¿Y si el lince entrara por Moratalla?

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Ayer por la mañana, un lince resultó muerto en una carretera de Yeste. La localidad albaceteña se encuentra a escasos quince - veinte kilómetros de los límites de la Región de Murcia, y está conectada por una sierra que mantiene su entidad a lo largo de todo el tramo. Se trata de la cita más próxima a la Comunidad en la última década. A pesar de que desde diversos estudios se ha señalado a Yecla como un posible destino de los linces que, en su deambular, salen de Sierra Morena en busca de nuevos territorios, ¿podría ser más bien Moratalla el fin de trayecto natural y más cómodo para ellos?

Eran las ocho menos diez de la mañana en Yeste cuando, según el relato de la Guardia Civil local, la densa niebla impidió a un conductor ver al animal que se cruzaba en su camino. Del golpe, el felino cayó muerto. Se trataba de un lince. A eso de las diez y cuarto, el biólogo murciano José Manuel Zamora y sus amigos Juan Franco y Fátima Amat, investigadores del Departamento de Zoología y Antropología Física de la Universidad de Murcia, cruzaban la zona en coche y observaron el grupo formado, entre otros, por miembros de la Guardia Civil y Agentes Medioambientales. "Ya desde el coche vimos sin dudas que se trataba de un lince, así que nos bajamos a preguntar", recuerda Zamora.

La Guardia Civil les relató entonces que en estos últimos días, al estar el lugar próximo al Embalse de la Fuensanta, se estaba acumulando en la zona una importante cantidad de niebla. De hecho, Zamora detalla que dos horas después del accidente era cuando los rayos del sol empezaban a disipar la niebla. "Antes no se veía prácticamente nada. Nos podía haber pasado perfectamente a nosotros", pensaron.

areas_de_reintroduccion_y_expansion_iberEmplazado a unos dos o tres kilómetros del embalse, en la carretera CM-3206, el lugar no parece, sin embargo, una zona habitual para este mamífero. "La propia Guardia Civil se sorprendió al ver al lince por allí", apunta el biólogo. El animal estaba radiomarcado y, según fuentes oficiales, se llamaba ‘Kung-fu’ y había sido liberado en Sierra Morena en 2014.

Al irse la niebla, Zamora observó que el atropello había tenido lugar en una recta de entre uno y dos kilómetros, con visibilidad perfecta sin el fenómeno atmosférico. Se trata de un tramo de cultivo de secano con cereales. En el entorno crecen pinares maduros, lentisco, juniperus en forma de bosque no muy desarrollado. "Es un hábitat muy semejante a muchas de las sierras de Murcia, como Revolcadores", compara, y añade que "en las veces que he pasado por aquí no he visto conejos, pero me han comentado que existen pequeños núcleos donde sí hay bastante".

Por todo ello, la entrada del lince a la Región por la zona de Murcia no parece algo a descartar, si bien Zamora, que es también miembro de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), lo contempla más como un hecho puntual que como la posibiidad de que la Comunidad de Murcia llegue a acoger algún día una población estable. Su análisis considera que en la Región, donde hay conejo suficiente, el hábitat está fragmentado, como ocurre por Sucina, Corvera, las faldas de Carrascoy, Barqueros o Fuente Librilla, por apuntar algunas localizaciones. Y, por contra, las zonas más viables tienen poco conejo, como el Altiplano, Revolcadores o las sierras del Noroeste en general. "Revolcadores tiene una estructura de hábitats muy buenos, semejante a la que rondaba el lince de Yeste...", insiste.

Es conocido que el lince sobrevive principalmente de la caza del conejo, si bien los datos del pasado año han indicado un descenso de la densidad de este roedor, parece ser que por causa de la sequía. En el V Congreso de Naturaleza del Sureste de ANSE, celebrado a finales de noviembre, se comunicó que apenas en un par de las cuadrículas estudiadas en la Región se había obtenido una densidad de conejo aceptable. Quizá sea la falta de alimento la que ha conducido a este ejemplar a buscar nuevas tierras.

Por su parte, desde la plataforma Yecla Tierra de Linces, además de lamentar el atropello, mantienen la esperanza de que el lince alcance su municipio. "Desde allí existe una gran conectividad", recalca su portavoz, Toñi Lorenzo. Lorenzo mostró su "sorpresa" y su relativa "alegría por saber que el lince está tan cerca" y recuerda que en marzo volverán a impartir las charlas de concienciación sobre el felino en los colegios de la localidad.

Mónica Rubio. Periodista y Bióloga.

Un poco de historia

Según información recopilada por el biólogo José Manuel Zamora, un trabajo de Miguel Angel Esteve y Miguel Ángel Sánchez titulado 'Los vertebrados terrestres de la Región de Murcia: evolución histórica y especies amenazadas (2000)' señala que "las sierras de La Pila, Salinas y Tobarrillas acumulan las últimas citas fiables de Lince (Lynx pardinus), especie que probablemente no cuente con una población reproductora viable, siendo Murcia un sumidero de ejemplares procedentes de las sierras de Albacete y Valencia".

A ello hay que añadir el estudio de Néstor Yelo y J.Francisco Calvo 'Aproximación a la distribución y estatus de los mamíferos carnívoros en la Region de Murcia (2004)', en el que recogen que "el lince estuvo presente en la Región casi con toda seguridad hasta finales de la década de los 70, siendo frecuentes las observaciones en el norte de la comunidad y en algunas sierras orientales, donde aún se cazaban algunos ejemplares (Sánchez, com.pers.). Las sierras del norte de la Región presentan siete citas probables en las dos décadas siguientes, existiendo, en el mismo periodo, otras cuatro entre la zona del noroeste y el límite con el término municipal de Nerpio (Albacete). Por último, se ha obtenido una cita probable, en 2001, en la sierra de Almenara, en el suroeste regional".

Trágico fin de la familia K en Sierra Morena

En julio 2014 se liberaron en Sierra Morena Oriental ocho linces llamados Kala, Kivu, Kaplan, Kairós, Kiowa, Kenitra, Kung-fu y Kiki. El hecho de comenzar todos los nombres por la misma letra es una estrategia para recordar el año de nacimiento. Los animales habían sido criados en distintos centros de cría en cautividad. Y fueron liberados dentro del proyecto Life+Iberlince. King-fu en concreto se soltó en Castellar de Santiago (Ciudad Real).

En seis meses murieron la mitad de los ejemplares reintroducidos. Kala apareció muerta en septiembre de 2014 de un golpe en la cabeza, Kenitra con un disparo en la cabeza, Kairos estrangulado por un lazo de caza, Kivu en enero de 2015.

Y ahora Kung-fu. Quedan tres: Kaplan, Kiowa y Kiki.

 

Doñana: ni un lince muerto en 2016

Lo acontecido ayer, y la historia de estos linces, contrasta con el deseo expresado por los gestores de Doñana para el año que entra. Ojalá pudiera ser cierto y extensivo para los linces de todo el país.