Javier Murcia, el objetivo bajo el agua

Es Finalista en el GDT-European Wildlife Photographer of the Year 2017 con la imagen de un 'bicho raro' captada en la Región

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Javier Murcia, con su equipo de fotografía, en una imagen de José Luis Alcaide.

El fotógrafo cartagenero Javier Murcia Requena, muy reconocido en el ámbito medioambiental, está de enhorabuena. Una imagen suya acaba de ser distinguida como finalista en el GDT-European Wildlife Photographer of the Year 2017, uno de los concursos de fotografía de naturaleza más importantes del mundo. Desdoblado entre el trabajo y el buceo, Murcia no para y continúa acudiendo siempre a la cita con sus dos pasiones: la fotografía y los peces.

premiogdt-european-wildlife-photographerA Murcia, el premio de la Sociedad de Fotógrafos de Naturaleza Alemanes GDT (Gesellschaft Deutscher Tierfotografen) le hace "mucha ilusión porque es de los más importantes dentro de la fotografía submarina, después del que otorga el Museo de Historia Natural de Londres. De hecho, muchos años coinciden las fotografías en ambos concursos. Para mí, éste es como los Globos de Oro”, compara.

j_murcia_fotografiando_triops_premio_ecvEn la fotografía, premiada en la Categoría de 'Animales', Murcia ha capturado a "uno de esos 'bichos' más extraños de la Tierra: el Triops cancriformis simplex", bromea el autor, quien para lograr la imagen tuvo que "hacer malabares" en una escorrentía muleña hasta dar con el encuadre, la posición, el fondo y la luz buscadas (y elclickverde pudo captar el momento preciso en que conseguía la imagen premiada, como se ve en la fotografïa de la derecha). Es algo a lo que ya está acostumbrado y como resultado de esa entrega, su trabajo ha sido galardonado en ediciones anteriores de este premio y ha sido reconocido también en otros certámenes.

Lo suyo es la fotografía acuática, tanto en agua dulce como en el mar. O dicho de otra manera, su objetivo está siempre bajo el agua. En agua dulce hay muy poca gente que haga fotografía submarina, "no por complicado, sino porque en interior hacen más fotos en seco por no comprarse todo el equipo", estima. Su intrincado aparataje de fotografía da cuenta de que no es el caso, pero aclara: "a mí me gusta mucho la fauna marina, pero también la de ríos o charcas", como los anfibios o el triops de la foto.

Por eso, Murcia atesora fotografías espectaculares de la vida acuática. A su página web se asoman estrellas de mar, tortugas, cangrejos, medusas... y por supuesto, sus favoritos, los peces. Hay escenas de alimentación, muda, lucha, cuidado de la prole, retirada a descansar... lo mismo que ojos, bocas, aletas o espinas a altísimo detalle. También el paisaje es importante ("me encantan los fondos arenosos", confiesa), y se detiene en praderas submarinas y rocas al tiempo que ha documentado la acción del hombre en el mar o sus visitas a Cabo Verde o Madagascar. Sin olvidar los ecosistemas de agua dulce, que también tienen presencia.

premio-concurso-montphoto-2016-pie_pq.pnDe todas ellas, se siente especialmente orgulloso de las imágenes que han ganado algún concurso "porque son fotografías diferentes. Intento hacer fotos que cuentan historias. Que veas la foto y que no sea la típica imagen de una guía, sino que te transmita algo", defiende.

Fotografía y agua han estado siempre unidas para Murcia. Y al principio, sobre todo el mar. "Buceo desde los 6 ó 7 años, como tengo casa en La Azohía..., pues desde pequeñico estoy buceando. De crío hacía pesca submarina. Era un tanto extraña porque buceaba con arco y flecha, usando las varillas de las sombrillas y cuerda de raqueta o nylon gordo. Eso era típico de La Azohía y todavía el verano pasado vi a dos críos así. Me gustaba mucho, y cuando mi abuela me decía: “cógeme algunos peces para hacer un caldero” yo le cogía peces de roca, como serranos, cabrillas y cosas así, todo para comer", recuerda. Ahora completa más de 200 inmersiones al año. En una semana puede salir a bucear lunes, jueves, viernes, sábado, domingo, y el lunes siguiente vuelve. Es la pasión. Eso sí, "si trabajo de noche, a la mañana siguiente no voy porque no me la juego", afirma.

Y en ello estaba, buceando con sus gafas, su tubo y sus aletas, cuando salieron las cámaras desechables, de usar y tirar. Por entonces tendría 15 ó 17 años, "me las compré y conseguía fotos 'mierderas' pero para mí fue espectacular. Me gustó el tema y después me compré la primera cámara química, y cuando llegó la era digital me pasé, era 2005", recuerda. La cámara química, dice, "tiene su encanto, pero con éstas puedes echar miles de fotos y trabajas mucho mejor". Y así ha reunido unos 15 discos duros, donde va haciendo carpetas de peces, moluscos...

Fotografías que, con el tiempo, han tenido ocasión de ver la luz en publicaciones como la revista Quercus. Principalmente rarezas que estaban citadas en nuestras costas pero no fotografiadas, y de las que él ha podido dar constancia con su cámara. Entre ellas el gobio de Miller o especies tropicales. Hace poco fotografió un pez damisela en La Azohía, que es una castañuela tropical que viene del Atlántico. O como cuando capturó un pulpo que vive en el medio del mar, de color violeta: "ésa fue una cita importante, y poder fotografiarlo es muy complejo", detalla. Y es que "las cosas más raras las he visto en el Mediterráneo", asegura.

autorretrato-pie_pq.pngAunque la niña de sus ojos es el mar Menor: "me gusta mucho porque posee su encanto. No es tan diverso como el Mediterráneo pero tiene especies curiosas, como los caballitos de mar y sus parientes, las doradas o las anguilas, que aquí son más fáciles de observar y, por tanto, de fotografiar". Pero el mar Menor, protagonista de muchas de sus imágenes, no se deja fotografiar bien últimamente. Estos días, apunta, el agua de la orilla "ha aclarado un poco" y por ello ha encontrado una visibilidad de dos metros, no más. "Así no puedo echar fotografías de angular, de ambiente, porque el agua no está para eso. Sólo hago fotografías macro, que son distancias cortas y es lo único que me permite, de cómo está la laguna", lamenta.

Eso sí, para poder identificar esas rarezas hace falta conocer bien el medio. Y Murcia lo conoce. Para empezar, estudió Biología, pero no se licenció porque le quedan algunas asignaturas para acabar la carrera, “las de números”, suelta. Y es que aprobó todas las que eran de su gusto (Ecología, Zoología, la Botánica, Geología...), pero luego llegaron la Matemática, Física, Bioestadística..., "y la verdad es que ni me metí en ellas", reconoce. Aunque sí completó un módulo Superior en Cultivos Marinos.

Gracias a sus estudios y a las constantes inmersiones, este entusiasta naturalista es hoy capaz de reconocer prácticamente todos los peces del Mediterráneo y las algas de la zona de luz. Pero también aprendió con los libros que leía de pequeño. "Todavía los tengo", asegura, y enumera: peces del Mediterráneo, minerales de Europa, mamíferos de España..., aves... "Las guías de Blume", resume.

Los libros de Javier Murcia

Hasta la fecha, Javier Murcia ha editado tres libros, uno de ellos en solitario y los otros dos como coautor, además de diversas colaboraciones, como el Atlas nacional de fanerógamas marinas del Instituto Español de oceanografía. Al mismo tiempo, colabora con diversas revistas nacionales.

 

Estas son las portadas de sus tres libros principales. A la espera de lo que pueda publicar en el futuro.

 

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Y desde hace un tiempo ha pasado de comprarse aquellos libros a redactarlos él. Así, firma en solitario la Guía de la Flora y Fauna Marinas del Mar Menor, la primera que salió sobre este tema y que ya va por su segunda edición. El volumen incluye una sección científica de identificación y taxonomía, pero destaca principalmente por la colección de curiosidades que aporta de cada especie.

Ha coescrito también Vida bajo el Mediterráneo, en inglés y castellano, con Fernando Ramia, editor del mismo, pero son suyas el 80 por ciento de las fotografías y casi todos los textos.

Para dispositivos ipad editó El bosque verde, un despliegue de imágenes suyas sobre la planta marina Posidonia oceanica desarrollado con Nora Cámara. Los textos también son casi todos suyos, de cuando trabajaban juntos en la revista Inmersión, donde colaboró durante unos diez años hasta que cerró. Cámara revisó el volumen y supo aportarle encanto a los escritos.

Y, además, tiene colaboraciones como en el tomo Ictiofauna marina del Mediterráneo -de la editorial Omega-, de Domingo Lloris, “el mejor ictiólogo que hay ahora mismo en España”, aclara, quien publicó muchas de sus fotografías e incluso es suya la portada, con un banco de boquerones.

Ahora, inquieto como es y picado por el gusanillo, seguro que medita cómo volver a acercarse a la vida acuática sustituyendo la cámara por el bolígrafo. Y mientras pone en orden sus ideas, "a disfrutar muchísimo de las salidas", ríe, con su característica coleta enmarañada y su mirada fotográfica.

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Imagen: Javier Murcia. Premio GDT - European Wildlife Photographer of the Year 2015 

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Galápago europeo (Emis orbicularis), típico de agua dulce. Imagen: Javier Murcia.

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Nacimiento. Imagen: Javier Murcia.Premio del concurso Asferico 2016.

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A la izquierda, un caballito de mar, imagen de J. Murcia. A la derecha, Javier Murcia buceando, imagen de Miguel Ángel Rodríguez.

Mónica Rubio. Periodista y Bióloga.