Carmen Pérez Pagán, presidenta de la Asociación Cultural Fuente Vieja

"O permacultura de urgencia o el Mar Menor no tiene remedio"

Hoy se celebra el 'I Encuentro E4E: Ecología para la Economía', que aborda aspectos como el diseño ecosistémico y la restauración del territorio

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"O permacultura de urgencia o el Mar Menor no tiene remedio", defiende Carmen Pérez Pagán, presidenta de la Asociación Cultural Fuente Vieja, entidad que ha organizado el 'I Encuentro E4E: Ecología para la Economía', que hoy se celebra en Galifa y que, entre otros aspectos, aborda estas prácticas agrícolas.

“En Cartagena, la permacultura es una urgencia. Es la única salida que tienen los agricultores no solamente para no perder productividad, sino para ganarla y hacerlo de forma que se deje de contaminar el Mar Menor”, explica la también doctora. Señala al respecto que la propuesta de parar los vertidos de algunas ramblas, sobre todo la del Albujón, en la laguna regional “no tiene mucho sentido, no porque esté mal hacer las arcas o los filtros verdes, sino porque ésa no es la solución ya que por la rambla va una cantidad muy pequeña de contaminantes. Hay muchísimos millones de metros cúbicos que van por las aguas subterráneas, es un vertido masivo de los nutrientes procedentes de la actividad agrícola”, denuncia.

En términos sencillos, la permacultura es un modelo de producción que abandona la agricultura industrializada -que rotura y contamina la tierra- y que prefiere recurrir a los ecosistemas y sus ritmos naturales como medio de generación de alimentos y otros bienes. Se trata de una práctica agrícola sin labranza y sin químicos, que busca gestionar ecosistemas completos y próximos a su clímax, incluyendo una fauna óptima para la zona. Utiliza recursos locales y reciclados, y apuesta por la diversidad de los cultivos y de los animales así como de los productos. El huerto se diseña zonificando el territorio con distintos usos con el fin de conseguir la mayor eficiencia posible. Y todo ello, aplicando el conocimiento científico y tecnológico moderno. Sus defensores apuntan que se obtienen altos niveles de productividad a la vez que se reduce la dependencia de los recursos externos.

Y Pérez Pagán sostiene que “es la única solución” para la comarca de Cartagena.

finca_en_permacultura_en_la_fuente_viejaPara la experta, la idea de que la permacultura sustituya a la agricultura tal y como la conocemos es un cambio necesario ya que “el sector primario va a ser crucial en los próximos años. El petróleo se ha acabado y estamos empezando la etapa postindustrial. La agricultura y la ganadería industriales como tal no van a poder sostenernos. El medioambiente se está deteriorando cada vez más. Aquí en la comarca tenemos un gravísimo problema con el Mar Menor donde el principal factor son los vertidos agrícolas y no se están poniendo soluciones, todo el mundo se está yendo por las ramas, se ponen vendas en los ojos y hacen como que no existe el problema, y cada vez el agua está más deteriorada, huele peor y se va a generar un conflicto social de envergadura”, advierte.

Para hacer frente a este problema, la Asociación ya ha iniciado los primeros contactos con algunos de los agricultores de la zona y han pedido los primeros encuentros con dirigentes sindicales agrarios, “porque la Escuela Internacional de Permacultura y de Diseño Ecosistémico ofrece soluciones”. Pero el asunto va despacio. Pérez Pagán cree que el salto definitivo vendrá con el ejemplo de experiencias piloto de los primeros propietarios de terrenos más o menos extensos. “Iniciativas a pequeña escala ya se están haciendo. En la zona de Cañadas de San Pedro hay gente que ha empezado con su propio huerto, así como en Marbella y otros puntos de España. En Escocia, por ejemplo, se están diseñando técnicas de permacultura que están funcionando para impedir la erosión del terreno y reparar los daños que se está causando. Hay sobrada experiencia y proyectos de permacultura por todo el planeta que están compitiendo y con resultados conocidos”, cuenta.

Y por supuesto, en su opinión hará falta desplegar una buena divulgación, charlas y mucha formación. “Van a ser necesarios cantidades ingentes de información”, avisa.

La Asociación Cultural Fuente Vieja, que lleva años investigando sobre ecología aplicada y diseño y gestión de ecosistemas, es el germen del grupo de trabajo Ecología para la Economía, o en inglés Ecology for Economy, E4E, protagonista del encuentro de hoy en el que coincidirán profesionales de diversos ámbitos de todo el país, muchos de los cuales hasta ahora solo han contactado a través de internet. El nexo de unión de los miembros de E4E es la defensa de la autosuficiencia, la soberanía alimentaria, la sostenibilidad y el objetivo de lograr que el sector primario se base en ecosistemas “potentes, productivos y que puedan alimentarnos a todos”, expone la doctora. Son, además, personas interesada por el proyecto común de creación de una red con una vocación empresarial, de forma que E4E es también “el embrión de un proyecto empresarial en el ámbito del asesoramiento que en un momento dado saltaremos al mercado, puede ser este año o el próximo, pero se prevé que pronto”, avanza Pérez Pagán.

En el Encuentro de hoy se hablará de permacultura, de la conservación de la biodiversidad o la restauración del territorio, se verán proyectos, se discutirán propuestas y se barajarán posibles soluciones.

(NOTA: Imágenes cedidas por la Asociación Cultural Fuente Vieja http://www.acfuentevieja.es/).

Mónica Rubio. Periodista y Bióloga.

Permacultura y rewilding

La permacultura contempla el espacio habitable, y abarca la vivienda, el hábitat, las construcciones, el paisaje y la productividad del territorio. Es decir, es algo más amplio que el diseño de ecosistemas, que es una parte de la permacultura.

Además, defiende que la presencia de la fauna más apropiada a un territorio, según sus clima y sus condiciones, es necesaria para el correcto funcionamiento del ecosistema. En este aspecto hay distintos grados por los que optar, que se mueven entre una introducción más suave y el denominado rewilding, que persigue el resilvestramiento con grandes herbívoros salvajes y con sus depredadores. Carmen Pérez Pagán, presidenta de la Asociación Cultural Fuente Vieja, considera que una especie adaptada al secano semiárido es el arruí, con el que hay mucha polémica. Según su parecer, este animal, que fue introducido en la Región, “no compite con la cabra montesa, sino que está mejor adaptado a la aridificación hacia la que vamos, porque cada vez hace más calor. Y cuando las condiciones sean más áridas va a tener ventajas sobre otras especies, eso es lo que está ocurriendo”.

Los ecosistemas, para que estén completos, es necesario que tengan su fauna; el cómo y qué tipo se decide con el diseño ecosistémico. “Y si no se puede introducir a sus depredadores naturales, la eliminación de fauna que sobra que hacen los depredadores la tendrá que hacer un cazador, pero un cazador profesional, con conocimientos y mejor si están contratados con la Administración pública; ir a Sierra Espuña y dejar la carne tirada no es gestión de ecosistemas”, reivindica.