SEO/BirdLife y WWF alertan de que entre 3.000 y 6.000 buitres podrían morir al año en España si se sigue autorizando el diclofenaco, un antiinflamatorio para uso veterinario y solicitan que se retire del mercado. Las organizaciones hacen este llamamiento ante la inminente nueva revisión de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para autorizar la renovación a la farmacéutica que distribuye el medicamento. De hecho, SEO/BirdLife ha enviado un escrito a la AEMPS para que se aplique el principio de precaución y se consideren todos los argumentos y recomendaciones científicas para que no se ponga en riesgo la población de las aves necrófagas en nuestro país, según indica la entidad en una nota de prensa.

La empresa farmacéutica tiene de plazo hasta el 3 de octubre para solicitar a la AEMPS la renovación de su autorización para comercializar Diclovet y Dolofenac, medicamentos de uso veterinario que contienen diclofenaco. El riesgo de estos fármacos es la posible muerte de miles de buitres al alimentarse de cadáveres de animales que previamente hayan sido tratados. El mecanismo por el que el diclofenaco y otros antiinflamatorios son tóxicos para los buitres no está todavía aclarado, aunque se sugiere la posibilidad de una isquemia renal o de estrés oxidativo asociado a la disminución del transporte de ácido úrico en las células renales.

En España se encuentra el 80% de los buitres negros y leonados de Europa, además de otras especies amenazadas como el alimoche o el quebrantahuesos. El diclofenaco es uno de los muchos obstáculos que sufren los buitres, uno de los grupos de aves más amenazados del planeta, con 16 de sus 23 especies en situación de riesgo grave. Y se da la circunstancia de que mañana, día 2, se celebra el Día Internacional de los Buitres.

Juan Carlos Atienza, responsable de Gobernanza Ambiental de SEO/BirdLife subraya que “España tiene el gran privilegio de tener las mejores poblaciones de buitres, razón por la que miles de personas acuden a nuestro país a observarlas generando un creciente negocio en el ámbito del turismo de naturaleza. Los buitres son también grandes aliados de los ganaderos evitando a muchas explotaciones costosos gastos en la recogida, el transporte y la incineración de cadáveres. Todas estas ventajas no pueden ponerse en juego solo para agrandar la cuenta de beneficios de una empresa farmacéutica. La AEMPS tiene que actuar pensando en el interés general y defendiendo el patrimonio natural de todos. El mundo de la conservación tiene la vista puesta en esta decisión”.

Por ello, las organizaciones esperan que ante la nueva revisión de la autorización para su uso en España, la AEMPS dé una negativa y garantice definitivamente la seguridad de este grupo de aves, que además de formar parte de nuestro patrimonio natural, cumplen una importante función ecosistémica.

Por su Parte, Luis Suárez, responsable del programa de especies de WWF España, defiende que “lo que está en juego es borrar de un plumazo la cima de la pirámide trófica en nuestro territorio. El papel de los buitres es extremadamente relevante en nuestro país. Ellos evitan, entre otras cosas, la propagación de enfermedades en el campo. Conservar a los buitres prohibiendo el diclofenaco es un asunto de responsabilidad”.

El texto añade que en España el uso veterinario del diclofenaco solo está autorizado bajo prescripción y administración de un veterinario y se recomienda no llevar a un muladar o abandonar en el campo un cadáver al que se haya administrado el medicamento. Y sin embargo, un reciente estudio (junio de 2017) del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente demuestra la presencia de cadáveres con diclofenaco al alcance de buitres silvestres. Este estudio podría mostrar la presencia de diclofenaco en aproximadamente el 0,8% de los cadáveres. Al respecto, la nota compara cómo en el subcontinente Indio la presencia en tan solo el 1% de los cadáveres de vacas abandonadas en el campo llevó a la casi extinción -en un 99%-, a cinco especies de buitres: el indio, el dorsiblanco, el bengalí, el cabecirrojo y el picofino.

SEO/BirdLife y WWF recuerdan que la retirada del diclofenaco a nivel mundial está recomendada por la comunidad científica. En la actualidad, su uso está prohibido en países como India, Nepal, Irán o Pakistán, "lo cual ha permitido frenar el declive de las poblaciones de necrófagas". Además, aseguran que prohibir el diclofenaco no tendría efectos negativos sobre la gestión sanitaria del ganado ni sobre la economía de los ganaderos ya que existen alternativas igual de eficaces y con un similar coste económico.

Ambas entidades, junto a otras organizaciones ambientales europeas (SPEA, Vulture Conservation Foundation y BirdLife Europe) trabajan conjuntamente en la iniciativa denominada Ban Vet Diclofenac para prohibir el uso veterinario del diclofenaco en la Unión Europea. A través de la web banvetdiclofenac.com y bajo el lema “No seas tú el buitre”, las organizaciones piden a los ciudadanos y otras entidades que se unan a la campaña con el apoyo de firmas para lograr la retirada del diclofenaco veterinario del mercado.

2017-09-01