Parece que el momento ha llegado. Tras cerca de veinte años de conferencias y reuniones, en los que la sociedad ha estado reclamando sin apenas éxito a sus dirigentes que tomen medidas frente al Cambio Climático, todo apunta a que ahora por fin pueda iniciarse esa andadura conjunta. Con ese afán, el próximo día 29 de noviembre se ha convocado en todo el planeta una manifestación titulada 'Marcha por el Clima', que tiene la intención de elevarse como una llamada masiva a los representantes internacionales que se reúnen al día siguiente, en París, en la enésima Cumbre Mundial del Clima. Y que es, quizá, la Cumbre más esperanzadora hasta la fecha.

Antonio Soler, presidente de la recién creada asociación Nueva Cultura por el Clima, que lidera la organización de la Marcha por el Clima en la Región, considera al respecto que ésta vez puede ser la buena. Y tiene varias razones. La principal es que "hemos avanzado, tanto en consenso científico como en evidencias reales, como para asegurar que esto va en serio. Además, pensamos que de la Conferencia puede salir un acuerdo vinculante destacado porque hay señales importantes dentro del propio sector económico convencional de que todos los activos petroleros están sobrevalorados. Empieza a correr ya la noción en la economía de las grandes empresas de que este modelo empieza a estar agotado y de que hay que poner los huevos en otra cesta. Esto no es tanto una señal de que se hayan vuelto ecologistas, como de que se ha aprendido de las lecciones de economía que indican que cuando los cambios son inevitables, lo que tienen que hacer los sectores es adaptarse lo más rápidamente a los nuevos escenarios. Y así, poco a poco van desapareciendo resistencias que hasta ahora generaban dudas sobre lo que había que hacer”.

Aunque el motor pueda ser, en último término, el interés económico, para Soler la ciudadanía es fundamental en este proceso. “Es la que al final mueve la economía. De una parte, por la capacidad que tenemos los consumidores de orientar nuestras acciones de compra, que hacen que al final las empresas tengan que moverse. Si los ciudadanos vamos exigiendo un modelo económico con fuentes de energía diferentes, las empresas van a verse forzadas a ir cambiando”, explica. Y de otra, apunta que “existe un elemento sociológico importante, ya que la gente que va llegando a la cúspide de estas empresas va teniendo una formación diferente”, consecuencia, explica, de la expansión de la educación ambiental, y esto también incide en las elites. Estos dirigentes “llegan entendiendo que se puede conseguir un beneficio económico sin estar peleados con el medio ambiente”, reflexiona el también experto en Educación Ambiental.

Problemas en la Región

La 'Marcha por el Clima' saldrá desde Plaza Circular de Murcia y culminará en la Plaza de Belluga, donde se leerá un Manifiesto. Busca, en resumen, que los gobernantes se comprometan a usar energías cien por cien limpias. Con ello se trata de disminuir en lo posible el propio Cambio Climático y sus consecuencias, y adaptarse al 'nuevo clima' más árido y caluroso' que para Soler ya se ha paseado por aquí este mismo verano, en el que se han disparado los termómetros.

No en vano, el técnico considera que la Región afronta una serie de problemas reales y de envergadura. Uno de ellos se desprende de este calor y afectará a la salud humana. "Este verano ha sido el primer año en que hemos tenido una única ola de calor, pero que ha durado entre tres y cuatro semanas. Esto supone un problema muy importante para las personas mayores que, en ocasiones, por razones económicas, no tienen capacidad para protegerse bien de los eventos extremos. Hablamos de gente con viviendas mal aisladas, con un precio de la energía eléctrica muy alto y con pensiones pequeñas. Hay que abordar cómo favorecer que las viviendas de estas personas estén mejor adaptadas. Es un problema realmente urgente. Ocurre, por ejemplo, en la ciudad de Murcia. Por eso, en este caso se debe maximizar el esfuerzo por proteger y potenciar la huerta, que es un refrigerador natural. El objetivo es lograr una ciudad más resistente a las olas de calor".

Según Soler, el turismo, uno de los pilares en que esta Región tiene muy asentada su economía, sufrirá también las consecuencias del cambio climático. "El aumento de temperaturas ya ha hecho incómodo veranear aquí, estar en la playa en verano", declara. Pero además, añade que se producirá la subida del nivel del mar, hecho que no ocurrirá tan rápido como las olas de calor, "pero que es un fenómeno inexorable. En este sentido, la planificación urbanística de la costa es fundamental, tenemos que empezar a hacer un retranqueo de las infraestructuras. Tenemos que empezar a entender que no podemos seguir poniendo las casas al lado del mar. Y sobre todo, y la que quizá sea la mejor estrategia, es conservar bien nuestros ecosistemas submarinos, principalmente los relacionados con la Posidonia oceanica, que son arrecifes naturales que amortiguan muchísimo la energía del mar, sobre todo en los momentos más críticos. No vamos a poder frenar que el mar suba, los hielos se están descongelando, el mar se está expandiendo... pero sí podemos reducir el impacto negativo de los temporales". Cuando hay un temporal, explica, las olas alcanzan más energía por efecto del viento, y la baja presión atmosférica hace que el mar y las olas puedan alcanzar más altura. "Esto lo describen los científicos. Todo lo que sea tener arrecifes submarinos de Posidonia va a amortiguar el impacto del mar. Habrá sitios en los que incluso tendremos que forzar esos arrecifes, quizá hundir arrecifes artificiales, que es un modelo que ya se baraja", adelanta.

Otro pilar económico de esta comarca es la agricultura. Para Soler, “hay qué pensar qué agricultura vamos a desarrollar en el siglo XXI”. Y señala dos líneas. Una se basa en los nuevos modelos de cultivos o cultivos convencionales con variedades más adaptadas a ciclos de sequía y problemas de salinidad en suelos. Otro es favorecer muchísimo la agricultura ecológica. “Cuando un suelo está bien labrado y bien cultivado, la capacidad del sistema radicular de la planta para absorber agua y nutrientes es mucho mayor que en un cultivo donde la tierra es simplemente un medio donde soltar los fertilizantes, y estas plantas están listas para aguantar los fenómenos extremos de una semana o 15 días de calor en verano”, cuenta.

Quizá por todo ello, ha llegado el momento de pedir acciones concretas. La convocatoria de la marcha despliega un Manifiesto en el que se engloban objetivos de reducción de emisiones de gases invernadero, de mejora de la eficiencia energética, un plan de I+D+I en el tema o acciones de educación y divulgación. Y, además, desde Nueva Cultura por el Clima han querido completar esta oportunidad con un mensaje en clave regional. Así, la víspera de la manifestación se va a celebrar la 'Feria de las Soluciones y Jornadas Sobre Cambio Climático', que va a reunir ponentes de diferentes ámbitos de la Comunidad. 

La jornada “está centrada en las soluciones y los beneficios de acelerar a una economía más baja en carbono”, detalla Soler. Hay muchas soluciones, cuenta, como “la desalación y las energías renovables, que para esta Región es absolutamente prioritario y que puede ser un eje de la economía; si nuestras empresas se ponen a un primer nivel en este campo podemos exportar tecnología y soluciones a todo el mundo”. “El siglo XXI es el siglo de los conflictos del agua, no del petróleo, que al final podemos sustituir, el agua no”, añade.

Además, se hablará "de todo el beneficio que supone para la Región de Murcia el apoyo a la fotovoltaica y todo el dinero que esta Región ha dejado de recibir por todos los recortes retroactivos del Gobierno". También pasará por la cita el sector bancario y el cambio a la nueva economía, “donde hay muchísimas oportunidades”.

La economía circular, llegar a cero residuos, “lo que supone una importantísima reducción de emisiones de carbono y de consumo de combustibles fósiles”, es otro de los temas que se abordarán en la jornada, que programa más de una quincena de intervenciones, y que tendrá lugar al aire libre y en el Hemiciclo de la Universidad de Murcia del Campus de La Merced.

Todo ello, con la intención de ofrecer acciones que la ciudadanía de la Región pueda aplicar. Una ciudadanía a la que Nueva Cultura por el Clima espera en las calles de Murcia y de todo el mundo el próximo 29 N.