El espectáculo de la floración masiva de la Posidonia oceanica

 

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Fotografías cedidas por Juan Manuel Ruiz Fernández. Grupo de Ecología de Angiospermas Marinas (GEAM). Instituto Español de Oceanografía (IEO). Centro Oceanográfico de Murcia

Cuando aquí arriba, en superficie, el otoño amarillea en las frondosas y reverdece las ramblas con una segunda primavera, abajo, en el mundo submarino, la Posidonia oceanica nos ofrece este año, de nuevo, una magnífica floración masiva. No llega a ser tan extensa como la vivida en 2003, cuando todas las praderas del mediterráneo brotaron 'al unísono', pero ya florece espléndidamente en Baleares y Cataluña. Además, lo ha hecho con una cantidad de flores semejante a aquella ocasión. Sin embargo, Murcia, por ejemplo, no se ha sumado al espectáculo... por ahora. Esta floración masiva responde a un aumento de las temperaturas, pero ¿ha habido un verano, o está siendo un otoño especialmente caluroso?, y ¿llegará la floración masiva a los fondos submarinos murcianos?

La floración masiva responde a un aumento de las temperaturas, como si fuera un golpe de calor

Las plantas responden ante temperaturas anormalmente elevadas igual que lo hacen los animales. En palabras sencillas, vienen a experimentar, a su modo, un golpe de calor. Para sobrellevarlo como especie, y ante la expectativa de no sobrevivir al calor, generan una extensísima floración con la 'esperanza' de que, al menos, sobrevivan algunos de sus retoños. Al sincronizarse todas las praderas de Posidonia de una zona, el suelo del mar se cubre de un manto verde amarillento de espigas. Se trata de la versión submarina de los campos de trigo.

La flor de Posidonia es, en realidad, una inflorescencia, es decir, un conjunto de múltiples florecillas de distinto sexo. Las flores darán lugar a un fruto, de cuyo aspecto se deriva su nombre popular: oliva de mar. Este colosal intento, curiosamente, no asegurará la reproducción. De hecho, cuesta mucho que una oliva de mar se convierta en otra planta: los herbívoros se comerán antes las flores, o los frutos no enraizarán bien en el inestable suelo... Por ello, la floración en esta planta no es solo un proceso esporádico e irregular, sino que es sobre todo un fenómeno enigmático. En 2009, en la Región se produjo una florescencia de manera extensa pero de poca intensidad y pudo observarse, por ejemplo, en La Azohía, Isla Plana o Calabardina. En 2010 no hubo floración, mientras que en 2011 nuestra Posidonia floreció en algunos lugares (Cala Cerrada Profunda) y en otros no (Isla del Fraile, canal del Estacio)..., y ocurrió de nuevo de manera extensiva pero de baja intensidad. Quizá, opinamos en elclickverde, sea una estrategia para adquirir nuevas adaptciones frente a un cambio exterior, algo que no le permite lograr la vía de la reproducción asexual...

Este episodio floral no se traduce en nigún caso en la llegada de más restos de Posidonia a las orillas

En todo caso, este florecimiento colectivo no se traducirá en un exceso de hojas y restos que reposen en las orillas y que, todavía, resulta molesto para algunos bañistas a pesar de su absoluta inocuidad.

El hecho de que se produzca una floración masiva “no es ni bueno ni malo; sí indica que la planta responde bien al estrés por calor, pero mejor que no sufra muchos de estos episodios porque se trata de una capacidad de respuesta limitada”, explica Juan Manuel Ruiz Fernández, investigador del Centro Oceanográfico de Murcia, perteneciente al Instituto Español de Oceanografía.

Sin embargo, en su equipo han detectado que estas floraciones generalizadas son reflejo de “eventos climáticos”. Y, al respecto, el doctor detalla que si la tendencia del cambio climático se cumple, aumentaría la frecuencia de estos episodios extremos. En relación a este capítulo concreto de 2012, dice, “hay que ver los datos de la temperatura del mar en estas zonas para constatar que, realmente, esta floración también responde al calor. Lo cierto es que no tenemos la impresión de que haya hecho un exceso de calor en superficie y hasta las aguas han estado más frías que el año pasado, así que habrá que estudiar también posibles corrientes cálidas submarinas”, avanza Ruiz.

hojas_posidonia.jpgEn cualquier caso, el experto señala que estos episodios “se suelen atribuir a algún tipo de anomalía climática, normalmente la temperatura, pero la variación interanual de la radiación solar puede ser muy importante; aunque de forma muy especulativa porque hay poca evidencia científica y no se conocen con rigor las relaciones entre la floración y los factores ambientales”.

Para saber más sobre este aspecto, el Centro Oceanográfico de Murcia cuenta con una red de estaciones con sensores submarinos de temperatura dispuestos a una profundidad de entre 5 a 35 metros, para registrar los eventos de calor. Asimismo, desde 2004 existe la Red de Seguimiento para conocer el estado en que están estas praderas. En sus sensores, se hacen mediciones periódicas y se cuenta con la participación de clubes de buceo y buceadores voluntarios que, una vez al año y por parejas, descienden en la columna de agua y toman nota de la densidad de los haces de Posidonia (cada una de las plantas que sale de una raíz), el grado de enterramiento de la raíz, la cobertura de la pradera y la abundancia de fauna clave (espirógrafos y holoturias entre ellos, que ya vimos en una página anterior de elclickverde).

Por si alguien se anima a sumergirse, que sepa que tenemos unas 11.000 hectáreas de praderas de Posidonia oceanica en la Región de Murcia, distribuidas a una altura situada entre la línea de costa y un máximo de 34 metros de profundidad. “Es una de las zonas de España en que está mejor conservada, junto con Baleares y Almería; mientras que en la Comunidad Valenciana y en Cataluña está bastante más deteriorada”, defiende Ruiz.

Pero para que permanezca bien conservada hay que frenar ciertos peligros. Así, este estudioso eleva la actividad del hombre a la categoría de “su principal amenaza potencial y real”. En este sentido, cita en primer lugar la pesca de arrastre: “sobre todo en Murcia y Alicante”. Le siguen los vertidos de residuos de zonas industriales como Cartagena -“los vertidos de Portman sepultaron una importante superficie de praderas marinas”, apunta-; o los de la acuicultura y los de las plantas desalinizadoras”. Futuras amenazas potenciales son, según este experto, las algas invasoras y los efectos del cambio climático global. Y en este listado, reserva un lugar destacado a “los fondeaderos no regulados que causan importantes destrozos locales de las praderas, como ocurre en La Azohía, algunas calas de Cabo Tiñoso e Isla Grosa”. “La actitud de los navegantes que fondean en las praderas es un ejemplo ilustrativo de la poca información de la gente sobre el tema y del escaso grado de sensibilización social al respecto”, concluye Ruiz.

La P. oceanica salió del agua a la tierra para, muchos siglos después, volver al mar

Para aportar nuestro granito de arena, en elclickverde aprovechamos cualquier excusa para difundir las bondades de estos campos vegetales que, por estar ocultos a la vista de los ciudadanos, no suelen estar presentes en nuestras conversaciones, ni siquiera cuando abordamos problemas medioambientales. Y queremos despedirnos dejando en la retina del lector la imagen de la Posidonia oceanica como el ente ancestral que es: uno de esos seres vivos que, tras salir del agua a la superficie, volvió al mar, como lo han hecho los cetáceos, donde encontró ventajas par sobrevivir. Cuando se observa una hectárea de Posidonia oceanica se están contemplando siglos de crecimiento y de vida. Peces, erizos, crustáceos, moluscos y hasta alguna tortuga de visita comen, se resguardan, se reproducen y viven entre las cintas verdiblancas de esta planta. Son habitantes como el pez mula, los caballitos de mar, las morenas, esponjas... que, para su supervivencia, necesitan de estas praderas inmemoriales, cuyas hojas pueden superar el metro de longitud, y que ahora están en recesión.

Mónica Rubio. Periodista y Bióloga.

fruto_germinado_con_nueva_planta.jpgOlivas de mar

El fruto de la Posidonia oceanica tiene una forma redondeada y el tamaño de una aceituna de mesa, razón por la cual ha sido bautizado popularmente como oliva de mar. Se trata de una cápsula flotante, que se deja ir a la deriva hasta que se abre y sale una semilla densa, que ya no flota. Por ello, cae al fondo, donde se semientierra y germina. Sin embargo, antes de que esto ocurra, han de superarse muchos obstáculos, como que la flor no sea pasto de los herbívoros marinos, o que el fruto encuentre un suelo lo suficientemente estable...

 

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'Las praderas de posidonia en Murcia. Red de seguimiento y voluntariado ambiental'. Libro divulgativo sobre la Posidonia oceanica. Sencillo, con fotos y explicaciones... Pincha aquí.

'Informe anual de resultados de la red de seguimiento de Posidonia oceanica de la Región de Murcia (2004-2010)'. Proyecto con centros de buceo y buceadore voluntarios para el seguimiento científico de Posidonia oceanica de la Región de Murcia. Financiado por la CARM, el IEO y el FEP (Fondo Europeo de la Pesca). Lo tienes aquí.

Tenemos un artículo del año 2013, con motivo de la celebración de X Aniversario de la Red de Seguimiento Científico de P. oceanica. Puedes leerlo aquí.