Para salvar definitivamente al lince ibérico, un icónico ;mamífero de la península Ibérica que ha estado en grave riesgo de desaparición, "habría que alcanzar las 750 hembras reproductoras, para lo que harán falta al menos ocho nuevas poblaciones", una situación que se lograría en el año 2040, según informa la organización conservacionista WWF en una nota de prensa, en la que también recalca que la especie se encuentra ya fuera del peligro crítico de extinción gracias a 20 años de "duro trabajo y la intensa coordinación de muchas entidades".

Se trata de uno de los aspectos sobre la especie revisados estos días en Madrid en las Jornadas Técnicas 'El lince ibérico (Lynx pardinus), mirando hacia el futuro', organizadas por WWF España, en las que se han dado cita más de 80 expertos y se han analizado las lecciones aprendidas y los nuevos objetivos a cumplir para lograr la recuperación real de la especie. En su inauguración, Hugo Morán, Secretario de Estado en funciones del Ministerio para la Transición Ecológica, apuntó que se trata de "un caso de éxito que ha sentado las bases para la recuperación de otras muchas especies".

El texto señala que hasta ahora, los proyectos LIFE, ya finalizados y liderados por Andalucía, han servido de marco para la realización y coordinación de las acciones. En esta nueva etapa se hace imprescindible "el trabajo a nivel supraterritorial con la creación de una Estrategia Ibérica de conservación del lince y de la figura de un coordinador estable que asegure la consecución de los objetivos, tanto en España como en Portugal, y aborde temas como la realización de un censo ibérico de conejo, la conectividad entre poblaciones y asegure la financiación".

Durante las jornadas, los distintos grupos de trabajo expusieron los retos a los que se enfrenta esta nueva fase. Tras evitar su extinción y conseguir crear nuevas poblaciones, gracias a los programas de conservación en cautividad y de reintroducción, "el siguiente desafío es conseguir una población estable que garantice el Estado de Conservación Favorable de la especie". A día de hoy hay 130 hembras reproductoras distribuidas en poblaciones aisladas entre sí o en poblaciones que ya han alcanzado su capacidad de carga. Es decir, el reto es crear un total de ocho poblaciones nuevas reintroduciendo linces en territorios aún no ocupados.

El Estado de Conservación Favorable (ECF) es, según la Directiva Hábitats, aquel que garantiza la viabilidad de la especie a largo plazo. Alcanzar este estado para el lince ibérico es una obligación legal, además de un reto científico. Según los expertos, la población mínima viable se alcanzaría con 750 hembras reproductoras viviendo en poblaciones conectadas, lo que se lograría en 2040, siguiendo el ritmo de trabajo actual. Estas cifras suponen un hito en la conservación de especies amenazadas, pues no existe precedente de un cálculo tan exacto para ninguna otra especie.

Para ello, apunta la nota, es imprescindible el compromiso a medio y largo plazo de las administraciones que ya participan en el programa, pero también la incorporación de otras, como las comunidades autónomas de Madrid y Castilla y León.

Para Ramón Pérez de Ayala, coordinador del Programa del Lince Ibérico de WWF España, “estamos a la mitad del camino: hemos tardado casi 20 años en evitar su extinción y nos quedan otros 20 para conseguir que esté fuera de peligro”. En este sentido, Luis Suarez, responsable del programa de especies de WWF España, defiende que “necesitamos un modelo de coordinación estable en el tiempo que no existe actualmente en la normativa pero que, si somos capaces de crearlo, servirá para la cooperación transfronteriza con otras especies, como el oso, el desmán y el visón europeo”; mientras que en la mesa redonda de cierre, los directores generales de Medio Natural de Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, Ángel Andrés Sánchez García, Rafael Cubero Rivera y Jesús Moreno Pérez, respectivamente, coincidieron en el necesario compromiso de las administraciones para asegurar la financiación mediante fondos propios u otros instrumentos europeos como los fondos Feader.

Como medida concreta, Francisco Villaespesa, coordinador de los centros de cría en cautividad del Organismo Autónomo de Parques Nacionales, señaló que es necesario continuar con las sueltas intensivas y crear un EEP (Programa Europeo de Especies Amenazadas, por sus siglas en inglés) que asegure la gestión integral de la genética de individuos en libertad y en cautividad, como ocurre con otras especies amenazadas. Y Germán Garrote, doctor en Zoología y experto en lince ibérico de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Junta de Andalucía, señalaba la importancia de trabajar para erradicar el furtivismo y las malas prácticas cinegéticas, una causa de mortalidad especialmente preocupante por la dificultad para ser detectada.

Finalmente, Nuno Banza, presidente del Conselho Directivo do ICNF de Portugal y encargado de clausurar las jornadas, puso de manifiesto el papel protagonista que Portugal ha de tener en esta nueva etapa. “Hemos estado tan concentrados en hacer un excelente trabajo que no os habéis dado cuenta de que este proyecto ha hecho historia”.

El texto recuerda que "los esfuerzos coordinados de más de 50 instituciones públicas y privadas, varias comunidades autónomas y dos países han conseguido el titánico objetivo de evitar lo que parecía una inevitable extinción. Estos años de trabajo han dejado valiosas lecciones aprendidas", subraya. Pero para la WWF, el camino a recorrer es aún muy largo, por lo que considera imprescindible "continuar con el compromiso y el esfuerzo de todos, que debe ser encauzado a través de un nuevo modelo de gobernanza entre Portugal, España y todos los actores implicados". Ahora, concluye la nota, tenemos la responsabilidad de escribir el mejor de los finales: la recuperación total de una especie que estuvimos a punto de extinguir".

2019-09-27

  • Un lince emboscado. Imagen:  Sergio Marijuán / WWF
    Un lince emboscado. Imagen: Sergio Marijuán / WWF.