Buscando al tejón por Iberia
Se elabora por primera vez un sondeo de mamíferos que abarca toda la Península Ibérica
Es uno de esos pocos animales inconfundibles que corretean por nuestras tierras. Con su antifaz, su cuerpo rechoncho y sus costumbres nocturnas, no hay duda: quien lo ve, ha visto un tejón. Pero..., ¿quién lo ha visto?
Y es que el tejón es un ser muy esquivo, y además un gran enigma. Está, a priori, por todas partes, come de todo y no recaen sobre él grandes peligros y, sin embargo, no se sabe cuántos hay, ni qué paisajes prefiere, ni cuál es la tendencia de su población. Discreto, como es él, no ha merecido la atención de otras especies más cautivadoras, como las grandes rapaces, el lince ibérico o el lobo, y no digamos ya el oso panda o el gorila de montaña, cuando no obstante puede aportarnos más indicaciones que aquéllas sobre “los cambios que se están dando en el medio”, asegura Xosé Pardavila, técnico de la Sociedad Española para la Conservación y el Estudio de los Mamíferos (Secem).
Por eso, desde esta entidad acaban de poner en marcha el I Sondeo Ibérico de Tejoneras, del que Pardavila es el coordinador (toda la info, en la web oficial del proyecto: http://iberianbadgersurvey.blogspot.com.es/p/i-sondeo-iberico-de-tejoneras.html). Se trata de un ambicioso programa de localización de madrigueras en todo el territorio peninsular que busca 'fotografiar' la situación del tejón en la Península Ibérica y retratar los hábitats en los que construye sus madrigueras, que es a decir de muchos expertos el recurso decisivo a la hora ocupar un territorio. De este modo, el estudio puede hacer visibles "las problemáticas de los lugares donde este mamífero aparece en menor grado", apunta el experto. Igualmente, servirá para establecer una situación original con la que comparar investigaciones futuras, realizadas dentro de unos 5, 10 ó 15 años, y ver la evolución del animal. En otros países de Europa ya se han realizado estos estudios y se han establecido las tendencias de sus poblaciones o de su estatus; pero en lo que se refiere a nuestro país queda aún tarea por hacer, ya que la gran referencia para el tejón es un trabajo redactado hace unos 30 años que abarcó toda Europa, y que en lo que se refiere a España y Portugal, consideró que su estado era “desconocido”, recuerda Pardavila.
Este “estado desconocido” quiere decir en realidad que, hoy, se desconoce su abundancia y distribución, y que se trabaja sobre suposiciones, de las que se ha extraído la idea previa de que en las regiones mediterráneas este mamífero resulte ser menos abundante que en las frías (técnicamente, las regiones eurosiberianas, el norte de España). Pero esto hay que constatarlo. Para ello, se va a tantear la presencia del tejón en un conjunto de parcelas de terreno, escogidas entre el total de cuadrículas en que está dividido el territorio peninsular. No se puede abarcar todo él puesto que ello conllevaría un trabajo inmenso y una elevadísima cantidad de participantes. Por ello, para este sondeo se han seleccionado más de un millar de cuadrículas de España y Portugal -teniendo en cuenta que no está presente en las islas-, y sólo en ellas se analizará cómo se presenta este silencioso mamífero aficionado a la miel.
Boca de tejonera (rodeada en rojo) y típico cono de materiales que los tejones sacan fuera de la madriguera (en morado).
Los especialistas se fijan en las tejoneras porque son más fáciles de observar y estudiar que sus huidizos inquilinos. Su análisis aporta datos sobre cuántos animales la están ocupando o sobre si la abandonan en alguna época del año, y permite asimismo instalar útiles cámaras de fototrampeo. Son, además, relativamente sencillas de identificar una vez que se aprende a distinguir entre éstas y las madrigueras de zorro y conejo, en ocasiones con un tamaño de entrada muy parecido; o cuando se conoce que un agujero no equivale a una tejonera, toda vez que cada madriguera puede tener 4, 5, pero también hasta 20 bocas, o incluso 200 entradas, como alguna tejonera descomunal encontrada en otras latitudes. No hay que esperar estas medidas aquí. En las zonas mediterráneas, los tejones son de menor tamaño y también suelen ser más pequeñas sus familias y sus madrigueras. Así, lo habitual por el sureste español son tejoneras de 4 ó 5 bocas, ocupadas por una hembra, un macho y las crías de la hembra, en total 3 ó 4 ejemplares. En otros puntos de la Península pueden llegar a ser 10, 20 o incluso 40 individuos en tejoneras que ocupan mayores superficies.
Pero todo eso es parte de lo que los 300 voluntarios inscritos en este proyecto han aprendido en las reuniones que Pardavila ha desarrollado con los responsables de cada región. Y el sondeo ha comenzado ya, con un amplio margen de actuación, ya que se prolonga a lo largo de todo el año 2014 el plazo para barrer el territorio ibérico. Son barridos pequeños, relativamente cómodos de llevar a cabo; cubriendo apenas tramos de 500 metros. Por eso, no será raro encontrar a estos voluntarios en los próximos fines de semana en los montes y en los campos, observando las laderas escarbables, escudriñando agujeros, analizando huellas y rellenando un par de sencillos formularios, antes de que el frío haga incómoda las salidas o de que el calor las imposibilite definitivamente el próximo verano.
En la Región ya se han dado los primeros pasos. Francisco Javier Almansa es el coordinador regional. Para él y sus colaboradores se han destinado 30 cuadrículas a cubrir, y ya hay una quincena de voluntarios que parecen dispuestos terminar la tarea “aunque estamos abiertos a nuevos participantes”, apunta el técnico. Almansa es también un gran aficionado a los tejones. Ha sido testigo de cómo la Asociación Meles -a la que pertenece-, a través del 'Proyecto tejón', ha logrado que se instalen en algunas carreteras señales de paso de fauna que avisan de la presencia de este mamífero e indican a los conductores la necesidad de reducir la velocidad al cruzar -los atropelllos son su gran amenaza-, e incluso se han construido los primeros pasos protegidos para tejones en la zona de Alhama de Murcia. Pero no fue así desde el principio. Recuerda cómo hace años incluso a él le sorprendió ver la primera vez un tejón, porque “no me había planteado que hubiera en la Región”, y mucha gente se sorprendió con él: “decían que cómo iba a haber tejón aquí, siendo esto un secarral donde no hay más que lagartijas...; porque tienen la imagen del tejón en el bosque típico de hayedo, con las hojas caídas del otoño..., pero aquí está en todas partes”. De todas formas, y en sintonía con la situación nacional, la realidad es que tampoco se sabe cómo está exactamente la población en la Comunidad. “Poco a poco se va conociendo la especie, y esperemos que con el sondeo se conozca mejor y se ayude a su conservación”, anhela Almansa.
Cuatro vídeos para tenerlo todo muy claro:
1/ LA TEJONERA:
2/ EL TEJÓN EN LA PENÍNSULA:
3/ EL TEJÓN EN MURCIA:
4/ EL SONDEO:
El tejón: algunos datos:
- LONGITUD: Mide, más o menos, de 60 a 90 cm, más la cola.
- PESO: Pesa de unos 10 a 15 kg.
- HÁBITOS: Es nocturno, casi totalmente.
- HÁBITAT: Vive prácticamente en cualquier paisaje, pero suele preferir suelos que pueda excavar para hacer su madriguera.
- HUELLAS: Su huella. con cuatro dedos marcados, es inconfundible.
- ALIMENTACIÓN: Come de todo: frutos, lombrices, insectos, carroña... Su nombre científico se deriva del hecho de que le gusta la miel: Meles meles.
- REPRODUCCIÓN: Nacimiento: entre marzo y mayo.
- LONGEVIDAD: Vive unos 10 años.