El cambio climático podría causar la extinción de una tercera parte de las especies de parásitos hacia 2070, según un estudio internacional realizado con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y publicado en la revista Science Advances. La desaparición de los parásitos podría alterar drásticamente los ecosistemas, y este estudio indica que son uno de los grupos biológicos más amenazados de la Tierra, informa el CSIC en una nota de prensa.

Los parásitos tienen mala reputación, indican los investigadores. Este grupo de organismos incluye lombrices, tenias, gusanos, pulgas, garrapatas, piojos y otros parásitos. La mayoría son conocidos por causar enfermedades en los seres humanos, el ganado y otros animales. Pero los parásitos juegan un papel importante en los ecosistemas. Ayudan al control de las poblaciones salvajes y mantienen la circulación de energía a través de las redes tróficas. Como muchos parásitos tienen ciclos de vida que implican pasar a través de diversas especies hospedadoras, la diversidad de parásitos puede ser considerada como un signo de la salud de un ecosistema.

Para realizar este trabajo, los investigadores han estudiado la colección de parásitos del Smithsonian Museum, de Washington, que contiene más de 20 millones de ejemplares. El equipo de investigadores, que incluye 17 científicos de ocho países, ha pasado años rastreando el origen geográfico exacto de decenas de miles de especímenes de parásitos, añadiendo las coordenadas GPS. Esta información ha sido esencial para este estudio y ayudará en futuras investigaciones. Una vez que la información geoespacial estaba completa, los datos se usaron para hacer predicciones sobre el futuro de los parásitos ante los cambios climáticos.

Empleando predicciones climáticas, los investigadores han comparado cómo será el impacto del cambio climático en diversas situaciones sobre 457 especies de parásitos. Los análisis han determinado que los parásitos están más amenazados incluso que los animales que les sirven de hospedadores, y que la capacidad de dispersión de los parásitos es determinante en el efecto que tendrá el cambio climático sobre su extinción. “Esto es muy relevante en escenarios como el actual de globalización y emergencia de enfermedades, abriendo una nueva vía en el estudio de los efectos de los saltos de hospedador”, señala Jorge Doña, investigador predoctoral de JovaniLab (CSIC) que ha participado en el estudio.

"Este estudio es pionero en analizar simultáneamente tanto parásitos como simbiontes no parásitos. En concreto se ha incluido una gran base de datos global de los ácaros de las plumas de las aves que hemos desarrollado en nuestro grupo. Estos ectosimbiontes no son parásitos sino comensales o mutualistas de las aves, actuando como los ‘barrenderos de las plumas’. Fue interesante constatar que independientemente de que fueran parásitos o no, los ectosimbiontes sufren más que los endosimbiontes los efectos directos del cambio climático. Esto pone de manifiesto la necesidad de estudiar los simbiontes en su conjunto”, señala Roger Jovani, investigador del CSIC de la Estación Biológica de Doñana, quien ha participado en el estudio.

El modelo climático más catastrófico predijo que más de una tercera parte de especies de parásitos podrían desaparecer hacia 2070. Los modelos más optimistas predijeron que la pérdida de especies sería de un 10%.

2017-09-07