Un estudio internacional ha comprobado que las emisiones de CO2 a la atmósfera procedentes de la respiración de la microbiota del suelo de zonas áridas disminuye conforme aumenta la temperatura media del lugar, según informa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha participado en la investigación. Este hallazgo muestra la adaptación de los microorganismos del suelo a la temperatura y ayuda a comprender cómo este proceso puede atenuar las emisiones de CO2 de la respiración de los microbios y reducir así su impacto en el calentamiento global.

“Este estudio muestra que el efecto de la temperatura sobre la respiración del suelo puede suavizarse a lo largo del tiempo gracias a diversos mecanismos, entre los que está la adaptación térmica de los microorganismos”, indica César Plaza, investigador del Instituto de Ciencias Agrarias (CSIC).

En este trabajo se ha analizado la adaptación térmica de la respiración del suelo atendiendo a la respuesta de la respiración microbiana al calentamiento a través de un experimento de laboratorio en el que se incubaron muestras de suelo provenientes de 110 sitios a distintas temperaturas. Se trata de lugares distribuidos a lo largo de todos los continentes menos la Antártida, cubriendo así un gradiente climático desde los -2 a los 28ºC de temperatura media anual. Estos sitios pertenecen a una red mundial que se creó como resultado del proyecto Biocom, liderado por el Catedrático de Ecología de la Universidad Rey Juan Carlos Fernando T. Maestre, y financiado por el programa Starting Grants del Consejo Europeo de Investigación (ERC).

“Este estudio tiene importantes implicaciones para los modelos climáticos del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change), cuya capacidad de predicción podrían mejorar incluyendo aspectos relacionados con la actividad de los microorganismos”, enfatiza Marina Dacal, la investigadora que lidera este trabajo y que es estudiante de doctorado del Laboratorio de Zonas Áridas y Cambio Global de la Universidad Rey Juan Carlos.

“Es evidente que los microorganismos del suelo modulan la respuesta del mismo frente al cambio climático y sus efectos”, afirma César Plaza. “Los modelos de cambio climático del IPCC que se utilizan para informar la toma de decisiones en reuniones internacionales como el Acuerdo de París deberían tener en cuenta el suelo y su actividad biológica, ya que, como muestran nuestros resultados, desempeña un papel clave”, mantiene Mark Bradford, profesor de la Universidad de Yale y participante en el estudio.

Los investigadores indican que el calentamiento global tendrá particular repercusión sobre las zonas áridas del planeta. “En este trabajo, nos hemos centrado en las zonas áridas porque representan más del 45% de la superficie del planeta y, por tanto, son un sistema de estudio relevante a escala mundial para evaluar los efectos del cambio climático y la adaptación térmica de la respiración microbiana del suelo”, afirma Pablo García Palacios, investigador de la Universidad Rey Juan Carlos y coautor del estudio.

El trabajo es resultado de la colaboración de un grupo internacional de investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos, el Instituto de Ciencias Agrarias del CSIC y la Universidad de Yale (EE.UU.) y sus resultados se publican en la revista Nature Ecology and Evolution.

2019-01-14

  • Paisaje árido de Almería. Imagen: Pedro Rey / CSIC
    Paisaje árido de Almería. Imagen: Pedro Rey / CSIC.