Tortuga boba: en laboratorio se busca una producción del 70% de hembras

Este verano burbujeante de anidamientos de tortuga boba en el litoral mediterráneo español nos está permitiendo asistir al incesante quehacer de los técnicos de asistencia y seguimiento. Todas las nidificaciones detectadas se custodian, se hace un registro de nidos, en muchos casos parte de la puesta se traslada hacia laboratorios donde las condiciones controladas permiten gobernar el evento, se marca a una buena cantidad de hembras y se anotan las visitas repetidas a los arenales, entre otras muchas acciones, al tiempo que se trabaja en la divulgación de la relevancia de estos acontecimientos, principalmente en las redes sociales, donde cada anidación es una fiesta.

En este contexto, el traslado de huevos a laboratorios llama la atención de la ciudadanía. No es algo que suceda en el total de los anidamientos y, en todo caso, requiere siempre una cuidada planificación. «Ha habido nidos incubados 100% en playa (a parte de los que no hemos detectado), casos de nidos llevados 100% a incubadora, y el mix que se suele hacer de playa e incubadora, priorizando siempre la incubación en playa (por ejemplo: dejar 90 huevos en playa y llevarse 20 a incubadora). También se intenta priorizar la incubación en el lugar de puesta de la tortuga», detalla Elena Abella, oceanógrafa del Centro Tecnológico en Biodiversidad, Ecología y Tecnología Ambiental y Alimentaria (BETA) de la Universitat de Vic-Universitat Central de Catalunya (UVic-UCC), entidad que colabora en la red de seguimiento de estos reptiles. Abella explica que «se diversifica por si pasara un desastre en playa, para poder obtener supervivencia de ese nido, así como recabar datos para el conocimiento científico de este fenómeno de colonización todavía muy desconocido; y en laboratorio se hace una producción de hembras y machos alrededor del 70% de hembras».

El control de sexo puede resultar muy importante para la especie. Diversas entidades advierten de un vuelco hacia una presencia muy mayoritaria de hembras en la población silvestre, que podría ser perjudicial al minimizar, en el futuro, la reproducción de las tortugas bobas. «No sabemos qué está pasando exactamente y probablemente no hay un sex ratio perfecto para siempre porque los ecosistemas cambian. Hay cambio de temperatura de los ecosistemas y hábitats de las tortugas, hay feminización (casi al 100%) de zonas de nidificación estable..., entonces, es necesaria una adaptación. Se están dispersando a otras zonas, pero no sabemos si es una transición total, parcial o cómo será. Los ecosistemas cambian, y se está intentando hacer una gestión prudente sin irnos a extremos ni de machos ni de hembras. Lo que sí está claro es que los nidos deben progresar y producir crías, independientemente del sexo de éstas», defiende la bióloga.

Bajo la capa del trajín visible, los profesionales tienen aún mucho trabajo y mucha discusión científica. «Es un fenómeno complejo, pero se ha debatido y se debate mucho», recalca Abella, quien agrega que «todo está en constante revisión porque es un fenómeno nuevo y desconocido en un escenario con ecosistemas cambiantes, y se está haciendo una gestión prudente sin ir a extremismos en ningún caso. Hay que trabajar localmente pero pensar globalmente».

A punto de salir el Protocolo Nacional para la Nidificación de Tortugas Marinas

La gestión que se hace está enmarcada dentro de la Estrategia Española de conservación de las tortugas marinas, y dentro de un protocolo nacional acordado con todas las administraciones regionales para la nidificación que está a punto de ver la luz, avanza la doctora en Ecología y Gestión de Recursos Marinos Vivos. Dentro de este marco, pormenoriza, hay varias maneras de proceder en función del tamaño de puesta, edad de los nidos, lugar de anidación, número de nidadas, posibilidades logísticas de control, y cuestiones de índole similar.

«En resumen, en España, cada caso se evalúa individualmente y se toman decisiones únicas. Aunque pueda parecer que sean sistemáticas, para nada lo son y se trabaja dentro de un marco bastante amplio acordado entre investigadores y gestores», defiende la especialista.

Abella, que ya visitó la Región divulgando los valores de esta fauna y que es asesora especializada de varios gobiernos regionales y principales de España y la República de Cabo Verde, reconoce que «no es fácil simplificar la información para transmitirla a la ciudadanía porque es complicado y hay muchos factores en juego», pero sí tiene claro que «ahora es muy importante trabajar para que la gente pueda respetar a las hembras que salen a nidificar para que hagan puesta y la nidificación natural de los nidos en playa pueda darse sin vandalismos u otras afecciones».

Récord de nidificación de tortugas marinas en las costas del Mediterráneo Occidental esta temporada

La UVic-UCC ha destacado en una nota de prensa reciente que esta temporada se ha producido un récord de nidificación de tortugas marinas en las costas del Mediterráneo Occidental. Este 2023, además, se ha detectado el nido más meridional localizado hasta ahora en la península Ibérica, situado en la playa de Sa Riera, en Begur (Gerona).

El incremento de actividad de nidificación en las playas españolas se alinea con lo que está sucediendo también en otras zonas del Mediterráneo Occidental, siendo Italia el caso paradigmático: en las primeras semanas de temporada se han detectado cerca de 100 nidos. Regiones como la de Campania han experimentado incrementos de más del 50% respecto a años anteriores.

Este aumento en la frecuencia de nidos de tortuga careta o tortuga boba (Caretta caretta) "puede corresponder con un proceso de colonización de la especie a consecuencia del cambio climático, algo que se considera de gran importancia para su supervivencia debido a las evidencias y predicciones de feminización y reducción de la viabilidad de las crías en las playas de puesta de sus áreas de nidificación originales", señala el texto

La nota apunta también que "la reciente aparición de este proceso de colonización implica que, a lo largo de los últimos años, haya sido necesario desarrollar nuevas capacidades por parte de todos los agentes implicados, tanto a nivel científico como de las administraciones públicas. Los principales factores que pueden afectar negativamente esta creciente población son el desconocimiento ciudadano, la escasez de información científica, la alteración de las playas de puesta para la incubación exitosa de los huevos y la efectividad de las medidas de gestión que se están implementando".

El escrito anuncia también el nacimiento del proyecto InGeNi-Caretta, consorcio en el que participa el centro BETA y que "permitirá realizar un estudio detallado sobre la idoneidad potencial de las playas del litoral español para la nidificación de tortugas marinas, considerando sus características fisicoquímicas y definiendo mejor los parámetros ambientales en las playas de nidificación. Por otro lado, permitirá analizar el número, origen y comportamiento de los individuos reproductores mediante estudios genómicos de los nidos, así como su eficacia biológica, el número de huevos, la tasa de desarrollo embrionario y la viabilidad de las crías. Finalmente, combinando todos los datos obtenidos también se podrá evaluar el impacto del genotipo de las crías en su dispersión, viabilidad y crecimiento". Su finalidad es, apunta la nota, "generar los conocimientos científicos necesarios para comprender este fenómeno de colonización único en el mundo y facilitar la toma de decisiones en la planificación y gestión en el litoral español de esta especie amenazada".

  

GALERÍA DE IMÁGENES:

  • 1- Tortuga boba en una playa. Foto: cortesía de Bios CV (imagen de archivo de 2017).
  • 2- Uno de los nidos de esta temporada de tortuga boba del Delta del Ebro. El dispositivo gris y amarillo es un termómetro que se puede consultar de forma inalámbrica. Foto: cortesía de BETA Technological Centre.
  • 3- Atención a las personas interesadas en un nido detectado. Foto: cortesía de BETA Technological Centre.
  • 4- Un nido acotado. Foto: cortesía de BETA Technological Centre.
  • 5- Trabajos nocturnos en un evento de anidación recién detectado. Foto: cortesía de BETA Technological Centre.
  • 6- Rastros de tortuga boba (Caretta caretta). Foto: cortesía de BETA Technological Centre.
  • 7- Foto de archivo de Mascletá, la primera hembra reproductora de tortuga boba marcada para seguimiento via satélite en 2016 por la UPV. Foto: cortesía de la UPV.
Mónica Rubio. Periodista y Bióloga.