchos otros impactos y situaciones indeseables, que también merecen ser denunciadas y exigir soluciones eficaces.

Para seleccionar estas banderas, como cada año desde 2005, Ecologistas en Acción ha realizado un análisis de los aproximadamente 8.000 kilómetros de las costas del Estado español. Así presenta el informe Banderas Negras 2022, un estudio que recopila las 48 banderas que la organización ecologista otorga a puntos concretos del litoral español, dos por provincia y dos por cada ciudad autónoma. De esta forma, se denuncia un caso de contaminación y otro de mala gestión ambiental en cada uno de estos lugares.

Primera Bandera Negra por uso de protectores solares 

A pesar de que las problemáticas ambientales denunciadas son de naturaleza similar a la de años anteriores, por primera vez se otorga una Bandera Negra a un caso de contaminación provocada por los filtros solares de las cremas de protección solar. En concreto, el informe recoge el ejemplo de Nerja (Málaga) donde la masificación turística se suma a las características concretas de las calas del Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, con playas semiconfinadas, es decir, con poca hidrodinámica. Esta combinación supone que el impacto de los filtros solares constituyan un importante peligro para la biodiversidad protegida de este paraje natural. Las cremas solares pueden contener sustancias como los disruptores endocrinos, entre otras, que no solo afectan a la salud de los seres humanos si no también la de mares, ríos o lagos.

Este año se han recogido problemáticas muy similares a las de ediciones anteriores. El número de Banderas Negras otorgadas en función de su naturaleza, son los siguientes:

  • Afecciones a la biodiversidad (5 banderas negras).
  • Erosión de las costas (3).
  • Acumulación de basuras marinas (3).
  • Dragados y ampliaciones portuarias sin justificación (4).
  • Afecciones a consecuencia del desarrollo de zonas industriales próximas a la costa (4).
  • Urbanización de la costa, a veces incluso invadiendo el dominio público marítimo-terrestre (10).
  • Vertidos, deficiencias en los sistemas de saneamiento y graves problemas de depuración (14).
  • “Otras”, como acuicultura o contaminación química (4).

Además del estudio en formato informe, se pueden encontrar los resultados en formato mapa o estructurados por provincias, comunidades/ciudades autónomas y años, en la página web de la organización ecologista.

2022-06-14

  • Aspecto del Mar Menor el pasado febrero
    Aspecto del Mar Menor el pasado febrero.