Nace La Solar, una comercializadora local de electricidad "verde" 100%
Una cooperativa regional lleva a los hogares energía renovable generada en proximidad
Planta solar de la comercializadora Enercoop. Imagen: Enercoop. (Abajo, otra instalación, también de Enercoop).
Murcia es la región de España que respalda con mayor apoyo a las energías renovables, con un porcentaje del 96% de la población. Sin embargo, la reciente apuesta de una cooperativa nacional de lograr socios en esta Comunidad alcanzó únicamente los 200 inscritos. Frente a ello, una nueva cooperativa comercializadora de electricidad renovable 100%, La Solar, de implantación regional, acaba de irrumpir en el sector con la intención de superar estas cifras ofreciendo a los usuarios cercanía en las instalaciones y un abastecimiento de energía generada en la proximidad.
Y es que a diferencia de otras comercializadoras, La Solar provee ya a sus clientes regionales energía generada en localidades como Calasparra, Jumilla, Mazarrón o Lorca, porque la intención es abastecerse “de energía solar que está producida en un radio lo más cerca posible de los consumidores. En eso sí nos diferenciamos de otros, en que utilizamos el recurso renovable que tenemos aquí, en la Región”, apunta Antonio Soler, vicepresidente del Consejo Rector de La Solar.
Para poder funcionar con solvencia, La Solar se ha integrado dentro de un grupo cooperativo, desde donde llevan toda la parte administrativa. Entre los miembros de este grupo destaca la comercializadora Enercoop, una de las más conocidas a nivel nacional. Un acuerdo con esta entidad posibilita que comparta con ellos la capacidad de compra y que La Solar pueda ofrecer energía generada a partir de plantas fotovoltaicas y minihidráulicas de Enercoop. La función distintiva de La Solar aquí es, precisamente, promover el uso de una planta situada en Calasparra, que pertenece al grupo, a la que suma otras tres instalaciones no incluidas en la cooperativa ubicadas en las localidades citadas.
A ello se une, según defiende Soler, que “la gente puede sentirse identificada con ellos en el sentido regional, como consumidores o socios próximos, porque pueden centrarse en la idiosincrasia de la zona, en la ideología murciana. Somos murcianos y entendemos perfectamente los puntos buenos y los complicados que tenemos los murcianos”, aclara.
Para Soler, esta nueva orientación, y el hecho de que no haga falta ser socio de La Solar para ser cliente, pueden suponer la diferencia con otros intentos de ganar adeptos en la Región. Y es que después de cuatro años de trabajo y más de 80 charlas sobre energías renovables para otra cooperativa nacional, Soler se dio cuenta de que a los murcianos les atrae el uso de energías renovables, pero que echaban en falta la presencia de oficinas cercanas y que rechazaban la obligación de hacerse socios o tener que pasar por alguien que les invitara a ser clientes. Este último requisito lo podían obviar al formar parte de un grupo cooperativo con un poder de compra muy grande, lo que les permite no tener que pedir dinero para los avales imprescindibles a la hora de comprar energía en el mercado eléctrico. “Empezamos a darle vueltas a estas dificultades en el seno de Nueva Cultura por el Clima y surgió la idea; pero nació de forma independiente, ya que no depende orgánicamente de él”, recuerda Soler, que también es miembro del grupo permanente sobre Comunicación y Educación frente al Cambio Climático del Centro Nacional de Educación Ambiental (Ceneam-Magrama).
"Hoy se puede consumir energía renovable, y no es más cara para el cliente"
Con todo ello, desde La Solar aspiran a lograr 15.000 contratos en los próximos cinco años, lo que supone un 2% del mercado regional, ya que el parque de puntos de suministro, es decir, de contadores de electricidad, en la Región de Murcia es de 700.000. “Hemos empezado la comercialización a mediados de noviembre del año pasado. Pero no tenemos prisa, lo que queremos es no cometer errores. Nacemos para quedarnos”, asegura Soler.
El experto en cambio climático y energía expone, en definitiva, que se trata de “un proyecto limpio, basado en la economía local, en la generación de electricidad con fuentes renovables, perfectamente rentable y comercializando a un precio fijo revisable para situaciones extremas". Y todo ello “tan sencillo de hacer” como mandar una factura, un DNI y una referencia catastral, incluso a través de la web; “y como mucho en 15 días estás consumiendo electricidad de origen renovable a un buen precio y sin ningún cambio en tu casa”. De hecho, para ser socio (opción dirigida a la gente que quiere ser más activa en el proyecto) basta con invertir 100 € una sola vez, reembolsables en caso de darse de baja, mientras que la elección de cliente no tiene ni aportación inicial, ni permanencia ni compromiso de ningún tipo.
A la cooperativa, que no realiza instalaciones, es decir, no pone placas a sus clientes, sí que le interesa a futuro participar en la adquisición de plantas energéticas, pero su intención no es promover el modelo de parque multimegavatio, bastante seguido hasta la fecha en la Región. Al contrario, busca más bien huir de espacios naturales y aprovechar lugares que ya han sido intervenidos por el hombre, porque “no tiene sentido transformar un espacio natural para huertos solares cuando tenemos tejados muertos de risa”, detalla el también miembro del Observatorio Regional de Cambio Climático de la Región de Murcia. Así que su objetivo son más bien los ayuntamientos, que poseen superficies como los de los pabellones; los polígonos industriales -un polígono puede servir al pueblo cercano, sobre todo el fin de semana, que está cerrado y produciendo-; y en general emplazamientos donde ya haya edificios y suministro eléctrico. Además, puntualiza que “es muy positivo producir lo más cerca posible del sitio de consumo, ya que en el sistema eléctrico el 15% de la energía se pierde en la conducción y transporte...”. Así, concluye, se conseguirá bajar el precio de la luz.
Movimiento cooperativo y eficiencia energética
Soler recalca también que la forma de funcionar dentro del grupo “nos permite centrarnos en el papel más importante de la cooperativa, que es ir sumando gente al movimiento cooperativo y aumentar consumidores de energía renovable”, así como trabajar para consolidar sus contactos con los políticos porque “como movimiento cooperativo, queremos ser elementos que ayuden a cambiar el modelo energético, No podemos quedarnos solamente en un elemento de mercado que no tenga capacidad para presionar o influir sobre quienes redactan las leyes”.
Y en este sentido, uno de sus objetivos principales, si no el primordial incluso por delante de la comercialización de las energías renovables, es la eficiencia energética. “Nos encantaría que nuestros clientes gastasen menos, que fueran más eficiente e incluso que ellos mismos puedan producir su propia energía. Aunque parezca contradictorio no lo es”, asegura Soler, quien detalla que “al final, lo que nos impulsa como proyecto no es ganar dinero. Queremos ayudar realmente a cambiar las cosas, esto es: gastar menos, ser más eficientes. Y aprovechar al máximo los recursos que en este caso nos da el cielo”.
De hecho, apunta que “los números de la Agencia Internacional de la Energía estiman para los próximos años que si hubiera que invertir 100$ en energía, el 75% de la inversión debería dirigirse a ahorro y eficiencia, y solamente 25 en energías renovables. Es mucho más barato invertir en eficiencia que en renovables. No hay que olvidar que también tienen su impacto en la fabricación, y si nunca paramos de consumir, no llegamos nunca a un punto de equilibrio”, razona.
Y para apoyar este objetivo, La Solar dedicará parte de sus esfuerzos también a la formación y concienciación. Así, impartirán charlas sobre ahorro, darán herramientas a la gente para que ahorre e incluso desarrollarán un programa de charlas para escolares el curso próximo.
Más subidas de la luz
Para Antonio Soler, vicepresidente del Consejo Rector de La Solar, los precios actuales de la electricidad que consumimos no tienen sentido.
“En dos meses llevamos una subida del 30% de la luz, pero vienen más, esto no ha parado. Puede ser que a finales de febrero paguemos un 60% más que lo pagábamos en el mes de septiembre”, alerta.
El técnico explica al respecto que existe una correlación directa entre la producción con renovables y la bajada del precio, y “lo más sangrante es que un partido que se supone que es el adalid del liberalismo y de que los mercados se regulen, en esto es tremendamente interventor”, de manera que está condicionando qué tecnologías entren en este mercado y no deja espacio a las tecnologías maduras, más rentables y que más empleo crean. Por cada millón de euros invertido en tecnologías de energía renovables, recuerda Soler, se crean 15 puestos de trabajo, y en fósiles solo dos. Y una vez en marcha, el tremendo ahorro es que no hay que estar importando combustibles fósiles y por eso ya no necesitan ningún tipo de apoyo público.
Además, apunta que “buena parte de imagen de la Marca España tuvo que ver con las renovables”. Recuerda cómo la Agencia Norteamericana de Energía vino a España para ver cómo habíamos conseguido integrar un porcentaje tan alto de renovables, teniendo en cuenta que se trata de fuentes de energía variables, y para un sistema eléctrico que tiene que ser estable hay que solucionar previamente aspectos como la mejora de los sistemas de predicción, de regulación, de información entre la central de control de Red Eléctrica Española y la gran cantidad de parques eólicos que se crearon. “Hemos hecho cosas fantásticas en el mundo de la energía... y lo que hace ahora España visto de fuera es totalmente incomprensible, no es tirarse un tiro en el pie, es tirarse un tiro en los dos pies”, compara. “Hemos perdido una oportunidad muy importante. India o China van a crecer solo a base de renovables. Aquellos países que han tenido un apoyo consistente a las renovables han tenido empresas sólidas, potentes, multinacionales de la energía, y creo que ahí sí que nos hemos quedado descolgados... “, lamenta, para añadir que “ya no hay inversión mundial en combustibles fósiles ni en nuclear, toda se está yendo a las renovables. Creo sinceramente que la Historia juzgará al gobierno del PP como al partido que dejó pasar una magnífica oportunidad mirando solo al cortoplacismo de los beneficios de las eléctricas”.
Pero no se detiene aquí. Para Soler, “gravar el uso de un recurso renovable es tremendamente injusto, y además nos están obligando a consumir a unos precios de la luz que acaban de subir y va a seguir subiendo. Ahora mismo, el grupo cooperativo está comprando a 40-45€, ya que el 60% de la energía, más o menos, se compra a futuro, a 5 ó 6 meses; pero vamos a alcanzar los 70€ de coste de producción por cada 1.000 kilovatios, que es algo que no se veía hace un montón de tiempo. Ha ocurrido por el anticiclón, poca lluvia y poco viento... Y en verano los precios de la luz siempre suben porque no hay viento y hay menos luz, y como no se ha apoyado el potencial de la energía solar en este país, no tenemos el porcentaje de renovables que podríamos tener”, se queja el experto.
Asimismo, describe que hoy por hoy la solar o la eólica son tecnologías que ya han alcanzado la madurez hace tiempo. “España invirtió en fotovoltaica cuando no era una tecnología madura y ayuda a madurarla creando un tejido productivo importante, sobre todo en nuestra Región, pero ahora que es tan competitiva (20% del coste de hace diez años) no se le va a dar cancha por no quitarle margen de negocio a las centrales nucleares, a las centrales de carbón y a las centrales de gas, que es la más cara de todas las tecnologías. O sea que hemos hecho el primo: hemos gastado dinero público para apoyar la tecnología cuando era cara, y ahora que es barata y podemos ponerla sin ningún tipo de subvención, resulta que no podemos ponerla porque es barata y les quitamos el negocio a las grandes”, protesta.
Y añade que “en el autoconsumo, el problema es simplemente económico. La legislación para el autoconsumo fotovoltaico permite gastar lo que produces durante el día; pero si estás fuera de tu hogar, esos kilovatios no los aprovecha nadie y se pierden, así que de la capacidad de producción se aprovecha solamente un 25 a 30%. Así, la capacidad para recuperar tu inversión es muy baja. Si pudiéramos avanzar como en Italia, Francia o Turquía... donde tienen el Balance Neto, para que los kilovatios que inyectas en la red los reconozcan los contadores y los puedas recuperar en la noche o en los días siguientes, el tiempo de amortización baja a cinco años”, subraya.
Pero aunque el Balance Neto es una reivindicación del sector desde hace años, Soler no estima que a corto plazo se produzca un cambio en la legislación. “Los diputados de la Región de Murcia de los partidos del centro derecha en elecciones aquí dicen una cosa, pero cuando llegan a Madrid se olvidan de que existe la Región de Murcia y votan lo que dice el Gobierno Central, y éste lo que hace es hurtarnos un derecho que sería el poder usar unos recursos que nos da el cielo. Por eso pienso que es una tomadura de pelo, y me gustaría oír un cambio, pero como murciano me siento engañado. Pero no vamos a dejar de seguir exigiendo lo que pensamos que es de derecho. Y si se ponen de acuerdo o no en la Región no me preocupa mucho, porque es un tema de competencia estatal, o sea algo nacional".